Laurence anyways: problemas de cambiar de sexo

“La pareja formada por Laurence y Fred tiene el proyecto, siempre aplazado, de ir a pasar unos días de descanso en una isla canadiense. Hasta que comprendemos que la isla es Lawrence, un personaje salido del lote de los hombres y las mujeres únicos en su género. Una isla es algo hermoso, dice Dolan. Una isla es algo magnífico”. (Frédéric Strauss)

cartel-Lawrence-Anyways Laurence anyways: problemas de cambiar de sexoTres años después de debutar en Cannes (Quincena de Realizadores) con su primera película, J’ai tué ma mère (He matado a mi madre), Xavier Dolan, el “enfant terrible” actor, guionista y director canadiense (de Québec) de 24 años, regresó a la madre de todos los festivales, en 2012, con Laurence anyways, su tercera película (la segunda, en 2010, fue Amores imaginarios). La película se proyectó en la sección “Una cierta mirada”, donde Suzanne Clément se alzó con el Premio a la Mejor Interpretación; además, el filme consiguió la Queer Palm, premio especial concedido a la mejor película LGBT y ese mismo año el César del cine francés a la mejor película extranjera.

Laurence anyways analiza los problemas de un hombre que desea cambiar de sexo y los retos que deberá afrontar durante toda la transformación. Es la historia de un amor imposible. En Montreal, en los primeros años ’90, Lawrence, profesor de literatura, en su 30 cumpleaños y ante el estupor de amigos, familia y novia, anuncia su intención de transformarse en mujer. Laurence quiere ser “como una mujer” en todo, pero ni se va a operar ni tampoco es homosexual; en su nueva personalidad le siguen gustando las mujeres y quiere continuar la vida que ha llevado hasta entonces, viviendo en pareja con la realizadora Fred (de Frederika), de la que sigue enamorado. El siguiente curso Lawrence dará clases metido en la piel y la estética de una mujer, inaugurando una nueva y peligrosa vida en la que el peso del estigma social, el rechazo familiar y la incompatibilidad de la pareja acabarán dinamitando su hasta entonces cómoda y tranquila existencia.

Laurence anyways es el relato de una epopeya personal en una película muy personal y muy madura, sobre todo si tenemos en cuenta la edad del realizador, con escenas que recuerdan el cine más clásico del Hollywood intemporal, momentos que parecen casi de documental, e instantes de enorme poesía, hasta conformar con todo un enorme puzle que muestra, paso a paso, como se construye una nueva vida. “A todos los niveles –ha escrito Frédéric Strauss en Télérama- Laurence anyways es una película sobre el valor. Un valor que más que una cualidad moral es una suerte de nervio, de grandeza. Y una voluntad de honestidad con uno mismo no solamente en el personaje de Lawrence sino también, y casi con la misma fuerza, en el de Fred. La que tiene el valor de querer entender y aceptar lo increíble, y después el valor de decir que no puede entenderlo”.

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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