España 26J: Un pronóstico apresurado en el día de la marmota

De mi cartera

Es de muy mala educación y cansino el decir: “Ya te lo había dicho”. Mas, bien educado pero mal aprendido –decía mi señora madre, la pobre– y Pesao sin Fronteras como soy, tengo que decirlo: desde que P’s pateó la mesa tripartita de negociaciones para la investidura como presidente de gobierno de Pedro, Perico y Periquín, la trinidad Sánchez del PSOE, he venido repitiendo en sitios propios y ajenos que mi pronóstico ante la convocatoria de nuevas elecciones generales era que subirían PSOE y C’s y bajarían PP y P’s. Es decir, que el electorado reconocería el esfuerzo de quienes habían trabajado para constituir un gobierno reformista y castigaría a quienes habían puesto palitos en las ruedas para que todo siguiera igual.

El penúltimo informe del CIS me dio la razón, coincidente con mi pronóstico: el electorado se movía en esa dirección. “Ya te lo había dicho”, podría decir…

Y lo pensaba porque era el movimiento racional del electorado, como sabemos por experiencia. Recordaba lo que escribió Román Orozco a propósito de los resultados del 20-D, rememorando lo que había ocurrido antes en Andalucía: «Todos están obligados a ceder. La sombra de la legislatura de la pinza (1994-1996) planea sobre el Hospital de las Cinco Llagas, sede parlamentaria [de la CA de Andalucía]. Tiempos en los que Javier Arenas (PP) y Luis Carlos Rejón (IU) fraguaron una alianza de hierro y contra natura que terminó como era de prever: con la convocatoria anticipada de elecciones y una estrepitosa derrota de ambos en las urnas. Manuel Chaves volvió a ganar. Una lección que no debe olvidarse» (‘El País’, 15 Abril 2015). Que no debe olvidarse, pensaba, porque ya conocemos la maldición de que los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla.

No podía imaginarme hasta qué punto es verdad el tópico. Los adictos a la hemeroteca, como el suscribiente, se quedarán boquiabiertos ante la absoluta similitud de hechos, propuestas, pactos y declaraciones –cambian nombres y siglas– entre lo que ocurrió en 2000, cuando la pinza PSOE (Almunia)-IU (Frutos) le dio la mayoría absoluta a Ásnar, y lo de hoy. Reproduzco una página del ‘ABC’ de Sevilla, del 18 de enero de 2000, para estupefacción general: el día de la marmota existe y lo estamos viviendo…

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Xulio -Formoso: Iglesias y Garzón. Puedes pedir un póster de este dibujo a [email protected]

Compañeros de cama

Claro que todo eso era antes de la inteligente jugada de P’s-IU de coaligarse para el 20-j. Después del desprecio preelectoral de los moradeznos por los comunistoides –a los que tildó de ‘cenizos’, de ‘marxismo-ladrillista’ con ‘pesada mochila’ y de ser ‘responsables de que las cosas no hayan cambiado en este país’, nada menos–, no parecía que fuera posible un entendimiento. Pero también estamos aburridos de saber que ‘la política hace extraños compañeros de cama’ y las necesidades los han hecho acoplarse como si hubieran nacido el uno, Pablo Manuel, para el otro, Alberto Carlos: ya he contado que se me saltaron lágrimas de emoción al verlos amarraítos los dos en la Puerta del Sol…

La necesidad del primero era su sed de escaños para consumar el ansiado ‘sorpasso’ al PSOE y la del segundo, escapar del inminente peligro de extinción en el que lo dejó el 20-D: dos tristes diputados en el Congreso y sin presencia en el Senado –Garzón se queja de la ley de d’Hondt: “Nosotros necesitamos 400.000 votos por cada escaño mientras el resto de fuerzas en torno a 60.000”, con cierta razón, pero elude decir que tiene un votante aquí, otro en Vitigudino y un tercero en la Cochinchina (por correo)–, así que ha tenido que tragar con los insultos del deslenguado cianótico ante el peligro de que la utilidad del voto arrojase a IU a las tinieblas exteriores, a ser mero tropezón de la sopa de letras –PACMA, UPYD, NÓS, unio.cat, VOX, Recortes Cero-Grupo Verde, MÉS, P.C.P.E., GBAI, EL PI, CCD, EB, FE de las JONS, X la Izquierda-los Verdes, SOMVAL, PUM+J, SAIn, Centro Moderado, PT, PH, Unidad del Pueblo y Alternativa Republicana, P-LIB, País Valencià, EU-eX, P.C.O.E., D.N. e I.Fem– de los que no se comieron un fideo en las pasadas elecciones. No está mal el botín obtenido del pacto: uno de cada seis diputados de P’s, unos 8 o 9, y 4 o 5 senadores. De momento, su rol es el de Pánfilo y debería haberle bastado que el Nazareno esté apadrinado por Anguita el Pinzón, pero ya veremos a ver qué pasa cuando estemos sentaditos y calentitos: amores más sólidos y sinceros los hemos visto derrumbarse por cómo es la vida…

Ladinamente, Coleta Morada on the Stage –un teatrero, vaya– invitó en seguida al PSOE a unirse con los recién casados en una cama revuelta a ver si fructificaba en un rorro que le quitara la mayoría absoluta en el Senado al PP, que el CIS vuelve a asegurársela –y sin que lo supiera el tercero del trío, el garzón Garzón, aunque no haya tenido más remedio que decir que sí–. Y cuando Pedro, Perico y Periquín le dijeron “No, gracias”, con más socarronería que educación, aquél, con esos modos de cura viejuno e hipócrita que usa, aventuró que le ‘gustaría oír a otros dirigentes socialistas’. ¡Toma, claro!, que decía el otro, y al trío socialista le gustaría oír a Sergio Pascual, por ejemplo, pero las cabezas cortadas, que son monas, decorativas y cómodas de suyo, no hablan.

¿Dos más dos?

Ahora sólo falta que les salgan las cuentas, que ya veremos: una de mis primeras y más provechosas lecturas de mi muy lejana infancia fue el cuento de la lechera. Y aunque sin duda esta maniobra en la oscuridad ha de tener su correlato en las urnas, nadie puede predecir en qué sentido ni en qué dimensión: como hay gente p’a tó, hay sociólogos, o lo que sean, que ya han bendecido el ‘sorpasso’ mientras que otros auguran que la losa del techo de IU aplastará a P’s… Ya veremos. Pues como lo que está claro es que como se vota más con el estómago –el corazón, los cojones/ovarios…: escójase el órgano preferido para emitir el voto– que con la cabeza, pues eso: ya veremos.

En no pocos de los numerosos debates en los que he terciado de las innumerables páginas pro-P’s en Fbk –en las que me han inscrito las almas caritativas que abundan entre mis contactos–, he tenido que utilizar modales autoritarios para prescribir a los deslenguados simpatizantes del Deslenguado Cianótico que en vez de acumular insultos y desatinos probaran a leerse los 200 puntos del acuerdo entre PSOE y C’s antes de continuar diciendo tontás y burrás. Aprovecho que ya se conocen los 50 puntos del acuerdo entre IU y P’s para aconsejarles ahora que busquen, comparen y juzguen: de no ser por el referéndum decisorio para Cataluña –¿Euskal Herria y Galicia no son hijas de Dios, no merecen el mismo brindis al sol?– y las pertinentes alusiones al Sahara y Palestina, éstos parecen un resumen de aquéllos. Pero no sé para qué me esfuerzo; muchas veces, al leer el lamentable el nivel dialéctico de lo que escriben, me pregunto si tendrán comprensión lectora.

Motivos para no votar al PP

Si se votara con la cabeza, los electores devolverían al PP a la edad de piedra de Alianza Popular, a la docena y media de diputados que pastorearon los Siete Magníficos del franquismo antes de destruir aquella derecha moderna y presentable en Europa que fue la Unión de Centro Democrático de Adolfo Suárez –quizá C’s pudiera serlo, pero tiene la misma solidez ideológica que P’s: la de un ‘pack’ de flanes chinos…–. No entiendo cómo el grueso del electorado popular –hay, como en todos los partidos, un ‘suelo’ de irreductibles– aguanta el goteo constante de casos que revelan sin dudas la podredumbre del PP, que ya está imputado dos veces como partido –Génova y Valencia– en innumerables casos de corrupción. En plena campaña nos hemos enterado de que, tal como suponíamos, Rajoy estaba tan al tanto de las trapacerías de Bárcenas, pues lo avaló para que pudiera abrir cuentas cifradas en Suiza donde atesorar el producto multimillonario de las actividades ilícitas que los tribunales dilucidarán, si lo hacen, de quiénes y de qué. Y, en vísperas, las desvergonzadas conspiraciones del ministro del Interior con el director de la Oficina Antifraude de Catalunya, ya tú ves, Daniel de Alfonso, para incriminar como fuera a los líderes del ‘prusés’ independentista (hay que sumar a Carme Forcadell, la que juró como presidenta del Parlament con un “Visca el vi del Priorat!”, més o menys, y ‘companys’ mártires de la CUP).

Un historial que puede resumirse en la afortunada frase: “Ensucian cuanto tocan”. Y nadie que se considere a sí mismo honrado puede permitirse votar otra vez a esta gentuza.

Pero, vaya usted a saber: éste es un país donde los candidatos a la presidencia del gobierno de la nación y de la Xunta de Galicia, el dúo melancólico Rajoy y Feijóo, respectivamente, frecuentaban la amistad de notables narcotraficantes gallegos y se fotografiaban con ellos y ahí los tienes: atornillados en sus poltronas presidenciales como si fueran personas decentes…

Pintan bastos

El último informe del CIS ya recogía la incidencia positiva del pacto Unidos Podemos en las intenciones electorales, pero también proporcionaba un dato importante del que ha prescindido el diluvio de encuestas a la medida que nos ha anegado: entre quienes declaraban su intención de votar, nada menos que un 30% expresaba su indecisión sobre el sentido de su voto. Un porcentaje sobrado no sólo para cambiar el sentido de las profecías demoscópicas sino incluso para otorgar una mayoría absoluta.

Así que yo voy a mantenerme en mis trece y, no obstante las predicciones, voy a seguir apostando por la racionalidad, relativa, del electorado e insistir en que PSOE y C’s verán recompensada su honradez política, aunque a los socialistas puede perjudicarle la coalición de izquierdas, que corregirá los desmanes de la ley de D’Hondt, mientras que el centro-derecha de C’s se beneficiará de los desmanes del PP. En resumen, el PP seguirá siendo el partido más votado y no habrá ‘sorpasso’. ‘Whishful thinking’ o acertado pronóstico, la solución el 26-j por la noche.

Quedan las incógnitas del 18% de indecisos que recogen las encuestas de ‘El Periòdic d’Andorra’ y los nuevos capítulos que pueda revelar ‘Público’ sobre el ‘Fernándezgate’, aunque no cabe esperar mucho de la ceguera interesada o atemorizada del elector del PP.

Y habrá que ver, en fin, cómo influye el Brexit del segundo jefe de gobierno más zote de la UE…

¿Y después qué? Creo que Sánchez intentará reeditar el pacto con C’s, confiando en que esta vez P’s-IU no voten con el PP. Pero si éstos se empeñan en mantener a Rajoy en sus (dis)funciones, soñando con el ‘sorpasso’ a la tercera, dejará que gobierne la lista más votada. No habrá tercera convocatoria electoral.

En mi humilde opinión.

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