La por (El miedo), de familias maltratadas y destrozadas

La por (El miedo), del catalán Jordi Cadena, es un retrato de violencia conyugal y brutalidad doméstica

cartel-el-miedo La por (El miedo), de familias maltratadas y destrozadasHistoria de una familia de clase media en la Barcelona de hoy –madre (Roser Camí), un hijo adolescente, Manel (Igor Szpakowski) y una niña, Coral (Alicia Falcó)- que vive literalmente aterrorizada por la conducta psicótica del padre (Ramón Madaula), un ser insufrible que en casa solo grita y pega, o permanece mudo e indiferente a lo que pueda ocurrir a los demás, pero en la calle alterna, se divierte y se emborracha con compañeros y amigos. En esa familia no sólo hay miedo, también sumisión que es el aspecto más difícil de vencer en situaciones así; no sólo hay violencia física, y mucha, también tortura psicológica.

Alcohol y malos tratos caminan juntos muchas veces; otras veces son la pobreza, la frustración e incluso un cierto tipo de rechazo social, los factores que llevan a tantos hombres a descargar toda la ira que acumulan con las personas más cercanas; la peor parte se la suele llevar la mujer pero cada vez hay mayor constancia de casos en los que los hijos también son víctimas directas de esos comportamientos (víctimas indirectas, colaterales, lo son siempre). En la película, inspirada en la novela M de Lolita Bosch, la madre y el hijo tiemblan en sus respectivas camas, esperando ver que es lo último que se le ocurre al maltratador antes de salir de casa por la mañana para no regresar hasta la noche, mientras la pequeña duerme inconsciente aferrada a una muñeca a la que tapa los ojos cuando en el salón empiezan los alaridos y los golpes.

La por está centrada en la forma en que vive esa situación tan brutal Manel –hijo de un maltratador y de una maltratada- que tiene quince años, es un buen estudiante y un buen compañero. Sus mejores amigos son Xavi y Laura, la chica con la que sale. Cuenta con la estima de sus profesores y con la amistad del entrenador del equipo de básquet del instituto, que ve en él aptitudes para hacer carrera profesional. El carácter de Manel se hace cada vez más retraído, incapaz de hablar con nadie sobre el problema que le atormenta. Sólo piensa en poder empezar a trabajar pronto para huir del miedo, ese sentimiento tan fuerte que le paraliza…

Cuando el padre se ha marchado y niños se han ido al colegio, la madre – que tampoco es ningún dechado de comunicación, se supone que a fuerza de terror también se ha quedado sin palabras- se palpa los cardenales que esconde bajo la ropa, siente la tentación de hacer la maleta y abandonarlo todo, y finalmente acude a su trabajo como si no ocurriera nada.

No es suficiente, sin embargo, disponer de un tema fuerte y que “toca”, un tema de rabiosa actualidad como es la violencia de género y el maltrato familiar, para hacer una buena película. La por, que llega a los cines el 22 de noviembre de 2013 tras impactar por su crudeza en la Seminci de Valladolid y el London Film Festival, no consigue convencer: los escasos diálogos, de puro esquemáticos, apenas añaden nada a la trama; los actores, estereotipados, no consiguen imprimir carácter a sus personajes. El todo resulta un poco deslavazado y el resultado es una historia a la que falta fuerza, pese a la potencia del fondo de denuncia de una situación inadmisible, que sigue repitiéndose una vez que se cierra la puerta de tantos hogares aparentemente “normales”.

http://youtu.be/y1VHxzgi884

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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