La virtud escénica de internet: La oralidad

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Internet-como-escenario La virtud escénica de internet: La oralidad

¿Quién no ha tarareado una melodía, alguna vez, repetidamente de forma obsesiva? Para Aristóteles el hombre es un animal mimético, así en su “Poética” señala la capacidad de imitación de lo real como aprendizaje, por ejemplo a través de la escritura o la música. Para Aristóteles la poesía al tratar sobre lo posible por suceder se coloca en abstracto en un plano distinto que la historiografía.

Representación y mímesis junto a representación y expresión, conforman categorías del pensamiento cruciales en la comprensión del fenómeno idea.

La historiografía es el análisis con carácter histórico del registro escrito humano. En su secuencia, el relato historiográfico intenta describir una diacronía en su análisis comparado equivalente, entendiendo lo indicado por Aristóteles, a lo presumiblemente concreto. El narrador taxativo parece no admitir discusión pero la interpretación unilateral (a pesar de ser comparada) no deja de ofrecer analogías sobre más interpretaciones unilaterales. Para entendernos, el relator ofrece su sesgo, dejando perder la narrativa intrahistórica en y de la oralidad común.

Desorientados, somos nosotros quienes hemos estado obligados a participar de un modelo unilineal de relato y de narrativa histórica mientras la morfología del mundo de las ideas humanas continuó un proceso sujeto a la oralidad-reticular ocultada como respuesta a aquello de la mímesis aristotélica.

La escritura sistematizó un modelo de hacer, regido por una ética uniforme y no-modulable. Y sujeta al control estricto pero, a su vez, tras la invención de la imprenta a otro modelo de hacer donde la réplica del original o su glosa estaría, supuestamente, sobre el propietario de la tecnología para imprimir. Por ejemplo en Alcalá de Henares (España) es histórico el control férreo del Cardenal Cisneros sobre la interpretación del texto bíblico en sus versiones griegas y latinas, razón del origen de la propia universidad en esta localidad española, al ser el órgano estatal de control del saber publicado y por ende del poder.

Paradógicamente, Galileo Galilei pasó a recordarse por su disputa con la inquisición del papa Urbano VIII respecto a la defensa del heliocentrismo de Nicolás Copérnico, habiéndose quedado demostrado por las fases del planeta venus; que por el recuerdo expreso de su obra (¿alguien la recuerda?): “Diálogo sobre los dos grandes sistemas del mundo”.

De igual manera, y continuando con la música como arte en excelencia mimético, la licencia de la glosa en el propio oficio musical sagrado estuvo sujeta a la regulación del canon impuesto por el propio oficio, recordemos, en otros términos, el libro escrito en el renacimiento por el compositor y viola gambista Diego Ortiz que en su tratado “Glose sopra le cadenze et altre sorte de punti in la musica del violone” indicaba la manera estipulada en la realización de la glosa para Viola da gamba. A su vez, por otra parte, conservados por casualidad en una abadía de Baviera (Alemania) nos ha llegado un extracto de la oralidad de otro modelo de glosa satírica y profana con los Carmina Burana.

La oratoria se puede entender como la cualidad propia del orador en una cultura oral, si éste queda circunscrito en un escenario común y en una situación espontánea. Estamos demasiado acostumbrados a aplaudir el trabajo del logógrafo más que al supuesto del orador real. Dicho esto, entendamos la licencia a la expresividad como necesaria en la glosa libre, cuando glosar es modular en el determinado escenario. Esta es, fue y será la única virtud escénica ante los archivos de los sucesos que escenificaron el pasado, al quedar ocultos.

El pasado 25 de octubre leía en un artículo publicado en el diario ABC este titular: “¿Por qué los colegios ingleses enseñan oratoria y los españoles no?”. Más allá del debate sobre la idoneidad o no de los modelos educativos nacionales respectivos, quiero poner la atención en la necesidad de abordar el aprendizaje de la oratoria por parte de los niños y niñas a través del “Choral speaking”, contar cuentos en grupo.

La cita a Aristóteles no es un casual, sino su razón es entender que el relato del desarrollo-histórico cognitivo tiene nichos de saber. Richard Dawkins compuso el concepto meme como forma de introducir la palabra inglesa “gene” intercalada al concepto mimesis en su libro “El gen egoista”.

De la misma manera que la cita a Galileo Galilei tampoco es casual. Imaginen que hubiera hecho Galileo sin su mejora técnica del telescopio holandés… no hubiera podido refutar la física aristotélica.

Añadiría valor, entender internet como posibilitador de la cultura oral registrada, para de esta manera, asumir la multilinealidad del relato como gran contenedor de la reproductibilidad de las ideas, durante el proceso registrado en la cotidianeidad de su oralidad mimética.

Dejando a un lado las cuestiones ideológicas o simbólicas les confieso mi interés concreto en comprender la forma de actuar de los niños y niñas:

  1. Su virtud mimética para imitar modelos dados.
  2. Su experimentación escénica a través del juego.
  3. Y su paleta expresiva.

Desearía resaltar la última. Por considerarla el arché, esto es el origen de las cosas, sobre la exagerada importancia que la propia educación, pedagogía y psicología ha dado a la orientación cognitivista del desarrollo humano. Sin expresividad y su capacidad para plasmarse nos obligamos al formato unilineal y carente de modulación. Y sin modulación no hay creatividad.

Los que tuvimos la ventaja de estudiar artes escénicas fuimos instruidos sobre la manera de ser y responder en el escenario. Tal y como lo entendí y lo experimenté, destacaría estas cuestiones:

  1. Lo importante siempre es el público y su feedback. Construyes el diálogo con tu público.
  2. El diálogo debe de ser sincero. Lo importante es el qué quieres contar que supedita el cómo quieres contarlo. Superando el complejo del principiante por la filigrana y la exhibición escénica.
  3. Para ello debes de ser generoso.
  4. La expresividad es co-autoría de la expresión con el otro. Hay que hacer partícipe al público y para esto debe entender tu mensaje escenificado.
  5. La actividad escénica no es sistemática es, a su vez, la instrucción de vivenciar el momento presente de la acción.
  6. Por esto, la importancia de la fluidez modulatoria sobre el escenario. Hay que conocer todos los registros. Así, existe una co-patología durante la expresividad compartida donde al recoger la expresividad del otro, me hago co-partícipe patológicamente con el otro.

Hemos aprendido que el formato de uso tecnológico nos lleva a una continuidad en la conexión pero aún no hemos entendido que ese continuo nos deja y nos adentra en un continuo escénico donde la oralidad es la corriente de flujo tal y como se experimenta.

Sin duda, estoy con el “Choral speaking” del British Council School pero en su versión maximizada, enfocado hacia internet y su uso. Hay que disponer a los niños y niñas a su experimentación escénica continuada.

Debemos trascender los nichos de oralidad para entenderlos en su continuo escénico para superar el refugio de la intimidad burguesa (lean a Jean Baudrillard) y para, a su vez, superar la escena local del “yo” exacerbado ahora que es posible la inter-historia.

Internet se construye como el gran macros-copio para observar por fin la Red. Sin el trabajo de pioneros de la observación del cosmos: Johannes Kepler, Nicolás Copérnico o Galileo Galilei (entre otros), seguiríamos pensando que la tierra es el centro del universo. Y sin el trabajo de: Guglielmo Marconi, Tim Berners-Lee, Vint Cerf o Steve Jobs (entre otros), nunca hubiéramos estado a las puertas de entender que el ser humano no es el centro del universo.

Se lo aseguro, Red y Universo es lo mismo.

Kepa Paul Larrañaga
NETólogo, Especializado en Derechos de Infancia. Experto en “Gestión estratégica y liderazgo social”, por el Programa del Departamento de Gestión Pública del IESE. Actualmente (desde enero de 2014 hasta la actualidad en relación a infancia y adolescencia): ➣ Codirector del libro coeditado por UNED, Ministerio de Justicia y Thomson Reuters­Aranzadi "Menores e Internet". ➣ Coordinador del “Diccionario de Política e Intervención Social sobre Infancia y Adolescencia” coeditado por FAPMI (Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil), SENAME (Servicio Nacional de Menores de Chile) y Thomson Reuters­Aranzadi. ➣ Miembro del “Grupo de Trabajo Público­Privado de Menores e Internet” de Red.es para la Agenda Digital española. ➣ Evaluador del II PENIA (Plan Estratégico Nacional de Infancia y Adolescencia). ➣ Vocal Asesor de la Cátedra Santander Derecho y Menores de la Universidad Pontificia Comillas (ICADE) ➣ Miembro de OCTA (Observatorio de Contenidos Televisivos y Audiovisuales)

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