Filth: sexo, drogas, alcohol y unos cuantos gramos de locura

Filth (Basura), excelente película adaptación de la novela del mismo nombre, publicada en 1998 por Irving Welsh (el autor de Trainspotting), editada en España con el título de Escoria, está dirigida por Jon S. Baird (Holligans) y es una historia de excesos donde las drogas, el sexo y la violencia, marcan el día a día de la vida de Bruce Robertson, un detective de policía escocés que ha bajado a los infiernos y no encuentra la forma de volver a la superficie, interpretado por un espléndido James McAvoy (X-men -entregas 1 y 2-, El último rey de Escocia) que, según la opinión de muchos críticos, ha encontrado aquí “el papel de su vida”.

cartel-Filth-escoria Filth: sexo, drogas, alcohol y unos cuantos gramos de locuraEl detective Robertson aspira a llegar a inspector por la vía rápida, destruyendo a sus rivales sin ningún tipo de escrúpulo; este policía tiene muchos defectos y apenas ninguna virtud: es un misógino, su mujer le ha abandonado porque no le soporta, se mete coca, consume éxtasis y diversos medicamentos, desprecia a los gays, obliga a una menor detenida a hacerle una felación, hace llamadas telefónicas obscenas a la mujer de un colega, convence a sus compañeros para que fotocopien sus órganos genitales …

Filth es una historia de un único personaje, los secundarios se confunden con el decorado y los hechos, como el asesinato inicial, carecen de fuerza argumental; solo cuenta lo que hace Bruce Robertson, lo que le ocurre a este tipo inmoral que no respeta las reglas, maltrata a los detenidos, abusa de las drogas y el alcohol y “salta sobre todo lo que se mueve”, en situaciones enloquecidas.

Cine negro, negrísimo, para exponer la situación de un hombre al borde del delirio, siempre en la cuerda floja, esquizofrénico y a veces grotesco, que mira la vida con ojos de demente inyectados en sangre, que acaba por tener alucinaciones y se vuelve cada vez más incoherente y violento, casi un monstruo.

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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