Un estudio científico realizado por la Universidad de Alcalá de Henares publicado en el European Journal of Nutrition analiza la evidencia en torno a algunos suplementos nutricionales que se venden para aumentar la fuerza o la masa muscular.
Los suplementos nutricionales comercializados que supuestamente tienen la misión de aumentar la hipertrofia muscular y la fuerza, en la revisión de 20, tales como los aminoácidos ramificados, los suplementos vitamínicos o la argina, no se encontró evidencia que apoyase el comsumo de otros suplementos como la glutamina o el resveratrol.
A pesar de la gran cantidad de suplementos nutricionales disponibles, muy pocos tienen la suficiente evidencia científica que apoye su consumo para favorecer la hipertrofia muscular o la fuerza. De hecho, en algunos de los analizados carecían de igual forma de evidencia sobre la efectividad o seguridad y algunos, se han asociado incluso a efectos adversos al ser consumidos en grandes dosis; por ejemplo, el tribulus terretris, la arginina o el alfa-ketoglutarato. Curiosamente, tan solo unos pocos (en concreto el nitrato y la cafeína) mostraron suficiente evidencia para apoyar sus beneficios sobre la fuerza inmediatamente tras su toma. En un consumo a largo plazo, la creatina, proteínas y ácidos grasos omega 3 mostraron suficiente evidencia que apoyase sus beneficios en la masa o la fuerza muscular, ya sea para aumentarla en personas sanas o para disminuir su pérdida en el caso de personas mayores u hospitalizadas.
Los suplementos suelen ser dispensados sin control alguno y son consumidos tanto por deportistas como por la población general, sobre todo si practica algún deporte. Se pueden encontrar fácilmente tanto en gimnasios como en supermercados y las personas que los venden, por lo general, no está cualificadas ni tienen la formación debida para asesorar qué suplemento debe ingerir y cuál no.
Según aconseja de Pedro L. Valenzuela, coautor del estudio, «Las personas que busquen aumentar la masa muscular o la fuerza deben intentar conseguir ese aporte de macronutrientes (especialmente proteínas) y micronutrientes (vitaminas, minerales) mediante una alimentación adecuada, antes de acudir a los suplementos nutricionales. Además es importante remarcar el papel del ejercicio físico (especialmente de fuerza, es decir, pesas) para aumentar la masa muscular y la fuerza en cualquier población, incluidas las personas mayores. Sin esto poco podremos conseguir por muchos suplementos que tomemos”.
Los investigadores han recalcado que hay que ser críticos a la hora de elegir qué consumimos y remarcan que otros estudios realizados han observado que muchos suplementos comercializados contienen sustancias que no están especificadas, (algunas prohibidas por la Agencia Mundial del Antidopaje) que se ingieren sin control médico. Por ello, es importante aconsejan a las autoridades sanitarias que se genere una normativa al respecto que sea más estricta, de forma que se comercialicen solo aquellos que pasen por un control médico-farmacéutico. En todo caso, si usted los ingiere sin que su médico de familia lo conozca, debe en cuanto antes, comentárselo para que le conste y lo haga figurar en su historia clínica por los posibles efectos adversos.