Banco Mundial: precio energías básicas aumentará más de lo previsto en 2018

El Banco Mundial pronostica que en 2018 el precio de los productos energéticos básicos —que son el petróleo, el gas natural y el carbón— experimentarán un gran aumento del 20 %.

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El precio promedio del petróleo será de USD 65 el barril, superior al promedio de USD 53 el barril en 2017, debido a la firmeza de la demanda de los consumidores y a las medidas restrictivas de los productores de petróleo, mientras que se prevé que el precio de los metales aumente cuando la baja del 9 % del mineral de hierro se vea compensada por aumentos del precio de todos los metales básicos, empezando por el níquel, que según los pronósticos aumentará el 30 %.

Se espera observar un aumento del precio de los productos básicos agrícolas, entre ellos los productos alimentarios y las materias primas, de más del 2 % este año debido a las menores perspectivas de siembra. Se prevé que las perturbaciones climáticas sean mínimas.

“La aceleración del crecimiento mundial y el incremento de la demanda son factores importantes que explican los aumentos generalizados del precio de la mayoría de los productos básicos y los pronósticos de aumentos mayores del precio de estos productos en el futuro”, manifestó Shantayanan Devarajan, director superior de Economía del Desarrollo y economista en jefe interino del Banco Mundial. “Al mismo tiempo, las medidas de políticas que se están discutiendo suman incertidumbre a las perspectivas”.

Se prevé que los precios del petróleo también sean de un promedio de USD 65 el barril en 2019. Si bien las proyecciones indican que los precios bajarán con respecto a su nivel de abril de 2018, ellos deberían contar con el sustento de una restricción continua de la producción por parte de los países productores miembros y los no miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y de la firmeza de la demanda.

Los riesgos de aumentos superiores a los indicados por los pronósticos son las restricciones de la producción de petróleo de esquisto de Estados Unidos, los riesgos geopolíticos en varios países productores, y las inquietudes de que Estados Unidos tal vez no suprima las sanciones impuestas a Irán.

Los riesgos de un precio inferior al indicado por los pronósticos son el cumplimiento más laxo del acuerdo de los productores de petróleo para restringir la producción o la terminación simple y llana del acuerdo, el aumento de la producción de Libia y Nigeria, y un aumento más rápido de lo previsto de la producción de petróleo de esquisto.

“El precio del petróleo se ha duplicado con creces desde que tocó fondo en los primeros meses de 2016, ya que el gran excedente de existencias se ha reducido considerablemente”, afirmó John Baffes, economista superior y autor principal de Commodity Markets Outlook. “La firmeza de la demanda de petróleo y el mayor cumplimiento por parte de los países productores miembros y los no miembros de la OPEP de sus promesas de producción acordadas contribuyeron a inclinar el mercado hacia el déficit”.

Los riesgos de un precio de los metales mayor que el indicado por los pronósticos comprenden la demanda mundial más sólida de lo previsto, que la oferta pudiera verse frenada por la incorporación lenta de capacidad nueva, las sanciones comerciales contra los exportadores de metales y las medidas políticas en China. Los riesgos de un precio menor que el previsto son el crecimiento más lento de lo esperado en los principales mercados emergentes, la reactivación de la capacidad ociosa, y una moderación de las políticas relativas a la contaminación en China. Se espera que el precio de los metales aumente el 3 % este año previendo alzas de las tasas de interés y mayores expectativas de inflación en Estados Unidos.

Se prevé el aumento del precio de los cereales, los aceites y las harinas en 2018, fundamentalmente debido a las menores intenciones de siembra. El ciclo moderado de La Niña que se extendió hasta los primeros meses del año solo afectó la producción bananera en América Central y la producción de soja en Argentina, y no impactó sustancialmente en los mercados mundiales de esos cultivos. La posible introducción por parte de China de derechos compensatorios en respuesta al aumento de los aranceles de Estados Unidos podría impactar en el mercado de soja.

En una sección especial se examina la evolución del panorama de las economías exportadoras de petróleo después del derrumbe de su precio en 2014. La caída del precio del petróleo causó menoscabo en los ingresos derivados del petróleo, y forzó bruscos cortes de gasto público que acentuaron la desaceleración de la actividad privada en muchas regiones. La desigualdad de ingresos y la inestabilidad política también redujeron la capacidad de algunas economías exportadoras de petróleo para hacer frente a la baja de su precio.

“Los exportadores de petróleo con regímenes cambiarios flexibles, amortiguadores fiscales relativamente grandes, y economías más diversificadas han obtenido mejores resultados que otros desde el derrumbe del precio del petróleo”, afirmó Ayhan Kose, director del Grupo de Análisis de las Perspectivas de Desarrollo del Banco Mundial. “Sin embargo, la mayoría de los países exportadores de petróleo siguen encarando desafíos fiscales importantes en vistas de la reducción de las perspectivas de crecimiento de los ingresos desde 2014”.

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