Editores: España desprecia la cultura como motor de crecimiento

Los editores españoles consideran necesario poner en valor la creación cultural

libros-lectura-2012 Editores: España desprecia la cultura como motor de crecimientoEl sector del libro ha denunciado hoy, en la presentación del Informe sobre la situación de la industria y comercio del libro con respecto a la protección de la propiedad intelectual, que España no hace todo lo que debiera para defender el sector cultural como motor de creación de empleo, crecimiento económico y proyección internacional, informa la Federación de Gremios de Editores de España (FGE)

Según se detalla en el informe, las industrias culturales y la creación ocupan en Europa a entre 6,5 y 8 millones de personas y generan, en su conjunto, en torno a 560.000 millones de euros de valor agregado, lo que equivale al 4,5% del PIB europeo y al 3,8% del empleo.

En nuestro país, tomando los datos del anuario de Estadísticas Culturales de 2011, las industrias culturales alcanzaron los 41.000 millones de euros, el 3,7% del PIB, y más de 625.000 empleos de alta cualificación, un 3,1% del empleo total.

Con este informe, que se ha presentado en el I Encuentro Europeo de Editores, que se celebra en Madrid, el sector del libro español quiere poner de manifiesto la importancia económica de las industrias culturales y de la creación en el contexto actual y el valor intangible de la cultura en la construcción de las sociedades europeas.

Por todo ello, han reclamado a las autoridades españolas y europeas la necesidad de dar pasos valientes y decididos para que Europa siga manteniendo el liderazgo cultural que le ha caracterizado en la escena global y España continúe con el desarrollo interior y exterior. Para los editores españoles, es necesario afrontar la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual de manera que permita conjugar las oportunidades de crecimiento, conocimiento y desarrollo económico que ofrecen las industrias creativas y persiga de manera eficaz la vulneración de los derechos de propiedad intelectual.

En su opinión, la nueva Ley debería servir de instrumento pedagógico para la sociedad, con el fin de que se valore el conjunto de los contenidos culturales y la labor de creación y se elimine esa creencia de que la cultura ha de ser gratuita.

El presidente de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), Javier Cortés, ha asegurado que “los poderes públicos españoles han de ser conscientes de la importancia económica de este sector de contar con una normativa que proteja la creación, columna vertebral de la sociedad del conocimiento”. Según señaló, “resulta esencial que se adopten medidas necesarias proteger la creación y evite que el flujo de bienes culturales decrezca y merme su calidad, pues ello tendrá una repercusión en nuestra cultura, que es el mayor legado del que disponemos”.

El sector del libro como industria cultural y de difusión del conocimiento

Dentro de las industrias culturales, la del libro constituye la más importante en Europa, por delante de las de la música, del cine o de las artes escénicas. Las empresas editoriales europeas generan alrededor de 23.000 millones de euros de ingresos netos anuales (2.772 millones de euros en España) y, al contrario de lo que ocurre en otros sectores, como el tecnológico, Europa mantiene el liderazgo mundial de la edición. Entre los diez grandes grupos editoriales más importantes del mundo, de seis a ocho son europeos y, de ellos, uno español.

Los editores han querido destacar en el informe el papel singular que ha jugado la edición en la historia cultural y educativa de Europa, y su contribución en la configuración de los sistemas educativos, en la difusión de la ciencia, el pensamiento y la literatura. Javier Cortés, ha recordado cómo “nuestra historia democrática no podría entenderse sin los grandes proyectos culturales y educativos que han representado editoriales como Planeta, Santillana, Alianza, Seix Barral, Salvat, Alfaguara, SM, Edebé… entre otras”.

El sector editorial ante el nuevo escenario digital

El informe incide en el esfuerzo inversor que han realizado las editoriales españolas para adaptarse a los nuevos usos y hábitos de consumo que han abierto las nuevas tecnologías. Recuerda como el número de títulos editados en formato digital en 2011 ascendió a 40.328, un 243,3% más que en el año 2010 (576,6% más con respecto a 2009). Sin embargo, estas cifras no han tenido una correlación en la facturación del sector, ya que las ventas sólo crecieron en 2011 un 3% más que en el ejercicio precedente, hasta alcanzar los 72,60 millones de euros.

Asimismo, recoge los datos del Observatorio de Piratería Hábitos de Consumo de Contenidos Digitales 2012, elaborado por la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos, que señala que la mitad de la población internauta consigue ilegalmente contenidos y, de ellos, el 12% descarga libros (un total de 226,9 millones de descargas ilegales, por un valor de 586,2 millones de euros).

Estas cifras no están muy alejadas del resto países de nuestro entorno o de aquellos que cuentan con un potente sector editorial, salvo en EEUU y Gran Bretaña. Así, en Francia, la facturación del libro electrónico en 2010, representó el 0,5% del sector; en Alemania, el 1%, en Italia, entre el 1 y el 2%; en Japón, el 1,1%. En EEUU representó el 8% y en Gran Bretaña, el 5,8%.

Para los editores, en este nuevo mundo de hábitos culturales los marcos legales no están avanzando al mismo ritmo, por lo que consideran que es necesario avanzar de forma más rápida en la creación de una legislación que haga posible acomodar los negocios vinculados a las industrias culturales a esta nueva realidad de tránsito hacia la sociedad global digital. Consideran que la denominada “Ley Sinde” no ha cumplido el cometido para el que fue creada. El efecto real de la Comisión, en lo que se refiere al sector editorial, ha sido lograr la eliminación de la red de cuatro libros ilegales frente a los 226,9 millones de accesos ilegales.

El informe menciona algunas de las legislaciones que ya se están aplicando en el entorno europeo y EEUU para la defensa de la propiedad intelectual de los contenidos culturales, con el objetivo de que se analicen para avanzar en la legislación española.

En España, la industria editorial mueve anualmente cerca de 3.000 millones de euros, un 0,7% del PIB, y da empleo directo e indirecto a más de 30.000 personas. Las 840 empresas editoriales agrupadas en la FGEE representan cerca del 95% del sector y a lo largo de 2011 publicaron más de 284 millones de libros y editaron más de 83.000 títulos con una tirada media por título de 3.441 ejemplares. En el ámbito exterior, el sector del libro español exportó libros por un importe total de 482,44 millones de euros, lo que supuso un incremento del 5,38% con respecto a 2010.

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