Eva Yerbabuena en «Apariencias»

Teatro de la Maestranza de Sevilla, Bienal Flamenca 2016

“Apariencias” es entre otras muchas cosas un reto para su creadora, la reputada bailaora y coreágrafa granadina Eva Yerbabuena. Es un reto al espectador, un reto a todos los que no son espectadores de esta obra.  Es la vida misma. Es el mundo de hoy y quizá el de siempre. Es, trata de ser, o aparentemente es, un reflejo a la par que una crítica social. Apariencias es un espectáculo fuera por completo de cualquier territorio de confort, que se sumerge en un caos por el que transita el  orden que define a toda obra maestra. Asombra y causa perplejidad, porque en ella  nada es lo que parece.

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Eva Yerbabuena como «Apariencia».  Canta José Valencia. Bienal 2016. Sevilla.

Lo flamenco asoma a pinceladas, por aquí y por allá, y cada vez que aparece sienta cátedra. Lo demás, es escenografía surrealista – futurista en la que donde acaba la visión empieza la percepción. La luz es un puro efecto arquitectónico que quita, pone y transforma, en un magistral efecto – apariencia efímero, cambiante, que muestra su no realidad, su nada, cuando la escena queda a oscuras. Pura tramoya virtual de apariencia.

El juego de máscaras, la larga escena de las mentiras repetidas es quizá la apariencia más impactante, la que más conecta con ese único ser que creemos ser pero no somos o somos a medias, porque cada vez  que cambiamos de máscara, varias veces al día, somos algo diferente, es decir mostramos una de nuestras múltiples apariencias o pseudo realidades. Y así es en escena, que funciona como un espejo para los que estamos mirando. Máscaras que van y vienen, que se quitan y ponen casi en un juego sin fin. Todo es apariencia, maravillosa la que muestra el bailarín que porta la falda – capote blanco, que va reflejando escenas y personajes que apenas duran instantes y al instante son sustituidas por otros reflejos de objetos o personajes. Casi un axioma de la fugacidad de la existencia de las cosas, de que éste más que un mundo real es un mundo de apariencias.

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Eva Yerbabuena en «Apariencias». Bienal  Sevilla 2016

El elenco artístico, además de Eva Yerbabuena, directora, idea original, coreógrafa e intérprete, está su marido Paco Jarana, guitarrista y responsable de la composición y dirección musical. Sin duda, un fantástico equipo. Un extraordinario cuerpo de baile, compuesto por Christian Lozano, David Coría, Fernando Jiménez, Angel Fariña y Leonora Franco. Dos cantaores de lujo: José Valencia y Alfredo Tejada. A las palmas Torombo, en la batería y percusión Antonio Coronel y una muy especial invitada especial: Alana Sinkëy.

Eva ha querido transformarse una buena parte del tiempo en escena es una máscara, una apariencia, una especie de deidad de alguna mitología, que oficia como regidora de apariencias, no muy benigna, un poco malévola en ese rol auto asignado. Queda constatado en su aparición inicial, sola, ocupando desde el centro todo el espacio escénico. En ella convergen todos los haces de luz, delimitando su papel de reina universal de las apariencias. Sola, con la música de fondo.

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Eva Yerbabuena en danza contemporánea. Bienal 2016, Sevilla

En realidad (aparentemente) no es una obra de fusión, es un ballet contemporáneo, inserto en estructuras escénicas de un futurismo atemporal. Y en ese contexto irrumpen de vez en cuando un cantaor, una guitarra, un baile por palo flamenco, que funcionan como apariciones casuales y un tanto inesperadas en ese contexto en el que no falta un aura religiosa, no adscrito a religión alguna. Es más bien un sentimiento, algo inmaterial.

Excepto en el número que pone final a la obra, la soleá que baila Eva de modo emocionante, rodeada de un semicírculo masculino marcándola el compás. Ahí si que hay materialidad, presencia real. El objetivo es un logro: ser ella misma, despojada de toda apariencia, emerge el ser real gracias a la fuerza y magia del Flamenco. Una soleá que queda grabada, estoy segura, en todos los recuerdos.

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Eva Yerbabuena en su otra apariencia. Teatro de la Maestranza, Sevilla.

El cuerpo de baile hace un trabajo extraordinario. Bailarines, bailaores, solo vestidos con un dhoti, esa larga y elegantísima falda larga hindú, todos de negro. Solo el dhoti – capote es blanco. Los troncos desnudos, dueños de musculaturas atléticas, engrasadas para aumentar su evidencia. Del ballet contemporáneo, se van al palo flamenco, dos realidades, dos apariencias contrapuestas. Contemporáneo en el juego de máscaras. Siempre representando apariencias de fuerzas opuestas. La apariencia de bondad, la de maldad, la sinceridad y el engaño, nada que no exista.

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En la soleá final de «Apariencias». Bienal 2016. Sevilla

Los dos cantaores, José Valencia y Alfredo Tejada, excelentes ambos, cantan en solitario, casi en una oscuridad que solo tamizan dos breves haces de luz para hacerlos presentes en escena. Además de la fuerza del cante, -en la Petenera, Valencia penetra todas las profundidades del ser – adquieren una especie de rol de fuerza del destino del Flamenco, que permanece como realidad única, desprovisto de apariencias.

La participación en el baile como solista de Alana Sinkëy, de origen guineano, pone el toque de exotismo y diversidad que aquí no podía faltar, porque las apariencias son universales. Y lo hace muy meritoriamente, en un rol de reina coronada, casi la mayor de las apariencias.

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En la soleá final. Teatro de la Maestranza.

Apariencias es una obra con muchísimo fondo. Su estructura escénica y coreografías son tan espectaculares, tan admirables a la vista, que al espectador le es fácil quedarse en la superficie, en la primera apariencia. La verdad es que todo es bellísimo y como al teatro se va a disfrutar, el éxito está garantizado. Un hermoso y complejísimo trabajo que debe haber llevado siglos realizar. Con un resultado state of the arts.

Teresa Fernandez Herrera
Algunas cosas que he aprendido a lo largo de mi vida. Soy Licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid, master en Psicología del Deporte por la UAM, diplomada en Empresas y Actividades Turísticas, conocedora de la Filosofía Védica. Responsable de Comunicación y Medios en Madrid de la ONG Internacional con base en India, Abrazando al Mundo. Miembro de la British Association of Freelance Writers. Certificada en Diseño de Permacultura. Trainer de Dragon Dreaming, metodología holística para el crecimiento personal, grupal y comunitario en el amor a la Tierra. Colaboradora en Periodistas-es y en las revistas Natural, Verdemente, The Ecologist para España y América Latina. Profesora de inglés avanzado.

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