Max Von Sydow siempre será Antonius Block jugando al ajedrez con la muerte

El actor Max Von Sydow siempre será Antonius Block, al que el poeta chileno Waldo Rojas homenajeó en el poema ‘Ajedrez’, escrito en 1966.

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Ingmar Bergman por Xulio Formoso
Puedes encargar un póster de este dibujo de Xulio Formoso a [email protected]

“Antonius Block jugaba al ajedrez con la Muerte junto al mar/ sobre la arena salpicada de alfiles y caballos derrotados…. / (…) Pero Antonius Block sin duda era un eximio ajedrecista/ no obstante haber perdido el último partido de su vida. / Antonius Block, quién volvía de las Cruzadas, no tuvo en cuenta / que a Dios no le habría gustado el ajedrez / aun cuando de veras hubiera algún día existido” (…)

El poeta se exilió en Francia, en concreto en París, tras al golpe de estado de 1973, donde aún vive, en la ciudad donde ha muerto precisamente el actor sueco, luego nacionalizado francés, Max Von Sydow, a los noventa años.

‘El séptimo sello’ (en el original sueco, Det sjunde inseglet) del cineasta sueco Ingmar Bergman (1918-2007) figura en lugar de honor en su extensa filmografía, y fue una de sus primeras interpretaciones cuando tenía veintiocho años.

El simbólico filme dio a conocer internacionalmente a Max Von Sydow, uno de los actores más longevos y respetados en la industria cinematográfica, contando con numerosos papeles destacados.

Pero centrémonos en su papel en ‘El séptimo sello’ como el caballero Antonius Block que vuelve de las Cruzadas junto a su escudero Juan. En la playa inicia la partida de ajedrez contra la muerte, que está llena de simbolismos.

En cuanto al gusto de la muerte por el ajedrez, citaba Antonius Block “lo he visto en pinturas y en canciones”. Y es cierto, todo se inicia cuando el director Ingmar Bergman vio en la iglesia protestante de Täby, en Estocolmo, la pintura ‘La muerte jugando al ajedrez’ de Albert Malaret también llamado Albertus Pictor o Alberto el Pintor (1440-1507) realizada sobre 1480.

En una escena, el autor de la pintura aparece conversando con su escudero Juan. Estaba pintando la danza de la muerte que enlaza con la última escena del filme, donde llama la atención la figura del escudero Juan de espaldas, siendo coherente con su actuación escéptica y discurso final.

La danza evoca a la iglesia románica de la Santísima Trinidad de Hrastovlje, en Eslovenia, y la pintura ‘La danza de la muerte’ de Johannes de Castuo, llamado Juan de Kastav, -en alusión a esa localidad, hoy croata- pintada en 1490, contemporánea de la de Täby.

Sobre la partida, en un momento dado Block mencionaba una “combinación de alfiles y caballos, una jugada más y le arrebataré la reina”, estrategia que desvela en una confesión a la propia Muerte. Asimismo, en otra jugada, Antonius Block toma la iniciativa del juego haciendo jaque a la Muerte, que muestra su extrañeza ante el buen talante de su adversario.

Se produce la escena tras la bucólica imagen campestre del caballero y los comediantes –con los simbólicos nombres de José y María- tomando fresas (precisamente la siguiente película de Bergman fue ‘Fresas salvajes’) y leche en una exaltación de la felicidad y la amistad. Antonius Block los salva, aunque es José con sus visiones quien ve lo invisible, al igual que en su primera aparición, mientras recita “…canta Jesucristo y en el cielo reina santo regocijo”.

El filme ha sido votado como el que mejor refleja el juego del ajedrez, incluido el intento de reproducir la partida entre Block y la muerte. Tampoco pasó desapercibida la incorrecta ubicación de las piezas sobre el tablero en algunos fotogramas.

Como curiosidad, el juego de ajedrez utilizado en el filme fue vendido en 2009 por un millón de coronas suecas (cerca de cien mil euros, un precio más de cincuenta veces superior a su precio real) en una subasta con 337 objetos pertenecientes a Bergman y usados en sus películas. A los 32 trebejos le faltaba el rey blanco, ya que se partió durante el rodaje. El mítico director había solicitado que se vendiera tras su muerte.

Sin duda, muchos le recordarán como Jesucristo en ‘La historia más grande jamás contada’, el sacerdote Merrin de ‘El Exorcista’ o ‘Pelle el Conquistador’ o el capitán Ortiz en ‘El desierto de los tártaros’… pero parafraseando al poeta Rafael Alberti, yo nací -¡respetadme!- con Antonius Block, en una playa ante un tablero, jugando contra la muerte.

Jesús Cabaleiro Larrán
Periodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona, rama Periodismo con cursos de doctorado, estudios sobre Marruecos contemporáneo y el Sáhara Occidental. Más de 35 años de periodismo, la mayoría en prensa escrita, ha trabajado a ambas orillas del Estrecho de Gibraltar, casi 13 años en el extinto diario El Faro Información, en Algeciras, donde empezó de redactor y del que fue su último director y en Tánger dos años en un diario digital. Además ha participado en la mayoría de los Congresos de Periodistas del Estrecho desde el inicial en 1993 hasta 2019. Titulado en ajedrez por la UAH y UNED. Amante de Portugal. Ha publicado un libro, ‘Artículos periodísticos. Apuntes para la historia de la prensa de Algeciras’.

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