Lo más importante para un refugiado

La estación del suburbano de Buenavista, en el Distrito Federal mexicano, es el escenario elegido por Acnur para mostrar 14 fotografías de refugiados que han conseguido una nueva vida lejos de sus lugares de origen.

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A penas partieron con unos pocos enseres, pero todos ellos muestran orgullosamente lo más importante que conservan a su lado. Y ese es precisamente el título de la exposición: Lo más importante.

Lo más importante para Omar, de 37 años, es su buzuk o bandolón de mástil largo. Lo tañe orgullosamente en el campamento de refugiados de Domiz, en la región de Kurdistán de Irán. Allí llegó desde la capital siria de Damasco.

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Asha Babur y sus brazaletes.

A Asha Babur, de 28, la guerra hizo que saliera de su aldea de Sudán, junto a su familia, tras sufrir intensos bombardeos. Unos brazaletes, que muestra orgullosa, son su bien más preciado.

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Varvara y sus niños.

Varvara huyó de Georgia con sus niños cuando se enteró de que su único hermano había sido asesinado. Ahora vive en Polonia con lo que más quiere: sus hijos.

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Glenda y Marcos, dos hermanos hondureños, se vieron obligados a huir porque las pandillas que asolan su país les estaban haciendo la vida imposible. Partieron con unas pequeñas mochilas, donde únicamente cabían unas pocas pertenencias… y las fotografías de las tres hijas de Glenda. A ellas no se las pudo llevar.

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La balanza le permitió transportar a sus retoños

La joven Fowla, a sus 22 años, sí pudo llevarse a sus niños. Tiene seis y vivía en una aldea del Nilo Azul, en Sudán. Junto con sus niños se llevó una gran balanza. Gracias a ella, apoyándola en sus hombros, pudo transportarlos a todos durante 10 días de camino al campamento de Doro, Maban County (Sudán del Sur).

De la misma región partió el pequeño Ahmed, de diez años, a quien los bombardeos alejaron de su familia. Hoy vive con su mascota, un mono llamado Kako, en el campamento de Jamam, también en Maban County.

La que sí pudo viajar con su familia fue May: cientos de kilómetros entre Damasco y la frontera la llevaron al campamento de Domiz, en el Kurdistán irakí. Allí vive con su madre y su hermano, y un juego de brazaletes que pudo coger a pesar de las prisas de la huida.

Con el tiempo, Arely, que llegó a México procedente de la República Dominicana, sí ha podido reunirse con sus cuatro hijos dos años después. Huía de la violencia de género, y encontró protección en ese país, a pesar de que sus únicas pertenencias, sus documentos, le fueron arrebatados en la frontera por un traficante. Ahora viven juntos y ven cómo crece la planta de guandules, una leguminosa que viajó con los jóvenes.

En total son 14 los testimonios de una exposición que invita a los visitantes a reflexionar sobre el impacto que la persecución y la guerra tienen en las personas refugiadas.

En la inauguración de la exposición, el representante del ACNUR en México, Hamdi Bukhari, resaltó la importancia de que la población mexicana de la Ciudad de México y del área Metropolitana se ponga en los zapatos de las personas refugiadas a través de esta exposición: “Nos parece sumamente emblemático que la exposición sea exhibida en este lugar y entre los usuarios del Tren suburbano, porque más del 86% de las personas refugiadas viven precisamente en la Ciudad de México y en el área conurbada, en los municipios del Estado de México que conecta este tren con la Ciudad de México, y en un área de la Ciudad donde se concentra la población refugiada”, afirmó el Bukhari.

Bajo la premisa de si tuvieras tan sólo 1 minuto para huir ¿qué te llevarías?, la exposición busca generar la empatía hacia las personas refugiadas entre los viajeros de este sistema de transporte, pero también en los miles de visitantes de la plaza comercial donde se encuentra la estación Buenavista.

Mauricio Trejo, director comercial de este sistema de transporte, reiteró el compromiso de Ferrocarriles Suburbanos con la promoción de los derechos humanos. “Poder exhibir esta importante muestra fotográfica es una oportunidad para nosotros de difundir la importancia de resguardar los altos valores humanos, reflexionar sobre el impacto que tienen las familias desplazadas por la guerra o el conflicto. Esperamos que nuestros usuarios se tomen un minuto de su trayecto diario para mirar esta exposición”, señaló.

La exposición estará acompañada de un programa de presentaciones de narradores orales quienes contarán historias sobre niños refugiados. Asimismo, durante más de mes y medio, se estará proyectando el spot de la campaña del ACNUR “1 familia” con el actor Diego Luna, en las pantallas de las distintas estaciones del ferrocarril suburbano.

Concha Moreno
Periodista. Tras más de 30 años en el sector de la construcción en general, de la mano de una publicación para profesionales, un buen día nuevos derroteros la llevaron al mundo de la política, pero sin dejar la comunicación. Esa época determinó el comienzo de un camino dirigido a la solidaridad, a la defensa de los derechos humanos, a la denuncia. Poco después dejó España y se instaló en México. Allí comenzó a publicar en el periódico México Inteligente, donde tuvo su propia columna. Posteriormente, colaboró con el Periódico de Puebla y con revistas literarias, donde editó poesía. Un buen día contactó con Periodistas en Español, medio que le permitió relatar a los españoles lo que sucedía en el país azteca, así como describir las maravillas de su naturaleza. Tras siete años de estancia en México, a mediados de 2018 regresó a España. Actualmente sigue los avatares mexicanos y continúa contándolo en Periodistas en Español.

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