La página de las lenguas que han desaparecido

En un emocionado artículo, titulado “Declaración de amor a una página de Wkipedia”, el periodista Xavier La Porte rinde homenaje, en el digital francés Rue 89, a un página del diccionario de origen colectivo Wikipedia, que hay que buscar como “lista de lenguas por orden de desaparición” (en principio en inglés).

Resumiendo, se trata de un lugar virtual en el que existe un inventario de los idiomas que han ido desapareciendo del planeta, convirtiéndose en “lenguas muertas”, encabezado por la más reciente, la última en el tiempo, que es precisamente la “Wishita”, idioma original de Oklahoma, desaparecido el 30 de agosto de 2016 cuando murió una señora llamada Doris MacLemore, porque, evidentemente, “las lenguas mueren con la última persona que las habla”, a pesar de los esfuerzos por conservarlas.

La desaparición de una lengua significa también “la pérdida de una cultura, de una forma de decir y de estar en el mundo”, añade.

La página de Wikipedia recuerda que en febrero de este mismo año desapareció el dialecto “Nuchatlaht”, perteneciente a la familia lingüística del “Wakashan”, que hablaba hasta entonces un único habitante de la Columbia Británica llamado Alban Michael.

Como para todo, hay años que son pésimos para las lenguas. El autor del artículo señala que uno de esos fue 2009, cuando desaparecieron tres dialectos de la región del Andamenese en India, el “Nyaweigi” en Australia, dos dialectos tupi en Brasil, el “Aribwatsa” en Papúa Nueva Guinea, el “Lelak” en Malasia y el “Papora-Hoanya” en Taiwan.

hazel-sampson-600x450 La página de las lenguas que han desaparecido
Hazel Sampson

La Porte explica que “ama” especialmente la página de Wikipedia cuando además de la muerte de una lengua ofrece una ficha de la última persona que la conocía, incluso con su foto, como ocurre con la de la anciana Hazel Sampson, quien posa al sol con un abrigo, muerta a los 103 años en el Estado de Washington, quien fue el último ser humano que hablaba “Kallam”, el idioma de la tribu del mismo nombre.

Boa Sr

O la de la señora Boa Sr, nacida en 1925 en las islas Andamán y muerta en India, en el hospital de Port Blair, en enero de 2010, llevándose con ella la lengua “Aka-bo”, sobrevivió a la epidemia que diezmó su tribu, a la ocupación japonesa durante la Segunda Guerra mundial y al terremoto de 2004, y tras el fallecimiento de sus padres se convirtió en la última persona hablante de l lengua “Aka-bo”. Boa Sr no tenía hijos y hablaba a los otros andamaneses en el idioma “Gran andamanés”, una mezcla de los diez idiomas de las islas del Estrecho, a 85 kilómetros al este de Port Blair, lugar al que los traladó el gobierno indio en loa años 1970, “para proteger su cultura”, además de en un dialecto andamanés del Hindi. Cantaba a los pájaros en Aka-bo en la creencia de que eran sus antepasados.

“Lo maravilloso es que esa página de Internet, tan criticado por imponer la lengua dominante, se transforma en una especie de Babel donde pueden escucharse algunas de esas lenguas perdidas, encontrar lenguas muertas, otras casi muertas, lenguas que carecen de escritura…y conocer las vidas de quienes las hablan, o las hablaron”.

Cristina Calderón

Y así nos enteramos de quienes son las últimas personas vivas, hablantes únicos de alguna lengua condenada a desaparecer pronto: Cristina Calderón, nacida en 1928, quien desde 2005 es la última hablante de “Yagán”, la lengua de un pueblo amerindio nómada de las islas y canales del extremo sur de Chile y Argentina; Edwin Benson, nacido en 1931, único conocedor del “Mandan” (Wikipedia no aclara el lugar de procedencia de esta lengua) Charlie Munguida, último hablante nativo de “Amurdag”, idioma del norte de Australia; John Steckley, considerado el último hablante de “Wyandot”, aunque no es su lengua materna, también conocida como lengua de los Hurones, indígenas norteamericanos que vivían en pequeñas comunidades de hasta 1000 individuos y Verdena Parker, último hablante de “Hupa”, idioma de una tribu india originaria del sur de California.

En la actualidad unas 2500, de las cerca de seis mil lenguas vivas existentes, están seriamente amenazadas y próximas a su extinción. De ellas, a la mayoría sólo les quedan un puñado de hablantes ancianos, no existen personas jóvenes que la conozcan bien o la hablen con fluidez.

Como el autor es francés no puede evitar interrogarse acerca de la última lengua desaparecida en su país: fue en 1991 y se trataba de un dialecto vasco (basque, en este caso), al parecer sin nombre. En España, Wikipedia censa once lenguas muertas – Aquitana, Arabe Andalusí, Celtíbero, Cántabro, Celta Galaico, Lenguas Hispano Célticas, Ibero, lenguas Guanches, Lusitana, Sorotáptica y Tartesa- y una sucategoría: el idioma Mozárabe.

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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