Periodismo en España: falta de rigor y neutralidad y falta de independencia de los medios

Mala retribución, paro y precariedad en el ámbito laboral

El Informe de la Profesión Periodística 2020, que edita anualmente la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), indica que, como cabía esperar, las consecuencias de la pandemia también han impactado en el empleo periodístico y la cifra de periodistas parados aumentó un 29,1 por ciento hasta los 8.636 profesionales en España, según cifras del SEPE a septiembre de 2020.

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© Miguel Berrocal

El desempleo ha crecido más entre los hombres, pero las mujeres siguen representando casi dos tercios de los periodistas sin trabajo, concretamente el 62 por ciento, según los datos recogidos por el departamento de Comunicación de la APM.

En cuanto al desempleo registrado por comunidades autónomas, donde más crece respecto a septiembre de 2019 es en Islas Baleares (un 121 por ciento), Cantabria (un 59 por ciento), Ceuta y Melilla (36 por ciento) y Andalucía y Asturias (35 por ciento).

Relacionado con el empleo, aunque en este caso procedente de la encuesta de la APM, el 28 por ciento de los periodistas contratados (y solo el 8 por ciento de los comunicadores) ha sufrido un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) y solo un 30 por ciento de ellos (el 41 por ciento en el caso de los comunicadores) percibió de su empresa un complemento salarial.

En cuanto a los profesionales que trabajan como autónomos, en torno al 60 por ciento ha experimentado un descenso en los encargos recibidos de medios y empresas.

También relacionado con las condiciones de trabajo, la encuesta de este año revela que ha crecido el número de periodistas y comunicadores que trabajó por encima del límite de las cuarenta horas semanales, respecto a 2019. Concretamente se han registrado porcentajes cercanos al 60 por ciento. Esto se ha debido a la dificultad de limitar los horarios laborales con el teletrabajo, según mencionó la mayor parte de los encuestados.

En lo que concierne a los problemas laborales de periodistas y comunicadores está lo referido a las retribuciones. El Informe refleja un deterioro al respecto, en el caso de los periodistas, pero una mejora si hablamos de los comunicadores. En ambos casos, informó el director del equipo que ha elaborado el informe, Luis Palacio, «la situación de los autónomos es sensiblemente peor a la de los contratados».

Por todo esto, la mala retribución sigue siendo el principal problema profesional, pero este año también destacan con cifras similares: el paro y la precariedad, la falta de independencia de los medios y la falta de rigor y neutralidad en el ejercicio profesional.

Ligado con la independencia de los medios y el rigor profesional, el Informe 2020 recoge también una caída de la independencia en el ejercicio profesional -según los propios profesionales-, y se mantiene la confianza de los ciudadanos, según la encuesta de Impacto del Periodismo, encargada por la APM.

Asimismo, cuando se les pregunta a los periodistas por las causas de esa baja confianza de los españoles, la mayoría señala los problemas a los que se enfrentan en su día a día: intereses económicos y políticos de los grupos de medios, falta de rigor de la información, falta de independencia, así como las redes sociales y la desinformación.

Íntimamente relacionadas se encuentran las presiones que reciben los profesionales en el día a día. Este año también se ha producido un empeoramiento, puesto que se ha reducido el número de periodistas contratados que nunca han recibido presiones en su trabajo. El 56 por ciento de quienes se sienten presionados manifestó que estas presiones provienen de los propios directivos del medio en el que trabajan, y que las motivaciones de las presiones respondían a intereses de la propia empresa.

Desde el lado de los comunicadores, el porcentaje de los que reconoce ejercer presiones se mantiene en torno al 40 por ciento. En relación con el tipo de presiones, figuran «insistir para que se modifiquen informaciones, aunque no son extrañas medidas como las amenazas de retirar campañas de publicidad o el ofrecer informaciones exclusivas a cambio de que no se publique», informó Palacio.

Problemas de desigualdad

Un año más, el Informe refleja el escaso porcentaje de mujeres que ocupa puestos directivos, cuando en las redacciones los porcentajes entre mujeres y hombres son similares, independientemente del tipo de medio.

«La brecha se va abriendo a medida que se consideran de mayor responsabilidad, dando como resultado un predominio de los hombres», señala el estudio. Sin embargo, no sucede lo mismo en el ámbito de la comunicación, donde existe un mayor porcentaje de mujeres en puestos directivos, concretamente, un 58 por ciento de quienes declaran ser directivos son mujeres.

También es llamativo el número de periodistas autónomos que trabaja como falsos autónomos, es decir, «integrados en la estructura de una empresa que, en realidad, debería tenerles contratados», explicó Palacio. Este año, según la encuesta, representan «un 14 por ciento, al que cabría añadir una parte del 18 por ciento que solo trabaja para un medio», informó.

Cobertura informativa de la COVID-19

La pandemia ha trastocado profundamente la profesión y la industria en la que trabajamos. Por un lado, impuso el teletrabajo para una gran mayoría de los profesionales. Así lo afirmó el 84 por ciento de los periodistas -el 93 por ciento en el caso de quienes se dedican a la comunicación empresarial o institucional-.

Al respecto, el presidente de la APM, Juan Caño, señaló que «el teletrabajo periodístico beneficia a las empresas periodísticas y a algunos periodistas, pero perjudica al periodismo, que pierde frescura y el olor a calle».

También supuso que una mayoría de los profesionales tuviese que informar sobre la pandemia. Según la encuesta, el 78 por ciento de los periodistas contratados la cubrió informativamente. Además, muchos de estos profesionales, concretamente el 80 por ciento, afirma haber tenido que informar sobre temas relacionados con la pandemia sin contar con conocimientos específicos suficientes para hacerlo.

Otras cifras significativas que se desprenden del estudio de este año son las referidas a la calidad de la información sobre la crisis sanitaria. El 77 por ciento de los periodistas considera que la calidad de la información de este tipo es algo deficiente o muy deficiente. Y, consecuentemente con ello, «un porcentaje parecido reconoce que actualmente se necesita mayor especialización para trabajar como periodista», señaló Luis Palacio.

En cuanto a la población española, el 43 por ciento de ciudadanos piensa que la cobertura de la COVID-19 está siendo excesiva. Sin embargo, los periodistas están divididos: un 37 por ciento considera que ha sido buena, frente al 36 por ciento que cree que ha sido mala. Para Luis Palacio, la abundancia informativa ha provocado «hartazgo en la población», debido a que a diario «se sigue haciendo una cobertura muy centrada en los datos».

Como en años anteriores, el Informe de la Profesión Periodística 2020 se ha apoyado fundamentalmente en una encuesta profesional contestada por 1201 periodistas y una sobre el Impacto del periodismo en la sociedad.

Margie Igoa, presidenta de la Comisión de Publicaciones de la APM, agradeció el «excelente trabajo» hecho por Luis Palacio y el resto del equipo que elabora el Informe, así como la colaboración de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE), la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP), el Sindicat de Periodistes de Catalunya (SPC), las secciones de periodistas de la Unión General de Trabajadores (UGT) y de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y la Asociación Nacional de Informadores Gráficos de Prensa y TV (ANIGP-TV).

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