Puerta del Perdón de Villafranca del Bierzo

Una escultura de Abelardo Espejo pendiente de la decisión de la Junta  de Castilla y León para marcar el inicio del Camino de Santiago

Puerta-del-perdon-Villafranca-del-Bierzo Puerta del Perdón de Villafranca del BierzoEl hecho de que Castilla y León posea el patrimonio cultural más grande de los pueblos de Europa fue, sin duda, uno de los argumentos de peso esgrimido por la UNESCO para que el Camino de Santiago fuera designado en 1993 Patrimonio de la Humanidad.

Un hito en el Camino es Villafranca del Bierzo debido a que, desde el siglo XII, los peregrinos con algún impedimento físico para llegar hasta Santiago de Compostela ganaban el jubileo a su llegada ante la Puerta del Perdón de la Iglesia de Santiago del pueblo berciano, privilegio único en todo el Camino de Santiago.

La iglesia de Santiago de Villafranca del Bierzo, construida en el siglo XII en piedra de sillería, es sencilla, de estilo románico, en la que lo más representativo es la Puerta del Perdón, que sólo se abre cada Año Santo. Se trata de una magnífica obra de arte con cuatro arquivoltas levemente apuntadas; una, decorada con hojas de acanto y animales; dos, con boceles y medias cañas y la cuarta, con personajes, algunos con aureola de apóstoles. En la parte superior, la talla grandiosa de un Pantocrátor.

Abelardo-Espejo-Puerta-del-Perdon Puerta del Perdón de Villafranca del BierzoCon esa percepción, la Junta de Castilla y León quiso mostrar el arraigo de la Puerta del Perdón a través de una escultura que fuese capaz de reflejar el sentimiento que, habitualmente, manifiestan los peregrinos al llegar a Villafranca del Bierzo. El escultor distinguido para la realización de la obra fue el jienense Abelardo Espejo Tramblín, de dilatada obra escultórica con diversos premios que le acreditan como uno de los grandes artistas plásticos contemporáneos.

Estilización escultórica

La escultura se hizo como símbolo para promoción de Castilla y León en el Xacobeo 2010 en los actos celebrados en París, punto cero del Camino en Europa. Espejo la fundió en bronce, a tamaño de unos veinte centímetros, y de ella se hicieron once ejemplares, firmados y numerados, otorgados a distintas autoridades y entidades públicas en reconocimiento a su labor a favor del Patrimonio del Camino de Santiago, con una cita alegórica: “Premio Camino de Santiago en Castilla y León, Xacobeo 2010”.

Cada uno de los destinatarios recibió la escultura de manos de la, entones, consejera de Cultura y Turismo de la Junta, María José Salgueiro.

En principio, según se le comunicó al escultor, la idea de la Junta de Castilla y León era que la escultura sirviera como presentación de lo que, posteriormente, sería el monumento a gran tamaño, especialidad del artista, que ha realizado esculturas de hasta veinte metros. Fue un acuerdo de palabra, entre ambas partes, que está pendiente de formalizar, aunque no se han producido las conversaciones posteriores para cerrar el acuerdo inicial. Y si bien no existe documento firmado, los acuerdos de palabra deben cumplirse.

Llegado ese momento, en el supuesto de que llegue, sería muy acertado buscarle a la escultura de la Puerta del Perdón una ubicación adecuada, quizás al comienzo del Camino de Santiago en Castilla y León ya que todos los símbolos que se van encontrando por el Camino tienen imágenes de peregrinos como referente; una escultura de una Nueva Puerta del Perdón le marcaría al peregrino la pauta de que se encuentra en la puerta castellana-leonesa del Camino de Santiago.

Arte comprometido

La aportación de Abelardo Espejo Tramblin a la cultura contemporánea es digna de la mayor consideración. En sus esculturas utiliza elementos tan naturales como el hierro el bronce y la madera, y el agua está muy presente en su sentimiento, por ello al agua le ha dedicado buena parte de una cincuentena de sus obras monumentales, tales como Puente de culturas de 31 x 65 m. para una de las entradas a Zaragoza con motivo de la Exposición Zaragoza 2008, o Columnas de agua de 18 m. de altura situada en el punto que une Granada con la Costa Tropical.

No hay que dejar de lado el perfil humano de este artista. Comprometido con la causa de los más desfavorecidos, sus obras en homenaje al mestizaje en la exposición en Martinica en 1997, calaron hondo en el corazón de negro del poeta martiniqués, padre de la “negritud” Aimé Césaire, defensor infatigable de los derechos humanos.

También las esculturas de menor formato tienen cabida en la obra de Abelardo Espejo, un ejemplo está en su obra Libertad que llevaba un mensaje de esperanza en sus entrañas de hierro, y fue elegida por la UNESCO como símbolo del encuentro “La Paz el día después” entre Yaser Arafat y Simón Peres, en Granada en 1993.

La escultura de Abelardo Espejo es-cultura viva, honda y extensa, desde Granada hasta la China, desde París hasta Castilla y León.

Al ver la obra que Abelardo Espejo ha realizado sobre la Puerta del Perdón, se siente el impulso de entrar por ella para encontrarse con el amplio y bello ábside semicircular de la iglesia de Santiago de Villafranca del Bierzo. El autor ha dejado impreso en ella su sello de vanguardia, pero conservando el atributo histórico de siglos. Una adaptación contemporánea de la Puerta del Perdón, pasado y presente en el Camino de Santiago.

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