El Nobel a Peter Handke hace flaco favor a los derechos humanos

Hace dos días se conmemoraba el día internacional de los derechos humanos, el mismo día que ha elegido la Fundación Alfred Nobel para rendir homenaje y celebrar a sus premiados en diferentes disciplinas en sendas capitales nórdicas: Estocolmo para medicina, física, química, economía y literatura, y Oslo para premiar el Nobel de La paz.

Teniendo en cuenta los criterios de la Fundación para premiar a los candidatos, sus valores anunciados y sus fines de promover lo mejor de la humanidad, y reconociendo que no es la primera vez que se equivoca, esta vez el error plantea más de una sospecha.

El premio Nobel de la Paz a Obama pasará a la historia como premio a una promesa que no se concretó. También es conocida esa «enfermiza» obsesión con premiar a criminales de la guerra que llegan a un acuerdo de Paz. Sin embargo, el premio de literatura de este año plantea una seria duda, especialmente para aquellos que sufrieron la guerra de los Balcanes.

Peter Handke escribirá muy bien (desconozco su obra), y probablemente se merezca el premio como escritor, aunque autores premiados con el Nobel criticaron su calidad de escritor, como la escritora Joyce Carol Oates o el crítico literario medio compatriota de Handke Slavoj Zizek; ¿Pero es suficiente con ser un buen escritor para merecerlo? ¿O tiene que reunir más valores dignos de la universalidad que pretende promover el Nobel?

Resulta que el escritor austriaco apoyó con entusiasmo el genocidio serbio en los Balcanes, fue entusiasta de Milosevic y sus milicianos paramilitares, y cuando el mundo clamaba contra el genocidio que tenía lugar en los Balcanes, clamor que llegó muy tarde, él escribía artículos denunciando la conspiración imperialista y defendía los crímenes del régimen autoritario de Slobodan Miloseviç.

La indignación por la insensibilidad del Comité del Nobel de Literatura llevó a los países de la región como Bosnia Herzegovina, Croacia, Macedonia, Kosovo, Albania, así como Turquía (con influencia histórica en la zona) a boicotear la ceremonia por este polémico premio.

Como los ejemplos suelen ayudar a aclarar conceptos e ideas, imaginemos que el premio es otorgado a un escritor filonazi o antisemita. ¿Creen que habría pasado el corte?

Dejo el final del artículo para que lo acabe cada uno a su modo de ver.

1 COMENTARIO

  1. Bueno. Respetando la opinión del articulista, voy a exponer la mía. Al fin y al cabo cada uno tiene la suya. ¿Y de eso se trata no? De que Peter Handke tiene sus opiniones y habrá que respetarlas también.

    Lo que hay que valorar es si escribe bien o mal, para eso es el Nobel de literatura. Si en Austria no lo han detenido o multado por apología del genocidio (y Austria en este tema creo que es muy sensible) pues entonces seguro que lo que dijo o escribió no es tan grave. Y si no tiene relevancia penal, no veo por qué tiene que tenerla en un premio Nobel.

    Otros premios Nobel de literatura fueron Mario Vargas Llosa o Camilo José Cela. El primero claro partidario del neoliberalismo y el segundo a favor del bando franquista. ¿Escribían bien? ¿Sí? Pues es lo que importa.

    Las ideas son peligrosas cuando el que las profesa tiene la posibilidad de llevarlas a la práctica. A mí me preocuparía que un alto oficial del ejército propusiera un golpe de estado. Pero no me preocuparía lo más mínimo que el golpe de estado lo propusiera mi cuñado. Pues aquí igual, lo que piense Handke sobre la guerra de los Balcanes es irrelevante. Si hay gente que se ofende, lo siento, pero este señor piensa así, no se le puede tapar la boca porque alguien se ofenda. ¿Escribe bien? Pues Nobel y punto.

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