El pasado viernes 24 de julio el KS Cracovia pudo levantar 72 años después un título oficial en el fútbol de Polonia. Se trataba de su primera e histórica Copa, obtenida ante el hasta entonces vigente campeón, Lechia Gdansk, tras una agónica prórroga por 3-2. Sin duda, un partido que será recordado durante mucho tiempo.
Los conocidos como Pasy (los cinturones) rojiblancos tuvieron que remontar dos veces un resultado adverso y conseguir el gol del triunfo a tres minutos del final. Se daba la circunstancia, además, que su contrincante tiene muy buenas relaciones con su archirrival local, el Wisla Cracovia.
El partido contó con público, un total de 3500 espectadores que cumplieron las normas de seguridad ante la pandemia. No faltó la referencia a la actualidad y los aficionados del Cracovia desplegaron una pancarta dirigida al ministro de Sanidad, Lukasz Szumeovski, «ministro le recuerdo la obligación de cubrirse la nariz y boca» y es que, anteriormente, el miembro del ejecutivo no hacía esta recomendación.
La actual temporada acabó séptimo y debe disputar el 9 de agosto la Supercopa, la primera en su historia, ante el Legia Varsovia, actual campeón de Liga, la Ekstraklasa y al que, precisamente, eliminó en las semifinales de Copa.
Todo en este club que lleva el nombre de su ciudad ha sido conseguido con esfuerzo, Cracovia, -con más de 770.000 habitantes y cuyo casco antiguo es patrimonio de la humanidad por la Unesco desde 1978- cuenta con uno de los derbis locales más violentos dentro del fútbol conocido como ‘Guerra Santa’ (en polaco, Święta Wojna).
El KS Cracovia nació en 1906, -en concreto, el 13 de junio- el mismo año que el Wisla Cracovia, -fue en septiembre-, conocido como el Estrella Blanca, y su enfrentamiento ya empieza desde entonces. Su primer partido fue en septiembre de 1908 y acabó en tablas, 1-1.
En 1921 consigue ser el primer equipo en conseguir el Campeonato de fútbol de Polonia pero hasta en esto hay polémica. El primer Campeonato fue creado por la Asociación Polaca de Fútbol iniciándose desde 1921 hasta 1926, en que pasa al formato y al nombre de Liga Polaca de Fútbol, cuestión a la que se opuso el KS Cracovia por considerar este cambio influencia de militares tras el golpe de estado de 1926. Así que en la primera Liga no participó ganándola precisamente su gran rival, el Wisla Cracovia, que presume así de ganar la denominada primera liga que repetiría un año después.
Fue entonces donde nació el apodo de Guerra Santa, inicialmente por la hinchada judía que apoyaba a cada equipo, Maccabi y Jutrenka de Cracovia, pero fue el jugador de origen judío, Ludwik Gintel (1899-1973), quien se incorporó al Cracovia, el que popularizó el término, tras decir «vamos a esta guerra santa, caballeros», que pasó a una canción de la banda Andrusy y permanece hasta hoy.
Como detalle de este periodo, mencionar que los polacos hicieron en 1923 un viaje a España, cosechando una victoria ante el Sevilla 3-2, un empate ante el Barcelona 1-1 y dos derrotas, ante Real Madrid y Valencia.
Es el periodo de entreguerras donde más títulos consiguieron los rojiblancos ya que obtuvieron tres (1930, 1932 y 1937) superando así a las dos de sus vecinos. Llega la Segunda Guerra Mundial y en 1943 se juega un partido no oficial que terminó en tangana al pitarse un penalti a favor del Cracovia. Entonces el club protegió a los judíos –de ahí su vinculación y el nombre de un grupo de sus seguidores, ‘La banda de Judas’-. Hay que recordar que Cracovia sufrió una tremenda persecución y exterminio de los judíos reflejada en la gran pantalla en cintas como la conocida ‘La lista de Schindler’-. Por este motivo guarda una buena relación con el Ajax de Ámsterdam.
Esta conexión persiste hasta la actualidad y los aficionados del Cracovia, de mayoría católica, también se solidarizan mostrando la Estrella de David en una especie de unión de religiones. Por este motivo, los ultras del Wisla, que desde su nacimiento quiso identificarse como polaco cien por cien sin mezclas, tildan despectivamente de «judíos» a sus rivales, estos les responden calificando de «perros» a los de la estrella blanca, en alusión a su vinculación posterior en la etapa comunista con la policía.
Luego de la liberación de Polonia se disputó un partido entre los dos clubes locales, con los espectadores cantando el himno nacional polaco, y que ganó el Wisla 2-0. Pero, tras el largo conflicto bélico europeo, todo cambió en el país, desde las fronteras hasta la organización y clubes de fútbol.
El primer campeonato tras la guerra, en 1948, volvió a revivir la Guerra Santa ya que ambos equipos llegaron igualados al final por lo que fue necesario un tercer partido de desempate donde los Pasy se impusieron tras remontar un gol inicial, 3-1. Es el derbi más recordado y fue su último título oficial, su quinta liga, hasta el del pasado viernes 24 de julio de 2020, 72 años después.
Y es que la reorganización del fútbol de Polonia, siguiendo el ejemplo de la Unión Soviética, fue letal para el club, hasta acabar en 1954 en la Segunda División. Incluso le cambiaron su nombre y camiseta rojiblanca que no recuperó hasta 1955.
Mientras las autoridades, a través de la Policía, apostaban por su rival, el Wisla, que no dejó la máxima categoría nacional.
Hasta finales de los años sesenta fue un club ‘ascensor’ viviendo además la tragedia de incendiarse su estadio en 1963 por lo que tuvo que jugar de prestado en otros recintos de la ciudad hasta 1966. Fue el peor período de su larga historia que se prolongó con más descensos hasta 1978 en que pudo regresar a la Segunda División y en 1982 a la Primera.
Desde entonces vivió entre distintas categorías hasta asentarse definitivamente desde 2004 –salvo un efímero descenso- en la máxima categoría del fútbol polaco, la Ekstraklasa, llegando en 2007 a reverdecer laureles acabando cuarto y jugando en competiciones europeas.
Volviendo a la Guerra Santa, el British Daily Mail lo califica como el 13º mayor del mundo en el fútbol. Es también de los más violentos, hubo ocho muertos en diez años de enfrentamientos. Son ya 199 partidos disputados -106 oficiales-, 90 a favor del Wisla, 64 del Cracovia y 45 empates. La mayor goleada para el Wisla fue 7-1 en 1940 durante la ocupación nazi en partido no oficial y para el Cracovia 5-0 durante la temporada 1934-35. También se recuerda otro encuentro en 1925 que acabó con el empate con más goles, 5-5.
Los dos grandes aficionados del KS Cracovia fueron el mariscal y primer presidente de la segunda república polaca, Josef Pisuldski (1867-1935) y el papa Juan Pablo segundo (1920-2005), que contaba con una bufanda en El Vaticano, recibió en 2005 al equipo y fue entonces retirado el dorsal ‘1’ en el club en su honor.
Precisamente Josef Pisuldski da nombre a su actual estadio, con capacidad para 15.000 espectadores, que se encuentra a menos de un kilómetro del vecino Wisla por lo que las peleas entre aficionados son frecuentes. El recinto se llamaba así desde 1936, tras la Segunda Guerra Mundial su nombre fue cambiado por el del médico Edward Cetnarowsky (1877-1933), muy vinculado al club, y volvió al original, ya tras 1991. Fue reconstruido recientemente en 2010 por una firma arquitectónica española.
