Manuel Barrueco: Cuba en el Festival de la Guitarra de Córdoba

Manuel Barrueco nació en Santiago de Cuba, pero a los siete años le trasladaron a Estados Unidos donde estudió en Miami, Nueva York y Baltimore, en este último lugar, en el Conservatorio de Peabody, donde echó raíces y actualmente es catedrático de guitarra clásica.

Es uno de los grandes referentes mundiales de la guitarra clásica. Sus actuaciones le llevan anualmente por tres continentes. Cuenta con una densa discografía desde los años ochenta del siglo pasado hasta la actualidad. Sus clases magistrales en Peabody atraen a centenares de alumnos de cualquier parte del mundo.

Sobre el concierto en el Festival de la Guitarra de Córdoba

La selección de obras para el concierto sigue una cronología histórica muy acertada. Comienza con tres piezas del Renacimiento de Luis de Narváez, (1490 – 1547) Canción del Emperador, Baxa del Contrapunto y Guárdame las vacas. Piezas que históricamente se corresponden con el tiempo de la colonización, una época en que por diversas razones la población indígena disminuyó notablemente y eso tuvo como consecuencia la importación de esclavos negros que trajeron consigo las músicas africanas que se instalaron en Cuba, sobre todo en lengua yoruba, de la región africana que hoy se correspondería con Nigeria.

Así, el segundo bloque del concierto son los Cantos Yoruba en Cuba de Héctor Angulo. (1932 -2018)Asokere I, II y III; Suayo II – III  Lyá mi ilé – IV Borotití, VI Lyá mo dupé etc. Hermosa música que describe la tragedia de la  pérdida de la libertad,  de la propia identidad y de la esperanza en el futuro.

La mezcla de las influencias española y africana creó la música criolla, una música única, que disfrutamos en el tercer bloque musical. Danzas Cubanas de Ignacio Cervantes, (18471905). El Velorio, La Celosa, Mensaje, Adiós a Cuba y Los tres golpes. Estos bailes inspiraron a otros compositores posteriores, un ejemplo sería el Preludio y Danza de Julián Orbón, compositor cubano nacido en Asturias.

La segunda parte del concierto  estuvo centrada en la música española posterior a la traumática pérdida de Cuba por España. Empezó por Enrique Granados (1867 – 1916), hijo de cubano, con una de sus obras más internacionales, la tonadilla de La Maja de Goya y en homenaje a Cuba, A la Cubana, opus 36. Siguió con tres piezas de la Suite Española Opus 47 de Isaac Albéniz, Castilla, Cuba y Aragón.

La última parte del concierto ofreció tres transcripciones a guitarra de Fernando Tárrega. La Jota de las  Ratas de la zarzuela La Gran Vía; la famosísima habanera de Yradier, La Paloma y el Tango de la Cadera de la zarzuela El Ratón de Rafael Calleja Gómez, todos ellos nacidos en el siglo XIX.

Un programa magistralmente coordinado por el maestro Barrueco para este Festival de la Guitarra.

Todas esas músicas interpretadas por la guitarra portentosa de este guitarrista, compositor, profesor, director, concertista solista o participando en bandas y orquestas  por ciudades de cuatro continentes, enamoraron al casi completo aforo del Teatro Góngora de Córdoba. Versátil, sutil, brillante, maravillosamente descriptivo, preciso, virtuoso, elegante, me faltan adjetivos para crear un retrato completo urdido con palabras de este extraordinario artista, que conoce bien España y que es consciente de que más allá de traumas y avatares político – históricos, los dos pueblos, el cubano y el español se entienden maravillosamente.

Un entendimiento que él ha sabido plasmar en las piezas seleccionadas para este concierto celebrado el 9 de julio de 2019.

Gerardo Núñez y Ulf Wakenius: “Logos”

Qué bien se entendieron las guitarras de un flamenco de Jerez de la Frontera, la del maestro Gerardo Núñez  y la del jazzista sueco Ulf Wakenius, sin olvidar al percusionista de lujo Miguel Ángel Sánchez Cepillo de Sanlúcar de Barrameda

Logos es un espectáculo  creado para mostrar que la unión de los lenguajes distintos de dos artistas abiertos a la diversidad de sonidos y a la pasión por el  Flamenco y el Jazz, pueden convertirse en un concierto maravilloso. Y es que si los pueblos se entienden por muy diversos que sean, cuando se trata de lenguajes musicales, el entendimiento y la  belleza del resultado están garantizados.

Tanto Gerardo Núñez como  Ulf Wakenius tienen largos y densos currículos en sus trayectorias que cualquier interesado puede seguir hasta el más mínimo detalle en internet. Son dos maestros consumados que se conocen desde hace años y si el de Jerez sabe mucho de jazz, de hecho su guitarra es tan jazzera como flamenca, Ulf comparte la pasión flamenca hasta el fondo de su entraña. Así que el concierto invitaba a no perdérselo por ningún concepto.

Fue un encuentro mágico, el 8 de julio de 2019 en el Teatro Góngora. Toda la versatilidad de ambos estuvo presente al cien por cien en cada pieza de su repertorio. Una auténtica fiesta musical. Allí no hubo fusión, hubo convergencia de lenguajes distintos en la ejecución de los ritmos flamencos y la libertad armónica del jazz. O en otras palabras, una simbiosis flamenco – jazzística.

La guitarra de Núñez tuvo una brillantez asombrosa desde el inicio con Donde duerme la luna, una rondeña en versión flamenco – pop. Luego fueron cayendo temas de aquel disco presentado en la Bienal de Sevilla 2016, como Selene en versión del Puente de los alumnados.

El esperado solo de Ulf fue absolutamente electrizante. Una competición de mástiles que junto a la percusión de Cepillo no diré que puso en pie a la sala del Teatro Góngora, pero hubo ganas de hacerlo.

El vals flamenco Sevilla,  guiño a Cuba con La Habana a oscuras y para rematar unas bulerías flamencas que Cepillo convirtió en un fin de fiesta al más puro estilo gaditano, arrancándose a bailar por bulerías al son que le marcaba la guitarra de Núñez, mientras el sueco se decidía a tocar las palmas a su bola. Vaya, que se contagió de la gente de Cádiz, algo que no es nada difícil.

Guitarras del mundo, clásica, flamenca y de jazz, reunidas en esta ciudad cargada de protagonismos históricos, de tanta cultura que estremece comprobarlo. Esta ciudad que conserva intactos ambientes de su brillante pasado, esta ciudad tranquila, con una calidad de vida envidiable.

Regresar a Madrid, es casi una pesadilla.

Teresa Fernandez Herrera
Algunas cosas que he aprendido a lo largo de mi vida. Soy Licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid, master en Psicología del Deporte por la UAM, diplomada en Empresas y Actividades Turísticas, conocedora de la Filosofía Védica. Responsable de Comunicación y Medios en Madrid de la ONG Internacional con base en India, Abrazando al Mundo. Miembro de la British Association of Freelance Writers. Certificada en Diseño de Permacultura. Trainer de Dragon Dreaming, metodología holística para el crecimiento personal, grupal y comunitario en el amor a la Tierra. Colaboradora en Periodistas-es y en las revistas Natural, Verdemente, The Ecologist para España y América Latina. Profesora de inglés avanzado.

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