Mr. Holmes de Bill Condon

El digno retiro del detective más famoso

En 1947, con Watson (elemental, querido) felizmente casado y desaparecido de la órbita del detective más famoso de todo los tiempos, Sherlock Homes –anciano de noventa años y bastante perjudicado en su memoria y en su vista (ahora si que necesita una lupa para leer algunos textos)- se ha jubilado refugiándose en una propiedad de la campiña británica cercana al mar, donde se dedica a criar abejas tras regresar de un último viaje a Japón, donde se ha hecho con un planta rara que al parecer tiene grandes propiedades reconstituyentes.

En estos últimos años de su vida le acompañan un ama de llaves y su hijo adolescente, a quien Sherlock enseñará a deducir y también a ocuparse de sus colmenas.

Mr. Holmes, dirigida por Bill Condon (Oscar al mejor Guión por Dioses y monstruos) y basada en la novela del mismo título de Mitch Cullin, está interpretada por un excelente Ian McKellen (El señor de los anillos, Dioses y monstruos), Laura Linney (Puedes contar conmigo, La familia Savage) y el pequeño Milo Parker.

Era difícil hacer algo nuevo sobre un personaje que se ha tratado en el cine y la televisión de cien maneras distintas, pero una interpretación impecable de McKellen consigue mostrarnos al campeón del raciocinio y la deducción enfrentado a una serie de emociones que hasta ahora le eran completamente ajenas.

También el planteamiento se ha hecho de manera original: la tesis inicial es que el detective fue una persona real y que el Doctor Wtason se dedicó a novelar sus hazañas, igualmente reales, añadiéndoles algunos aspectos que al auténtico Holmes, en esta vejez que presenciamos, le parecen innecesarios cuando no ridículos: por ejemplo, él vivió en Baker Street pero en un número diferente del que aparece en los relatos, nunca llevó ese absurdo sombrero de cazador y muy pocas veces fumó en pipa, porque lo que le gusta son los cigarros puros.

Aquí no hay asesinatos ni casos truculentos; solo recuerdos, algunas trampas de la memoria y un poco de remordimiento.

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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