«Creative control»: la obsesión 2.0

Una interesante ilustración del vértigo tecnológico. (Le Monde)

Todos conectados, todos juntos y sin embargo siempre solos. Primer largometraje del estadounidense Benjamin Dickinson, autor e intérprete, «Creative Control» es una hermosa película independiente que aborda asuntos de siempre con una mirada nueva que pasa por las nuevas tecnologías y su vertiginoso desarrollo, que evoca el abismo creciente entre cinismo y sentimentalismo. 

creative-control-poster «Creative control»: la obsesión 2.0El casting se completa con el músico y humorista Reggie Watts y las actrices Nora Zehetner (“Los hermanos Bloom”) y Alexia Rasmussen (“Haz caso a tu corazón”, “Master Of None”).

En Nueva York, en un futuro cercano, un joven publicitario, hipster y prepotente, tiene que encargarse del lanzamiento de unas gafas revolucionarias que confunden lo virtual con la realidad. El personaje, un golden boy mimado por la industria tecnológica, que ha roto con todos los códigos y todas las modas, se va perdiendo por los meandros de la tecnología hasta llegar a convertirse en un adicto total y llegar a utilizar el novedoso producto para acercarse al objeto de sus fantasías, que no es otro que la compañera de su amigo, a la que convierte en su amor virtual creando una relación muy “dura”, en realidad consigo mismo.

Aunque el argumento es futurista –¿cómo de futurista ? ¿qué sabemos lo que nos espera, y cuándo?-, «Creative control» no es solo una película de ciencia ficción ; es también una obra contemporánea en la que aparecen muchas de las angustias de estos comienzos del tercer milenio, que platea un interesante debate sobre el futuro tecnológico y los límites entre realidad y fantasía.

Rodada en blanco y negro, “Creative control” es una comedia brillante, divertida y bastante inquietante que quiere demostrar hasta qué punto los avances del progreso que nos espera van a ser incapaces de poner fin a nuestras miserias cotidianas.

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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