Consumidores rechazan el apoyo del Gobierno de España al glifosato

Facua, Consumidores en Acción lamenta que el Gobierno de España haya otorgado su respaldo en Bruselas a la renovación de la autorización del herbicida glifosato, ignorando los estudios que plantean los riesgos que acarrea su uso para la salud, y valora que ésta autorización no ha obtenido por el momento los apoyos necesarios para prolongarse hasta 2022 tras la votación celebrada entre los países miembros.

La asociación considera una irresponsabilidad que España no opte por aplicar el principio de precaución ante los estudios que plantean la peligrosidad y los riesgos que implica el uso de este componente químico, que sí ha sido, en cambio, vetado a nivel más local dentro del país: Barcelona lo hizo en 2015 y la Comunidad de Madrid el año pasado, dejando de usarlo en sus carreteras.

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Glifosato-Peligo-Monsanto

En esa línea, Facua insta al Gobierno a que reconsidere su postura y espera que finalmente no haya cambios en la posisción de los países que ya han mostrado su rechazo al glifosato, a fin de que sea definitivamente vetada su autorización.

La Comisión Europea ha anunciado que no hubo acuerdo entre los países miembros en relación a la renovación del permiso del polémico herbicida, que expira el 15 de diciembre, por cinco años más, tras arrojar la votación un resultado que no alcanza, ni en un sentido ni otro, la necesaria mayoría.

Catorce de los países, entre ellos España, votaron a favor de renovar el glifosato, otros nueve en contra y cinco, incluido Alemania, se abstuvieron. Para alcanzar un acuerdo se necesitaba una mayoría cualificada (el 55 % de los Estados miembros que a la vez representen el 65 % de la población), pero es difícil de lograrlo sin el apoyo de los países con mayor población. En este sentido, el hecho de que Francia votase en contra resultó decisivo para anular la mayoría a favor.

Sin consenso

La renovación del glifosato es una cuestión sensible sobre la que Bruselas no termina de encontrar consenso. Las sospechas de que el uso de este producto químico puede acarrear severas consecuencias para la salud se acrecentó a principios de año con los llamados Papeles de Monsanto (en alusión a la multinacional estadounidense que lo comercializa), dados a conocer por la Justicia de EE. UU; en los que se revela que la compañía ocultó estudios críticos sobre el efecto de esta sustancia activa.

La licencia en vigor expira el 15 de diciembre, y si no se consigue un acuerdo para renovarla, el glifosato no podrá ser comerciado en la UE. En ese caso, los Estados miembros dispondrían de un periodo de 18 meses para agotar las existencias.

El glifosato es el principal componente del Roundup, uno de los productos que mayores beneficios le genera a la compañía Mosanto a nivel mundial. Numerosas compañías lo producen con diferentes nombres comerciales. En España, algo más de un centenar de productos distintos que contienen glifosato gozan de autorización para ser comercializados.

La conveniencia de su uso, muy extendido, ha sido fuertemente cuestionada por informes como el de la Agencia para la Investigación sobre el Cáncer, dependiente de la Organización Mundial de la Salud, que catalogó al glifosato como potencialmente «cancerígeno» para los humanos, más allá de su evidente toxicidad. Las evidencias científicas avalan también sus efectos nocivos sobre numerosos cultivos y especies animales.

Enlaces:

Greenpeace pide que España vote contra el glifosato

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