Mujeres mineras rompen barreras y prejuicios en Chile

18.000 mujeres trabajan en la minería chilena

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Minera chilena. Foto de Marianela Jarroud/IPS

Las chilenas ocupan un lugar cada vez más importante en la minería, un sector básico de la economía nacional en el que hasta hace poco más de una década les era negada su sola presencia por prejuicios y supersticiones, escribe Marianela Jarroud, enviada especial de IPS a Rancagua (Chile)

La cantidad de mujeres que trabajan en la minería llega hoy a 18.000, equivalente a 7,2 por ciento del personal, y se proyecta que para 2015 alcancen a 10 por ciento.

Pero la estatal Corporación del Cobre (Codelco), la mayor productora mundial de este metal, tiene sus propios objetivos: que este año uno de cada cinco contratos laborales corresponda a una mujer. Para ello se incluirán medidas como programas de conciliación familia y trabajo, adecuación de instalaciones y capacitación laboral.

«Hace poco más de 10 años, a las mujeres no se les permitía siquiera entrar a una mina. Y no es que fuera una posibilidad, simplemente no se las dejaba porque estaba asociado a la mala suerte», en un trabajo que conlleva muchos riesgos, explicó Andrés León, gerente de recursos humanos de la división El Teniente, de Codelco.

Pero los tiempos han cambiado. «Tenemos un proyecto ambicioso por el cual pretendemos llegar a 20 por ciento de mujeres en nuestra fuerza laboral, ya sea en la operativa, jefaturas de secciones y en cargos directivos y de soporte del negocio», señaló León a IPS.

Algunas divisiones de Codelco están muy cerca de lograrlo. En la mina Gabriela Mistral, ubicada 1.350 kilómetros al norte de Santiago, trabajan 104 mujeres, que representan 18,2 por ciento de la plantilla:»Hay divisiones que van más atrás, como nosotros en El Teniente, donde tenemos aún solo seis por ciento. Pero queremos llegar al menos a 20 por ciento», afirmó León.

«Estamos convencidos del aporte que significan las mujeres al trabajo, específicamente en el caso de la minería. Más allá del ámbito profesional, ellas aportan al clima laboral, al trato y a la formación de un equipo multidisciplinario», sostuvo.

La minería es uno de los sectores fundamentales de la economía chilena. Aportó 17,6 por ciento del producto interno bruto en 2012, cuando las exportaciones totalizaron 46.986 millones de dólares. Hoy ocupa de modo directo e indirecto a casi un millón de los 7,1 millones de trabajadores y trabajadoras del país.

El cobre es el líder del sector y ha colocado al país como el mayor exportador mundial de ese mineral, con 42.722 millones de dólares el año pasado. En este marco, Codelco alcanzó en el mismo periodo el tercer excedente más alto de su historia y aportó al Estado 7.518 millones de dólares.

El impulso de Codelco por integrar a más mujeres permitió que, de apenas cinco en cargos ejecutivos y 121 profesionales en 1998, este año pasara a contar con 26 y 690 respectivamente.

De modo correlativo, también se observa un avance femenino en cargos de dirección en los sindicatos.

Millaray Farías, jefa de proceso de la planta de chancado (triturado) de la mina Pipa Norte, uno de los ocho yacimientos que componen El Teniente, admitió a IPS que no es fácil trabajar dentro de la mina subterránea más grande del mundo: «Es un desafío por las condiciones en las que se trabaja, por el polvo, el ruido», precisó.

En un recorrido por la planta de chancado, IPS pudo constatar el abundante polvo en suspensión que emite el proceso de reducción del material extraído y los fuertes ruidos de la máquina trituradora.

A esto se suma el peso del equipo que cada minero debe portar: casco, lámpara, cinturón con diferentes artículos de seguridad y emergencia, y zapatones de protección con punta de hierro.

Farías, quien llegó a la mina hace cuatro años, se desplaza por los túneles ubicados a un kilómetro y medio de la superficie. «Si bien hay dificultades, tenemos mucho apoyo de la gente y de los mismos ‘viejos'», señaló a IPS, utilizando la expresión de la jerga minera para quienes trabajan dentro de los yacimientos.

Sin embargo, al ser el ambiente dominado por hombres, «es muy machista», y a veces «les cuesta tener una jefa mujer», admitió. «Pero también nos cuidan y somos bastante regalonas (mimadas)», aseveró.

En el área de fundiciones, la situación es más difícil. El superintendente Juan Bobadilla indicó que en la división trabajan 17 mujeres y que, por las altas temperaturas, no se incorporan aún a los trabajos de la planta y hornos. «Las cuidamos mucho», dijo a IPS.

León opinó que «ese cuidado que hay con las mujeres es muy rico, genera un lazo muy fuerte y, al mismo tiempo, modera también los excesos masculinos, por ejemplo en el lenguaje».

Hoy «tenemos un número importante de mujeres que son operadoras de camiones o retroexcavadoras, o de maquinaria relacionada con las operaciones, sacando el cobre de la tierra y procesándolo en las plantas para convertirlo en los cátodos que nosotros vendemos y exportamos», aseguró.

En el afán de sumar a más mujeres, Codelco y el gobierno implementaron un sistema de preparación a través del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence).

El programa Mujer Minera ya capacitó en operaciones de equipos para procesos mineros a 14 trabajadoras de la región de Arica y Parinacota, en el extremo norte del país, limítrofe con Perú y Bolivia.

«Muchas de las mujeres que hoy son operadoras, además de sentir orgullo por llegar a la mayor productora de cobre del mundo, también logran generar un ingreso económico que para ellas llegó a ser cinco veces lo que ganaban en otro empleo», apuntó León.

«Tenemos a muchas mujeres que son jefas de hogar, con hijos que dependen de su único ingreso, y aquí en Codelco tienen posibilidades de llevar adelante a su familia con mayor facilidad», añadió.

Por ahora, en El Teniente y en las otras divisiones de la minera estatal, se trabaja para implementar medidas de apoyo a la labor de las mujeres y su rol multifuncional.

«Hemos partido desde lo más básico como temas de infraestructura, salas de baño, camarines, buzos para mujeres. Vamos de menos a más», sostuvo León.

Pero lo importante, destacó, es que haya mayor capacitación, para que se genere más oferta, ya que la contratación de mujeres significa «ganar por todos lados».

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