La Unesco reconoce el alfabeto armenio

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) amplió el listado de patrimonio inmaterial sujeto a protección al incluir 35 manifestaciones culturales de los cinco continentes e inscribió dos estrategias en su registro de buenas prácticas para la salvaguarda.

En su XIV Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, que se ha llevado a cabo en Bogotá, el organismo tomó la decisión de incluir 35 candidaturas, entre ellas la cerámica de las localidades españolas de Talavera de la Reina y Puente del Arzobispo y de los estados mexicanos de Puebla y Txalaca.

El comité se reúne una vez al año para supervisar la aplicación de este instrumento jurídico ratificado por 178 estados.

La Unesco aprobó la solicitud de Ereván -capital de Armenia- para incluir el arte de la escritura armenia, ‘aypupén’ o abecedario armenio, en la lista del patrimonio cultural inmaterial.

De acuerdo con la Unesco, el arte de la escritura armenia incluye una rica cultura de decoración de letras y sus diversas aplicaciones. Se basa en el alfabeto armenio, creado en el año 405 y se distingue por una amplia gama de motivos decorativos, normalmente clasificados por sus formas, como pájaros, animales, personas, seres míticos o imaginarios.

Mesrób-Mashtóts-pórtico-Madenatarán-Ereván La Unesco reconoce el alfabeto armenio
Estatua de Mesrób Mashtóts emplazada en el pórtico del Madenatarán de Ereván

El abecedario armenio está compuesto por 38 letras, dos dígrafos o ligaduras (եւ, ու).

El sistema de escritura se debe al monje Mesrób Mashtóts (362-440), quien era lingüista y manejaba bien el griego y el siríaco, siendo uno de los doce alfabetos que existen a nivel global y continúan siendo utilizados en la actualidad.

Hacia fines del siglo IV Armenia, su cultura y religión se encontraban amenazadas por otros pueblos. Entre ellos sobresalían los persas, sin dudas, la potencia hegemónica de la región.
El rey armenio Vramshapúh (340-414) buscó la manera de fortalecer la identidad nacional como factor diferenciador frente a culturas de otros pueblos y vislumbró que sin un alfabeto que permitiera la enseñanza del idioma y de la religión, eso sería virtualmente imposible.

Como dato hay que recordar que los oficios religiosos -Armenia ya había adoptado el cristianismo como religión de Estado- se daban en griego y siríaco (sirio), pero estas lenguas no eran accesibles a la gente común, por lo tanto, era poco lo que entendían de la ceremonia. Frente a la expansión y la influencia del Zoroastrismo, el monarca se planteó la necesidad de traducir la Biblia y la liturgia cristiana.

Por entonces el rey conoció la existencia de unas cartas escritas en un antiguo alfabeto armenio, en poder de un obispo sirio de nombre Daniel. Mashtóts tomó contacto con esas cartas para poner nuevamente en circulación el alfabeto y difundirlo entre la población. El alfabeto fue la clave para la supervivencia de la cultura y la identidad armenia.

La primera frase escrita en armenio fue ՙՙՃանաչել զիմաստություն և զխրատ, իմանալ , զբանս հանճարոյ (Conocer la sabiduría y la instrucción, percibir las palabras de comprensión).

Entre las nuevas 35 manifestaciones inscritas en la lista de patrimonio inmaterial de la Unesco se encuentran el Carnaval de Podence, perteneciente al municipio de Macedo dos Cavaleiros, muy cerca de Bragança (Portugal), el canto bizantino (Grecia y Chipre); la morna, género musical de Cabo Verde que popularizó Cesária Évora (1941-2011); el arpa de Irlanda; el cultivo y explotación de la palma datilera (Arabia Saudí, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Irak, Jordania, Kuwait, Marruecos, Mauritania, Omán, Palestina, Sudán, Túnez y Yemen) y la música negra gnawa, de Marruecos, entre otras.

Jesús Cabaleiro Larrán
Periodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona, rama Periodismo con cursos de doctorado, estudios sobre Marruecos contemporáneo y el Sáhara Occidental. Más de 35 años de periodismo, la mayoría en prensa escrita, ha trabajado a ambas orillas del Estrecho de Gibraltar, casi 13 años en el extinto diario El Faro Información, en Algeciras, donde empezó de redactor y del que fue su último director y en Tánger dos años en un diario digital. Además ha participado en la mayoría de los Congresos de Periodistas del Estrecho desde el inicial en 1993 hasta 2019. Titulado en ajedrez por la UAH y UNED. Amante de Portugal. Ha publicado un libro, ‘Artículos periodísticos. Apuntes para la historia de la prensa de Algeciras’.

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