El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha descubierto la relación entre lo que vive cada especie y la velocidad a la que se acortan sus telómeros (estructuras que protegen los genes en los cromosomas).
Este estudio ha sido descrito en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) y en él se comparan los telómeros de ratones, cabras, delfines, gaviotas, elefantes, humanos, entre otras especies. La curva potencial sugiere también que no solo existe una relación clara entre la velocidad de acortamiento de los telómeros y la longevidad sino que se encuentra un patrón universal en el que se explica la duración de vida de todas las especies.
Los telómeros integran los extremos de los cromosomas, dentro del núcleo de la célula; su función es proteger los genes. Sin embargo, cada vez que las células se multiplican para reparar daños sus telómeros se hacen un poco más cortos.
Se sabe también que a lo largo de la vida puede ocurrir que los telómeros se acorten demasiado y por tanto, no se puedan regenerar más. Cuando eso sucede la célula deja de funcionar normalmente, no obstante, hasta ahora no se había encontrado relación entre los telómeros de cada especie y su longevidad.
Hay especies con telómeros muy largos que viven poco, y viceversa.
«Estos resultados apoyan la idea de que el acortamiento crítico de los telómeros y la consiguiente aparición de daño en el ADN telomérico y de la senescencia celular es un factor determinante de la duración de la vida de las especies”, han escrito los autores en PNAS.