El 9 de enero de 2016 dieron comienzo las sesiones del juicio de apelación de Hissène Habré, expresidente chadiano, condenado por crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y torturas, informa Amnistía Internacional (AI) en un comunicado. La sentencia se conocerá en abril de 2017.
El juicio en primera instancia, en 2016, fue el final de una encarnizada batalla emprendida por miles de víctimas del dictador, con el fin de que se hiciera justicia por los crímenes cometidos en el país africano entre 1982 y 1990. Un juicio que hizo que en muchos otros ciudadanos de distintos lugares del mundo renaciera la esperanza de que es posible acabar con la impunidad, incluso cuando está muy afianzada, como era el caso de Tchad.
Los abogados de Hissène Habré han apelado la sentencia en base a errores de hecho y de derecho. Dicen, entre otras cosas, que la defensa no pudo consultar la copia integral de la sentencia antes de la fecha de la apelación y que los magistrados cometieron otros errores, entre ellos el de la persona considerada responsable de las fuerzas armadas en el momento en que se cometieron las masacres. También quieren que se tenga en cuenta que las autoridades de Chad no han cooperado en la misma medida cuando se ha tratado de juzgar a otros responsables, por lo que el juicio podría no ser equitativo.
El tribunal tiene que examinar igualmente otra apelación relativa a las reparaciones concedidas a las víctimas el 29 de julio de 2016, porque las partes civiles aseguran que se cometieron errores en el momento de establecer los criterios.
La decisión de conceder reparaciones a los miles de víctimas reconocidas en el juicio se tomó el 29 de julio de 2016 y supuso una victoria para las víctimas de violaciones de derechos humanos en el mundo entero, aunque se remonte a decenas de años atrás. Las Cámaras Africanas Extraordinarias (CAE) de Dakar estimaron las reparaciones a las víctimas de violación y otros abusos sexuales en 20 millones de francos CFA (unos 33 800 dólares USA); 15 millones de francos CFA (25 410 dólares) para las víctimas de tortura y detención arbitraria, y 10 millones de francos CFA (16 935 dólares) para las víctimas indirectas.
Si la decisión en materia de reparaciones se confirma, Amnistía Internacional (AI) pide a las CAE, la Unión Africana, el gobierno de Chad y la comunidad internacional que garanticen un Fondo con recursos suficientes para que puedan hacerse efectivas rápida y eficazmente. El «caso Hissène Habré» ha conseguido que finalmente las autoridades tchadianas se dediquen a investigar otros presuntos crímenes y a denunciar a otros personajes sospechosos. Este efecto domino desembocó en marzo de 2015 en la condena de 20 responsables de seguridad de la «era Habré» por asesinatos, torturas, secuestros y detenciones arbitrarias.
El 30 de mayo de 2016, Hissène Habré fue declarado culpable por las CAE en Dakar (Senegal), y condenado a cadena perpetua. Es la primera vez que la justicia universal ha concluido un proceso en el continente africano y que un tribunal africano ha condenado por crímenes contra la humanidad a un antiguo jefe de estado.
Entre otras pruebas, la acusación se apoyó en investigaciones efectuadas por AI en los años 1980. En el juicio declaró como testigo, en calidad de experto, un antiguo empleado de AI.
Las CAE se crearon en 2012 mediante un acuerdo entre la Unión Africana y el gobierno de Senegal. En el juicio de Habré que comenzó el 20 de julio de 2015, han declarado 69 víctimas, 23 testigos y 10 expertos.