Las ovejas no pierden el tren: trabajo, familia y amor

Las ovejas no pierden el tren es una entretenida comedia española dirigida por Alvaro Fernández Armero (Salir pitando, Brujas) y protagonizada por Inma Cuesta (Tres bodas de más, Blancanieves, La voz dormida), Raúl Arévalo (La isla mínima, Los amantes pasajeros, Primos), Candela Peña (Una pistola en cada mano, Princesas), una recuperada Kiti Manver (Vive cantando, Los abrazos rotos), y unos cuantos actores más, que habla de las parejas y las familias versión siglo XXI.

cartel-las-ovejas-no-pierden-el-tren Las ovejas no pierden el tren: trabajo, familia y amorLa pareja de Luisa y Alberto se marcha a vivir a un pueblo desde el que ella se desplaza diariamente a Madrid, para atender su academia de costura, y donde él se enfrenta al vértigo del folio en blanco, porque tendría que estar escribiendo la novela de su vida y no “le sale”, por lo que se dedica a pasear por el pueblo y ayudar a un vecino ganadero. Juan, hermano de Alberto, antigua estrella de la televisión deportiva en horas bajas, divorciado y padre de dos niñas, vive en la capital un desafortunado romance con una chica mucho más joven, a la que defrauda. Por su parte Sara, hermana de Luisa, pequeña empresaria de un negocio de cafetería, disfraza de emancipación y mujer liberada su desesperada búsqueda de un marido…Y un poco al margen pero sobrevolando todo, la madre de las dos chicas apura los años de la segunda mitad de su vida.

Mucho humor en una historia que no chirría en ningún momento porque, en el fondo, todos los personajes son tremendamente conservadores –el bohemio acaba cuidando ovejas, el donjuán querría recuperar a su exmujer, los hijos se ocupan y se preocupan por los padres…- y no aspiran más que a una tranquila existencia como las “de siempre”.

Menos tópicos de los habituales en las comedias españolas y algunos recursos realmente ingeniosos convierten a Las ovejas no pierden el tren en una atractiva comedia costumbrista sin demasiadas pretensiones.

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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