Entender el arte es más gratificante que solo verlo

El espectador de una obra de arte se siente más complacido cuando gracias a sus conocimientos la entiende y la puede interpretar con autoridad.

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Las gratificaciones que las artes proporcionan a los aficionados son mayores a medida que aumentan los conocimientos sobre lo que se ve, lo que se lee o lo que se escucha.

A esto ayudan los conocimientos que se adquieren a través de los estudios de la historia del arte y de las lecturas sobre aquellas manifestaciones artísticas que se han consolidado a través de los siglos y también de las que se producen incesantemente en la actualidad.

Un libro de reciente publicación, «Leer la pintura» (Larousse), es un práctico manual para entender la pintura, desde la prehistoria al arte abstracto, escrito con intención pedagógica y un lenguaje asimilable por todos los públicos.

Partiendo del hecho de que la educación del gusto condiciona la comprensión de una obra de arte y de que el significado de un cuadro no es ajeno al de la cultura y la época en la que se produjo, Nadeije Laneyrie-Dagen, la autora de «Leer la pintura», profesora de Historia del Arte de la Universidad de París, explica los conocimientos históricos y técnicos sobre los cuadros sin desdeñar la intuición del espectador a la hora de analizarlos.

Los contenidos de «Leer la pintura» se organizan en torno a seis grandes apartados que van marcando los criterios que sustentan los análisis de una obra de arte pictórica. Partiendo del cuadro como objeto, es decir, atendiendo a la autoría, la fecha, el título, la técnica, los soportes y las dimensiones, se hace un viaje a lo largo de la evolución de la pintura analizando aspectos como el tema, el color y los estilos.

Los dos capítulos más extensos se dedican a la composición y a la figura. Se explican, con ejemplos muy pertinentes, los conceptos de encuadre, formato, simetría y asimetría y los recursos de la perspectiva.

La figura humana como tema principal a lo largo de la historia del arte es estudiada aquí en todas sus dimensiones y en las interpretaciones a las que su utilización ha dado lugar.

Desde el retrato a las escenas de calle protagonizadas por hombres y mujeres de todas las épocas y clases sociales, se analizan asimismo las razones de la erotización de la figura femenina en la pintura y la utilización del cuerpo de la mujer tanto para la seducción y la representación de las pasiones como para la denuncia social a través de la explotación laboral y la prostitución.

El papel de la religión y de la mitología en la pintura, la evolución del concepto de belleza a través del tiempo, la Historia como tema recurrente, el retrato y el autorretrato, los paisajes y los bodegones, la función del arte como elemento moralizante, el mecenazgo y la aparición de los mercados, los marchantes y las galerías, las aportaciones de la anatomía a la pintura… son algunas de las lecciones de este manual, de lectura muy recomendable para entender la pintura en todas sus dimensiones.

Nadeije Laneyrie-Dagen consigue además que su lectura resulte muy amena al intercalar con frecuencia anécdotas y curiosidades relacionadas con los cuadros que se analizan y con los artistas que los han creado a lo largo de la historia.

Lecciones de arte para niños

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Cada vez es más frecuente encontrarse en los museos con grupos de niños conducidos por profesores que les explican algunos principios sobre el arte y su historia en presencia de los cuadros ante los que muestran una atención a veces sorprendente. Es una forma efectiva de introducir a los más pequeños en el conocimiento del arte y de sus protagonistas. Otro procedimiento es el de procurarles los materiales adecuados para que ellos mismos descubran las grandes obras y a los grandes artistas.

Para ellos están pensados libros como «Maestros de la pintura. Una historia del arte para niños», de Mick Manning, que acaba de publicar la editorial Anaya. Los autores hacen aquí un recorrido desde las pinturas rupestres de Lascaux (15.500 a.C) hasta movimientos de vanguardia como el Pop art y el expresionismo abstracto.

Lo hacen sirviéndose no sólo de las reproducciones de los cuadros de los que hablan sino también de los dibujos didácticos de la ilustradora Brita Granström que complementan las historias, las biografías y las anécdotas de los creadores de los cuadros.

La mayor parte de los artistas son muy conocidos (Velázquez, Goya, Botticelli, Miguel Ángel, Leonardo, Rembrandt, Van Gogh, Picasso o Pollock) y otros no tanto (Paolo Uccello, Anders Zorn).

Casi todos son europeos o americanos, pero no faltan representantes del arte oriental como el chino Shen Zhou (1427-1509), el indio Mir Kalan Khan o el japonés Katsushika Hokusai.

Como ocurre con las otras historias del arte, casi todos son hombres, pero se agradece que en esta introducción al arte para niños haya un considerable plantel de pintoras: Rachel Ruysch (1664-1750), Tamara de Lempicka, Georgia O’Keeffe, Frida Kahlo, Laura Knight…

Unas lecciones de pintura ideales para que los niños se inicien en la historia del arte, si es posible en compañía de sus padres y educadores.

Francisco R. Pastoriza
Profesor de la Universidad Complutense de Madrid. Periodista cultural Asignaturas: Información Cultural, Comunicación e Información Audiovisual y Fotografía informativa. Autor de "Qué es la fotografía" (Lunwerg), Periodismo Cultural (Síntesis. Madrid 2006), Cultura y TV. Una relación de conflicto (Gedisa. Barcelona, 2003) La mirada en el cristal. La información en TV (Fragua. Madrid, 2003) Perversiones televisivas (IORTV. Madrid, 1997). Investigación “La presencia de la cultura en los telediarios de la televisión pública de ámbito nacional durante el año 2006” (revista Sistema, enero 2008).

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