La plaza de Bolívar

Siempre he recalcado que los medios de comunicación ejercen un inmenso poder inductivo, que hace que todo lo que en ellos se diga o se escriba, mal o bien, tienda a arraigarse en el vocabulario. Por tal razón esa bondad no debe usarse de manera muy a la ligera, pues el resultado pudiera ser igualmente provechoso que dañino.

Es encomiable que muchos usuarios habituales de la expresión escrita y oral se esmeren por usarla de la mejor manera, y en tal sentido, constantemente lo demuestren con un vocabulario que día a día se enriquece. Eso es satisfactorio, pues es su obligación moral; pero existen casos en los que la intención no es sino una forma de aparentar que son personas muy cultivadas, muy instruidas, y de manera frecuente apelan a palabras y frases que por lo general desconocen.

Hoy les hablaré de la frase que sirve título a este artículo, que si bien es cierto no es muy común en el léxico de los venezolanos, vale la pena analizarla en virtud de disipar las dudas. Con este comentario espero satisfacer la inquietud de varios amigos que en reiteradas ocasiones me han pedido que escriba algo al respecto.

Escribir o decir la plaza de Bolívar no constituye ninguna impropiedad, toda vez que desde el punto de vista gramatical es perfectamente válida. Lo que inquieta a muchas personas, entre las que me incluyo, es que algunos locutores y otros que simplemente son usurpadores del noble oficio del micrófono, se empeñen en decir plaza de Bolívar y no plaza Bolívar, como se usa en Venezuela desde tiempos inmemoriales.

Si a esas personas se les pidiera una explicación sobre el porqué de su preferencia por la referida frase, no mostrarían ningún argumento sólido. Se limitarían a decir que «así se dice en Colombia». Yo les preguntaría: ¿y?

Es cierto que en el país neogranadino es común la plaza de Bolívar; pero eso no implica que en el resto de los países de habla hispana, especialmente en los que libertó el Genio de América, se deba imitar a los vecinos. Es como si a alguien en Venezuela o en otro país de Sudamérica  se le ocurriera decir que la forma  de segunda persona del plural es vosotros, porque así se dice en España.

Me parece una necedad el hecho de que en las instituciones educativas sigan empeñados en enseñar la conjugación castellana con la forma vosotros, que no estaría mal; pero no es propia de la identidad de los nacidos en la América hispana. Si en Venezuela, país caracterizado por el humor a flor de labios de su gente, a alguien se le ocurriera decir vosotros sois, en vez de ustedes son, lo más probable es que lo tilden de loco u homosexual, y con toda seguridad más de uno podrá decir que no lo conoce por loco.

Y no es que se deba cuestionar la referida forma, sino que así no hablan los bolivianos, colombianos, los ecuatorianos, los panameños, los venezolanos, con contadas excepciones que se localizan en ciertos estratos sociales de esos países en los que por razones protocolares y de otra índole, apelan a la forma castiza.

Volviendo a la plaza de Bolívar, es necesario señalar que la preposición «DE» indica varias cosas, por lo que es fundamental conocer cada uno de sus usos. Se emplea para  mostrar pertenencia o posesión: «El libro de Juan»; «El sombrero de Luisa»; «El azul del cielo»; «El poder del Rey». Materia: «mesa de madera»; «casas de cartón»; «techos de cinc»; «tubos de acero». Asunto: «libro de historia»; «laboratorio de química», «ciencias de la comunicación social»; «estándares de calidad». Cualidad: «gallos de raza». Origen o procedencia: «Vengo de casa»; «El joven aspirante es de familia humilde». Modo: «De pies, por favor»: Tiempo: «De noche todos los gatos son pardos». Aposición: «Calle de Alcalá». Realce de una cualidad: «El ingenioso de Pedro». Condición: «De haber estado allí, lo hubiera visto».

La plaza de Bolívar es una frase en aposición, asunto que seguramente ignoran muchos de los que la usan frecuentemente. Sobre aposición no voy a ahondar por ahora, pues ese asunto no lo manejo con facilidad, y además no es el tema principal de esta entrega.

Lo fundamental es tener presente que la plaza de Bolívar o Bolívar son dos formas correctas, y cada quien podrá usarlas en razón gusto. Sin embargo, es importante tener presente que, so pretexto de que en otro lado utilizan la preposición «DE», no es razón suficiente para que quieran imponerla, y eso, el querer imponerla, sí es lamentable.                                                                              

               

        

David Figueroa Díaz
David Figueroa Díaz (Araure, Venezuela, 1964) se inició en el periodismo de opinión a los 17 años de edad, y más tarde se convirtió en un estudioso del lenguaje oral y escrito. Mantuvo una publicación semanal por más de veinte años en el diario Última Hora de Acarigua-Araure, estado Portuguesa, y a partir de 2018 en El Impulso de Barquisimeto, dedicada al análisis y corrección de los errores más frecuentes en los medios de comunicación y en el habla cotidiana. Es licenciado en Comunicación Social (Cum Laude) por la Universidad Católica Cecilio Acosta (Unica) de Maracaibo; docente universitario, director de Comunicación e Información de la Alcaldía del municipio Guanarito. Es corredactor del Manual de Estilo de los Periodistas de la Dirección de Medios Públicos del Gobierno de Portuguesa; facilitador de talleres de ortografía y redacción periodística para medios impresos y digitales; miembro del Colegio Nacional de Periodistas seccional Portuguesa (CNP) y de la Asociación de Locutores y Operadores de Radio (Aloer).

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