El Cantar de Mío Cid en la Biblioteca Nacional de España

El códice del ‘Cantar de mío Cid’ se expone por primera vez en su historia en la Biblioteca Nacional de España (BNE) en Madrid hasta el próximo 22 de septiembre (2019) en una exposición titulada ‘Dos españoles en la historia: el Cid y Ramón Menéndez Pidal’.

codice-mio-cid-expo El Cantar de Mío Cid en la Biblioteca Nacional de España

bne-expo-codice-mio-cid El Cantar de Mío Cid en la Biblioteca Nacional de España

La muestra se divide en dos zonas, la sala de las musas en el sótano y la antesala del salón general en la planta 2, donde se exhibe el códice con la caja que lo contiene junto a unos paneles explicativos. En la entrada a la sala se puede observar el mueble-Castillete que lo albergó, realizado por la familia Pidal.

La exhibición está sujeta a una serie de condiciones, solo pueden entrar veinte personas durante quince minutos, por lo que se deben preinscribir previamente para contemplarlo. El horario es estricto. Cierra domingos y festivos lo que no sucede con la ubicada en el sótano.

En la muestra, la urna reproduce exactamente las condiciones de conservación de la cámara -no puede superar los 21º de temperatura y el 45 % de humedad- y tiene alrededor «medidas de seguridad extremas». No se permiten fotos con flash ni infrarrojos.

Con un dibujo-homenaje de Mingote –hay en el interior otro del inolvidable Forges- se une la figura del Cid a uno de los principales impulsores de la recuperación del poema épico castellano, Ramón Menéndez Pidal (1869-1968).

Además de la exhibición del códice, la exposición pone de relieve la importancia de Menéndez Pidal en la cultura española del siglo XX a través de sus ‘gestas’ biográficas e intelectuales y recupera la relación del historiador con la figura del Cid, aquel que “a todos honra alcanza por el que en buen hora nació”.

Hay también elementos de las distintas artes sobre el Cid desde novelas, teatro, pintura, hasta por ejemplo, el cómic de Antonio Hernández Palacios (1921-2000) quien hizo cuatro volúmenes sobre el héroe castellano pero no pudo culminar su gigantesca obra histórica que se puede encontrar en su obra reeditada ‘El Cid integral’.

el-cid-poster El Cantar de Mío Cid en la Biblioteca Nacional de EspañaNo podía faltar la película protagonizada por el actor Charlton Heston (1923-2008) y rodada en España en 1961. Entonces fue determinante el dictamen de Menéndez Pidal, quien fue favorable al guión y se entrevistó con el productor Samuel Bronston (1908-1994) y los principales actores, incluido el propio Heston.

Por cierto, y si se me permite un inciso, uno de los detalles que agradó al filólogo e historiador español es que los moros eran españoles, tanto como, por ejemplo, Abderraman III (891-961) cuyo busto fue retirado de la plaza del municipio zaragozano de Cadrete debido al revisionismo histórico de los ultras de Vox.

También mencionar –aunque no aparece reseña en la muestra- que el Cid forma parte de la letra del Himno del Riego, himno no oficial pero sí oficioso de la Segunda República española. En su segundo párrafo aparece:

“¡De nuestros acentos
el orbe se admire
y en nosotros mire
los hijos del Cid!”

Y es que el propio Menéndez Pidal señalaba que la ejemplaridad del Cid “puede continuar animando nuestra conciencia colectiva”.

Historia del códice del Mío Cid

Doscientos años después de la muerte de Rodrigo Díaz de Vivar (1048-1099), un autor desconocido compuso el cantar de gesta que narraba las hazañas del Cid. Los ‘azares’ del códice empezaron alrededor del siglo XVII, cuando el documento -una transcripción del original desaparecido- quedó albergado en el convento de Clarisas de Vivar del Cid, en Burgos.

Después fue pasando de mano en mano de eruditos, el último el bibliógrafo Pascual de Gayangos (1809-1897) quien recibió una oferta del Museo Británico para adquirirlo pero terminó vendiéndolo a Pedro José Pidal (1799-1865) en 1851 para evitar que saliera de España. La familia mandó construir un mueble en forma de castillo medieval tallado en una viga del antiguo templo de Covadonga –destruido por un incendio en 1777- que también se expone en la BNE.

La Fundación Juan March compró el Códice de Vivar a la familia Pidal por diez millones de pesetas en 1960 para donarlo posteriormente al estado y el pasado 30 de diciembre, lo donó a la Biblioteca Nacional para que sea contemplado el manuscrito por primera vez en más de seis siglos. La Fundación Ramón Menéndez Pidal también ha colaborado con la exposición pública.

El manuscrito se encuentra habitualmente en una cámara de seguridad junto a otros ejemplares históricos, como los de ‘El Quijote’.

  • ‘Dos españoles en la historia: el Cid y Ramón Menéndez Pidal’
    Biblioteca Nacional de España (Paseo de Recoletos)
    Sala de las Musas y Antesala Salón General
    Del 5 de junio al 22 de septiembre de 2019 (22:09:2019)
  • Entrada gratuita.
    Sala de las Musas, de lunes a sábado de 10 a 20 horas. Domingos y festivos de 10 a 14 horas.
    Antesala Salón General, de lunes a viernes de 9 a 20 horas. Sábados 9 a 14 horas. Domingos y festivos, cerrado.
Jesús Cabaleiro Larrán
Periodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona, rama Periodismo con cursos de doctorado, estudios sobre Marruecos contemporáneo y el Sáhara Occidental. Más de 35 años de periodismo, la mayoría en prensa escrita, ha trabajado a ambas orillas del Estrecho de Gibraltar, casi 13 años en el extinto diario El Faro Información, en Algeciras, donde empezó de redactor y del que fue su último director y en Tánger dos años en un diario digital. Además ha participado en la mayoría de los Congresos de Periodistas del Estrecho desde el inicial en 1993 hasta 2019. Titulado en ajedrez por la UAH y UNED. Amante de Portugal. Ha publicado un libro, ‘Artículos periodísticos. Apuntes para la historia de la prensa de Algeciras’.

1 COMENTARIO

  1. El Cid roba a la comunidad judía porque está buenísimo robar a los judíos, ya que son regicidas, y justifica la matanza de niños y mujeres moras por el sólo hecho de pelearse por un reyezuelo de turno y buscar su benevolencia nuevamente. Un poema horrendo en todo sentido, inculca una conciencia nacionalista fascista de corte étnico supremacista.

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