Igual que si en la luna: doliente requisitoria sobre la nostalgia

Igual que si en la luna analiza a fondo esa idea, tanto tiempo acariciada en la edad adulta, de que cualquier tiempo pasado fue mejor; la certeza absoluta de que daríamos cualquier cosa por volver atrás y poder pasar cinco minutos, sólo cinco minutos, con esa persona, esa en especial, la persona amada o la que más significó para nosotros en su momento, aunque luego esos cinco minutos fueran una gran frustración, una más de las que acumulamos porque resulta que la persona en cuestión no era como nosotros la recordamos y porque la necesaria ambientación falla: 

igual-que-si-en-la-luna-600x418 Igual que si en la luna: doliente requisitoria sobre la nostalgia

Pero la luz no era ésta. Ésta está mucho mejor. Y se oía esa canción de lejos… ¡Esa!  

Esta exigencia de la luz y del ambiente es tan importante, que se repite con insistencia angustiosa y esa insistencia es lo que más te agarra el corazón como espectador. No hay duda de que su autor y director se ha hecho a menudo estas preguntas y no se ha permitido la menor concesión a fin de edulcorarlas: «¿Podríamos reconstruir el pasado y recuperarnos así de las pérdidas? ¿Pero es que acaso no son ellas, las pérdidas, las que constituyen toda nuestra historia, la celeste y plural historia de nuestro corazón?»

Son pérdidas reales o tal vez imaginarias, como lo que pasó en la Luna (¿llegó por fin el hombre o no llegó?), pero tanto da a la hora de evaluar la nostalgia, que para su cómputo, reales o no, son equivalentes. Se puede sentir nostalgia de la alegría sin haberla vivido nunca antes. Por eso la pertinencia de esa gran duda que plantea esta función que, exceptuando momentos líricos, como el de su valedora en la infancia, es dura requisitoria sobre un balance adulto nada satisfactorio.

«Nostalgia es para la compañía La Estampida Teatro uno de los males del hombre contemporáneo. Nada ha salido como esperábamos y eso nos hace echar la vista atrás para intentar salvarnos. Estás igual que si en la luna si quieres agarrar lo cambiante.»

He recibido una carta del futuro escrita por mí mismo.
Un mapa.
Una lista de las cosas que debo hacer para conseguir volver al pasado y estar bien.
Y ya no me queda otra que intentarlo…
Voy a por ello.

  • Dirección: José Troncoso
    Producción: La Estampida Teatro
    Dramaturgia: José Troncoso
    Año 2017
    Reparto: José Bustos
    Función comentada: 1 de diciembre de 2017
    Sala El Mirador (Dr Furquet, Madrid).
Nunci de León
Doctor en Filología por la Complutense, me licencié en la Universidad de Oviedo, donde profesores como Alarcos, Clavería, Caso o Cachero me marcaron más de lo que entonces pensé. Inolvidables fueron los que antes tuve en el antiguo Instituto Femenino "Juan del Enzina" de León: siempre que cruzo la Plaza de Santo Martino me vuelven los recuerdos. Pero sobre todos ellos está Angelines Herrero, mi maestra de primaria, que se fijó en mí con devoción. Tengo buen oído para los idiomas y para la música, también para la escritura, de ahí que a veces me guíe más por el sonido que por el significado de las palabras. Mi director de tesis fue Álvaro Porto Dapena, a quien debo el sentido del orden que yo pueda tener al estructurar un texto. Escribir me cuesta y me pone en forma, en tanto que leer a los maestros me incita a afilar mi estilo. Me van los clásicos, los románticos y los barrocos. Y de la Edad Media, hasta la Inquisición.

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