El actor Juan Diego padrino de la 25º edición de El alcalde de Zalamea

El actor Juan Diego ha sido presentado como padrino del 25º Aniversario de la representación de la obra de Calderón de la Barca El Alcalde de Zalamea, que se celebra cada verano en Zalamea de la Serena (Badajoz) desde hace 25 años.

Se trata de una cita veraniega de teatro popular que este año 2018 tendrá lugar del 16 al 19 de agosto, y que cuenta con la participación de actores no profesionales pertenecientes a la localidad de Zalamea de la Serena. Una representación que constituye uno de los montajes teatrales más grandes de España, reuniendo a más de 700 actores. 

La presentación de Juan diego como padrino tuvo lugar en una ceremonia  celebrada el 2 de julio de 2018 en el Hogar Extremeño de Madrid, con la presencia de numerosos actores venidos expresamente para la ocasión de Zalamea de la Serena y que, vestidos y ataviados conforme a sus papeles, desarrollaron allí mismo uno de los sketches cumbres de la obra. 

Escrita en 1636 por Calderón de la Barca, El alcalde de Zalamea es una de las obras más conocidas de la literatura barroca. 

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Juan Diego por Curro Medina de Teatro Clásico

Juan Diego expresó su entusiasmo por formar parte de esta cita de teatro popular en la que la localidad de Zalamea de la Serena se traslada al siglo XVII para dar vida a una representación que involucra a más de 700 vecinos del municipio pacense. Con orgullo de padrino, se ha mostrado agradecido por formar parte lo que considera un binomio insustituible: pueblo y teatro, y ha manifestado su “admiración por la intervención de todos los habitantes de una localidad en un evento de esta categoría, de esta profundidad”.

Entre los padrinos de ediciones pasadas se encuentran también otros conocidos actores españoles como Verónica Forqué, Jesús Bonilla, Pepe Viyuela, Anabel Alonso, Roberto Quintana, María Galiana o Angy Fernández.

La representación vista como “crónica de un sueño”

El actual alcalde de Zalamea, Miguel Ángel Fuentes, agradeció a Juan Diego su presencia en el  feliz aniversario de una obra que supone “la crónica de un sueño, un ejemplo de que la cultura no se encuentra solo en los grandes museos y teatros sino también en los pueblos”. Para Fuentes, la representación de El Alcalde de Zalamea “es el montaje teatral más importante de nuestro país, en el que 700 habitantes de la localidad se implican para sacar adelante un evento único en España”. 

En el acto también ha estado presente el actor Miguel Nieto, director e impulsor de esta representación desde sus inicios, quien hizo una mención especial al padrino de esta edición, expresando que “25 años del esfuerzo de todo un pueblo tenía que ser compensado con un padrino tan importante como Juan Diego”. 

Nieto llegó en 1994 a la localidad de Zalamea de la Serena con el objetivo de montar una representación popular de una de las obras más importantes del Siglo de Oro. Veinticinco años después, el evento se ha convertido en una seña de identidad de la escena teatral nacional. El director ha destacado el carácter único de esta representación, pues la participación de los vecinos hace que haya “una enorme verdad en los personajes, ya que son los propios habitantes de Zalamea”

Nunci de León
Doctor en Filología por la Complutense, me licencié en la Universidad de Oviedo, donde profesores como Alarcos, Clavería, Caso o Cachero me marcaron más de lo que entonces pensé. Inolvidables fueron los que antes tuve en el antiguo Instituto Femenino "Juan del Enzina" de León: siempre que cruzo la Plaza de Santo Martino me vuelven los recuerdos. Pero sobre todos ellos está Angelines Herrero, mi maestra de primaria, que se fijó en mí con devoción. Tengo buen oído para los idiomas y para la música, también para la escritura, de ahí que a veces me guíe más por el sonido que por el significado de las palabras. Mi director de tesis fue Álvaro Porto Dapena, a quien debo el sentido del orden que yo pueda tener al estructurar un texto. Escribir me cuesta y me pone en forma, en tanto que leer a los maestros me incita a afilar mi estilo. Me van los clásicos, los románticos y los barrocos. Y de la Edad Media, hasta la Inquisición.

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