Camerata Musicalis: Beethoven a la caza de los milenial

¿Por qué es tan especial la música clásica?
¿Por qué Beethoven y otros muchos autores geniales nos golpean con su música más allá de la razón?

Camerata Musicalis, una formación orquestal de 50 músicos, dirigidos por Edgar Martín, responde a estas preguntas interpretando y explicando los avatares de la gestación de La Quinta Sinfonía de Beethoven, la partitura más universal del músico alemán.

Con esta obra atormentada y genial, compuesta cuando ya su autor, muy golpeado por la vida, estaba sordo, la orquesta sinfónica Camerata Musicalis alza el telón de la temporada 2018 que, bajo el apóstrofe ¿Por qué es especial?, traerá un transgresor formato de conciertos para acercar la música clásica a todos los públicos de una manera desenfadada y divertida. Porque después de Beethoven, que es el que abre boca, vendrán en sucesivos domingos otros compositores a colmar esta necesidad del público familiar por adentrarse en los clásicos.

camerata-musicalis-2017-2018-600x417 Camerata Musicalis: Beethoven a la caza de los milenial

Camerata musicalis triunfó la temporada pasada en el Teatro Alcázar con este formato y, después de pasearse por los teatros de la Comunidad de Madrid y alrededores, llega ahora al Apolo, donde estará como orquesta residente desde octubre hasta junio del año que viene.

Los 50 músicos que componen esta orquesta sinfónica en toda regla, al mando de Edgar Martin, quieren dirigirse a un público plural, sin límite de años, pero especialmente a los jóvenes para que amen de una vez y para siempre esta música inspirada, y a veces desprestigiada, de la que todos bebemos.

Edgar Martín es, por su entusiasmo, una mezcla entre el locutor Fernando Argenta y el director de orquesta Leonard Bernstein, el cual también ofrecía conciertos didácticos, con una explicación cargada de sentido del humor y de detalles que permitirán al público entender mejor la obra que posteriormente será interpretada de forma íntegra.

Así, para mostrar los entresijos de la Quinta de Beethoven, no dudará en señalar compases de otros compositores contemporáneos –o anteriores o posteriores- para ver por dónde iba la música y cómo se influían los compositores entre sí. Sus tres finales serán mostrados según las partituras originales, que por suerte están en internet, pero que el propio Martín ha debido transcribir para poderlos ofrecer en su estado original, y terminará convirtiendo el patio de butacas del teatro en una auténtica discoteca al presentar la influencia que el compositor de la Quinta Sinfonía ha ejercido posteriormente.

“Un estreno de temporada siempre es especial, pero éste nos motiva más que nunca, ya que para nosotros es muy importante poder tocar en el Teatro Nuevo Apolo. Nos encanta devolver un espacio como éste a la música clásica y, sobre todo, poder presentar un espectáculo del que pueden disfrutar tanto los melómanos de toda la vida como público que nunca se ha acercado a este género”, explica Edgar Martín, director de Camerata Musicalis.

Y añade, con gran entusiasmo: “aquí veremos lo que es un genio atormentado en plena producción sumergido en un trabajo doloroso y siempre insatisfecho porque se había quedado sordo y no daba con el final adecuado, compuso nada menos que tres finales. Sordo y maltratado desde niños y a quien  la vida no cesa de darle golpes, no ceja en su empeño de lograr la obra perfecta, y ahora oiréis los tres finales. Veréis cómo, en ellos, se intensifica la tensión lograda en los movimientos anteriores, una tensión que no afloja en los remansos líricos que suceden al frenesí sino que en ellos se intensifica.”

Y la orquesta hará oír los tres finales.

  • Concierto: `La Quinta Sinfonía´ – ¿Por qué es especial” de Camerata Musicalis
  • Lugar: Teatro Nuevo Apolo (Plaza Tirso de Molina, 1)
  • Función inicial: domingo 1 de octubre a las 12.00h (mediodía)
  • Entradas a la venta desde 10 euros: taquillas del teatro Apolo y puntos habituales
Nunci de León
Doctor en Filología por la Complutense, me licencié en la Universidad de Oviedo, donde profesores como Alarcos, Clavería, Caso o Cachero me marcaron más de lo que entonces pensé. Inolvidables fueron los que antes tuve en el antiguo Instituto Femenino "Juan del Enzina" de León: siempre que cruzo la Plaza de Santo Martino me vuelven los recuerdos. Pero sobre todos ellos está Angelines Herrero, mi maestra de primaria, que se fijó en mí con devoción. Tengo buen oído para los idiomas y para la música, también para la escritura, de ahí que a veces me guíe más por el sonido que por el significado de las palabras. Mi director de tesis fue Álvaro Porto Dapena, a quien debo el sentido del orden que yo pueda tener al estructurar un texto. Escribir me cuesta y me pone en forma, en tanto que leer a los maestros me incita a afilar mi estilo. Me van los clásicos, los románticos y los barrocos. Y de la Edad Media, hasta la Inquisición.

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