El gran maestro de ajedrez, Sergei Karjakin, de 26 años, ganó el Torneo de Candidatos de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, siglas en francés), celebrado en Moscú hasta el 28 de marzo de 2016 y que contaba con ocho candidatos. Se enfrentará al noruego Magnus Carlsen por el título de campeón mundial de ajedrez del 11 al 30 de noviembre en Nueva York.
Karjakin venció con piezas blancas al italoamericano Fabiano Caruana tras llegar empatados en la última ronda del torneo, y se convierte en el primer ruso en disputar el campeonato del mundo desde Vladimir Kramnik, tres veces campeón y que perdió el título en 2008. Precisamente, con 14 años, ya derrotó en una partida de ajedrez rápido a Vladimir Kramnik. De hecho, fue ganador en 2007 en Dresde, del campeonato europeo y en 2012 del campeonato mundial celebrado en la capital de Kazajistán, Astaná, de ajedrez rápido, o relámpago, blitz, como es conocido.
Hasta aquí todo sería deporte, pero no es así. Karjakin se declara un patriota ruso, pero ese patriotismo esconde que es un ruso reconvertido ya que nació en 1990 en Simferopol, península de Crimea, que pertenecía otrora a Ucrania, país al que, inicialmente representó, incluso en tres Olimpiadas de Ajedrez. Ahora, es la nueva bandera patriótica de Putin.
En declaraciones públicas recientes, Karjakin sostuvo que estaba orgulloso de haber ganado para Rusia, país que ha representado desde 2009.
Karjakin tenía sólo 12 años y siete meses de edad cuando, en agosto de 2002, se convirtió en el jugador de ajedrez más joven en ser gran maestro. A principios de ese año, fue el compañero de entrenamiento del gran maestro ucraniano, Ruslan Ponomariov, quien fue el campeón de ajedrez de la FIDE en 2002 con 18 años.
A pesar de esta historia compartida, Karjakin admitió que su apoyo incondicional a Rusia en medio de la crisis de Ucrania ha echado a perder su amistad con Ponomariov, de quien dijo que una vez fue «casi su mejor amigo».
Después de su toma de postura por Rusia, «esta crisis me causó gran consternación, él tomó la posición opuesta a la mía», dijo Karjakin. «Desafortunadamente, habla claro, y objetivamente, nuestros caminos en este punto han ido en direcciones diferentes, en términos de las relaciones políticas. Pero, por supuesto, si demuestra buen sentido, siempre estoy dispuesto a hablar con él. No tengo nada personal contra él, realmente lo respeto como jugador de ajedrez. Por desgracia, tenemos un gran desacuerdo en lo que respecta a la política».
El ajedrecista afirmó que estaba triste por las dificultades que sus antiguos compatriotas han sufrido en Ucrania. En cuanto a la actual situación en Ucrania apunta, «nunca ha habido una revolución que condujera a una vida mejor, desde la revolución, todo ha empeorado. Estoy muy triste de ver toda la miseria que ha dado lugar».
En julio de 2009, el presidente Dmitri Medvedev hizo a Karjakin ciudadano ruso por decreto. Karjakin mantiene que decidió jugar por Rusia porque había sido incapaz de conseguir el patrocinio y el entrenamiento que necesitaba en Ucrania, mientras que la Federación Rusa de Ajedrez le ofreció «una oportunidad de trabajar con buenos entrenadores. Después de eso me fui a Moscú. Eso fue en 2009. Desde entonces, he estado en Moscú». A los tres años de estar en la capital rusa, en 2012 ya consiguió que una empresa, Alpari, lo patrocinara.
Desde su hogar adoptivo, Karjakin ha sido un firme partidario del Kremlin y la política rusa ante Ucrania, que motivó la anexión forzada de la península de Crimea por Rusia en 2014, y el conflicto territorial que se ha cobrado más de 9000 vidas. Después de la operación rusa en Crimea, Karjakin publicó una fotografía de sí mismo en Instagram que llevaba una camiseta con una imagen del presidente ruso, Vladimir Putin, y el lema: ‘No dejamos a nuestros chicos atrás’. De Putin, Karjakin, dijo: «Estoy totalmente de acuerdo y apoyo todo lo que hace».
El pasado 18 de marzo, aniversario de la anexión de Crimea, escribió en una red social lo que había escrito antes Putin, «millones de personas estaban esperando esta justicia histórica». «Estoy por entero con Rusia, en Crimea, como sabemos, se ha transferido a Rusia», explicó a un medio francés. «Estoy realmente muy feliz, porque siempre me he considerado ruso. Hablo ruso, por lo que me siento totalmente ciudadano de Rusia, y apoyo totalmente a Rusia como estado».
Karjakin alabó al presidente de la FIDE, Kirsan Ilyumzhínov, por popularizar el ajedrez. Curiosamente, el máximo responsable del ajedrez mundial no podrá ver en directo el campeonato del mundo ya que tiene una prohibición desde noviembre de 2015 de entrar en Estados Unidos por hacer negocios con el Banco Central de Siria y el Gobierno sirio de Bacher Al Asad.
Este siniestro personaje ha llegado a decir que fue abducido por extraterrestres, jugó con Gadafi poco antes de su derrocamiento, y denunciado por la periodista Larisa Yudina (1945-1998) por corrupción y malversación de fondos relacionados con el ajedrez, lo que le costó la vida y fue asesinada en Elistá. De los tres condenados por el asesinato, dos eran ayudantes de Iliumzhínov pero no se encontraron pruebas que lo implicaran como mentor del crimen.
Karjakin también criticó a Kasparov por ser un «mal administrador» y tener «puntos de vista» ultraradicales, en referencia a su oposición a Putin. Kasparov dijo de Putin en una reciente entrevista con el escritor italiano Roberto Saviano, «como todos los dictadores, aborrece la transparencia. Los dictadores podrán ser jugadores de cartas pero nunca serán hábiles jugadores de ajedrez porque para ganar tienen que mentir e intimidar a su adversario. Algo inadmisible en el ajedrez».
Después de su victoria en Moscú, Karjakin centra ahora su atención en noviembre y su enfrentamiento contra el noruego Magnus Carlsen, que tiene la calificación más alta de FIDE y es el campeón de ajedrez desde 2013. Un reciente documental de 76 minutos titulado ‘Magnus’, analiza su trayectoria y figura, se presentará del 14 al 24 de abril en el festival Tribeca de Nueva York y en septiembre en Noruega.
En los antecedentes entre ambos, Carlsen le ha ganado en tres ocasiones, perdió una y tuvieron 15 tablas. Karjakin, sin embargo, no parece intimidado, calificó la posibilidad de su victoria como «excelente. Por supuesto, necesito trabajar e ir a por todas», concluyó.
El ruso, al contrario que el noruego, es más afable y no le cuesta sonreír, y llevarse bien con sus rivales, así tuvo un detalle como dedicar una victoria en noviembre de 2015 al ajedrecista azerbaiyano Vugar Gashimov (1986-2014) fallecido poco antes, de forma repentina, a los 27 años.
