Luchar contra la pobreza, prioritario en México

De una población en México superior a los 118 millones de personas, más de 53 millones son pobres

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Los datos facilitados hace unos días por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reflejan la gravedad de las condiciones que enfrentan 53,3 millones de personas en México, que, según cifras oficiales, se encuentran viviendo en situación de pobreza.

La mayor parte la población en México, estimada en 118.500.000 habitantes, se enfrenta a lo que Coneval define como al menos una carencia social*, pues afecta al menos a 86,9  millones de personas. Esto significa que además de los 53,3 millones de personas, existen otros 33,6 millones en una situación de extrema fragilidad, con un gran riesgo de caer en la pobreza. Los niveles más altos de pobreza extrema se mantienen en los estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca.

Amnistía Internacional considera que la pobreza en México se ha alimentado de la falta de voluntad de las autoridades, que, al tiempo que se han comprometido a poner fin a la pobreza, se han quedado cortas a la hora de implementar políticas efectivas para combatirla.

«La pobreza es un grave problema de derechos humanos. Cuando hablamos de pobreza hablamos de falta de agua, de falta de acceso a servicios de salud y educación, de ausencia de una vivienda digna, de hambre. Por eso la lucha contra la pobreza debe poner los derechos humanos en el centro y adoptar un enfoque de derechos que permita garantizar una vida digna a todas las personas en México», ha señalado Daniel Zapico, representante en México de Amnistía Internacional.

Amnistía cree que el gobierno mexicano tiene aún la oportunidad de mostrar su compromiso con la lucha contra la pobreza y el respeto a los derechos humanos con pasos concretos. Por ello, espera que adopte medidas efectivas cuanto antes, entre las que se incluye la firma y adopción del Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Protocolo Facultativo) para, de esta forma, abrir las puertas a nuevos mecanismos que permitirán que quienes viven en la pobreza puedan acceder a instancias internacionales para exigir sus derechos.

Han pasado ya cuatro años desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el Protocolo Facultativo y lo puso a disposición de los estados para su firma. Desde entonces nueve países de América Latina han firmado ya este instrumento. Por ello, Amnistía considera que el que México se esté quedando atrás compromete seriamente la credibilidad de su discurso en cuanto a la erradicación de la pobreza.

Medidas del Gobierno

Para el Gobierno de México, la única forma de combatir la pobreza es mediante un mayor y más sólido crecimiento de la economía, según se apresuraron a declarar la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, y el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, una vez que se hicieron públicas las cifras de Coneval.

Curiosamente, Videgaray subrayó el compromiso del ejecutivo para mantener la estabilidad macroeconómica y reconoció el apoyo del Congreso para contar este año con un presupuesto equilibrado, mantener bajos niveles de endeudamiento público y disponer de una serie de medidas prudenciales para fortalecer la estabilidad de la economía mexicana. Pero no se refirió a ninguna medida concreta.

Por su parte, Rosario Robles ratificó el compromiso del presidente Peña Nieto con la pobreza extrema y la carencia alimentaria, afirmando que la Cruzada Nacional Contra el Hambre sigue siendo “una parte sustancial y fundamental en esta estrategia social para garantizar el acceso al derecho a la alimentación”.

La Cruzada contra el hambre, consiste, básicamente en entregar unos lotes (canastas, lo llaman) con cuatro productos, que incluyen leche en caja o en polvo (de Nestlé) y Coca Cola. Se distribuye en donde los políticos consideran “interesante” para los resultados del partido, y aún no está nada claro cada cuánto tiempo lo entregan. Existen localidades en donde está contrastado que la población pasa hambre, pero eso no garantiza que reciban la ayuda. Porque la clase más necesitada es la indígena, pobre, analfabeta… y utilizable.

En las recientes elecciones de julio fue todo un escándalo el procedimiento de la entrega de alimentos, pues se comprobó que era habitual “cambiarlo” por votos. La señora Robles estuvo en un tris de perder su cargo.

Si después de conocer las cifras “oficiales”, que saben perfectamente que no son las reales, porque las verdaderas son dramáticas, aún siguen con la demagogia de los discursos, en la próxima medición la población pobre ascenderá a las ¾ partes del país. Porque sólo una de cada tres personas trabaja por contrato. El resto pertenece a la “informalidad”, al grupo de personas que trabaja en lo que puede, cuando puede y como puede.

Se olvidan del campo

El campo de México es inmenso y rico, pero está abandonado. Se compra a Estados Unidos hasta el producto básico, el maíz, porque no hay suficiente producción nacional; los campesinos mexicanos prefieren emigrar a morir de hambre. Poseen poca tierra (el que la tiene), herramientas obsoletas, no pueden comprar semillas (Monsanto las vende muy caras) y sus productos no tienen salida al mercado.

El Secretario de Hacienda también ha firmado, y cito textualmente: debemos elevar no sólo el crecimiento de un trimestre a otro, sino la capacidad de crecer en forma sostenida y elevada; es ahí donde se inscribe la agenda de reformas estructurales que, como las de Competencia Económica y de Telecomunicaciones, ya aprobadas; la Financiera, actualmente en discusión, y la Energética y la Hacendaria, que se presentarán en el próximo periodo legislativo, son elementos esenciales para que México pueda crecer de manera sostenida y a un paso más acelerado y constante, para entonces sí abatir los niveles de pobreza.

En su discurso tras conocerse las cifras de pobreza del país, no mencionó la agricultura. Sin embargo, el futuro de México también está en el campo. Estoy de acuerdo con Amnistía: la pobreza en México se ha alimentado de la falta de voluntad de las autoridades.

*Coneval considera pobres a las personas que presentan al menos una carencia social y no tienen el ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades. La medición de pobreza incluye ocho factores: ingreso, retraso educativo, acceso a los servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos en la vivienda, acceso a la alimentación, y grado de cohesión social.

Concha Moreno
Periodista. Tras más de 30 años en el sector de la construcción en general, de la mano de una publicación para profesionales, un buen día nuevos derroteros la llevaron al mundo de la política, pero sin dejar la comunicación. Esa época determinó el comienzo de un camino dirigido a la solidaridad, a la defensa de los derechos humanos, a la denuncia. Poco después dejó España y se instaló en México. Allí comenzó a publicar en el periódico México Inteligente, donde tuvo su propia columna. Posteriormente, colaboró con el Periódico de Puebla y con revistas literarias, donde editó poesía. Un buen día contactó con Periodistas en Español, medio que le permitió relatar a los españoles lo que sucedía en el país azteca, así como describir las maravillas de su naturaleza. Tras siete años de estancia en México, a mediados de 2018 regresó a España. Actualmente sigue los avatares mexicanos y continúa contándolo en Periodistas en Español.

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