Sandra Ferrús escribe y dirige “El silencio de Elvis”. Love me tender

Luis de Luis[1]

Radiante, ilusionado, ingenuo Elías González comparece ante el público e invoca el espíritu del mismísimo Elvis Presley; va a interpretar una canción y va a poner toda su alma en ello o, lo que es lo mismo, va a interpretar su vida, va a recorrer sus ritos de paso, va a llegar, quizá, a ninguna parte, como estaciones de un calvario, como etapas de un peregrinar, va a apurar un cáliz. Hasta la última gota.

elsilenciode-elvis-600x328 Sandra Ferrús escribe y dirige “El silencio de Elvis”. Love me tender

Elías González es Vicent un joven que padece esquizofrenia (“el enano cabrón”) y que lucha contra las voces en su cabeza mientras le encandila el ideal de Elvis Presley (interpretado con precisión, aplomo y brillantez por un Martxelo Rubio que da al mito seguridad y distancia, lejanía y confianza) y a quien rodea su familia, una familia normal de gente sencilla: su padre, Vicente, a quien el enorme Pepe Viyuela dota de sencillez y honradez; su madre Vicenta, una conmovedora  Susana Hernández y su hermana Sofía, unas efervescentes Sandra Ferrús y Concha Delgado.

Sandra Ferrús es quien ha escrito y dirigido la función.

El texto, inspirado y valioso, rehúye el drama barato y escapa de obviedades y tópicos, para dar preferencia  a la humanidad y la sinceridad de los personajes a lo largo de una serie de secuencias brillantes( son excepcionales las que transcurren en la cabeza de Vicent, los monólogos íntimos, y, sobre todo, las que narran la vida diaria).

La dirección apura la teatralidad – del onirismo a la teatralidad –  de cada escena buscando la narratividad extrema ( cada secuencia acaba en punta)  logrando fluidez en el desarrollo y una extremada emotividad.

A modo de colofón, Elias González entona las primeras líneas de la celebérrima Suspicious minds( We ´re caught in a trap//I can´t  walk out// Because I love you too much baby // estamos atrapados en una trampa/de la que no puedo salir/ porque te quiero demasiado chica). No puedo haber mejor despedida o colofón.

La trampa de la enfermedad de Vincent es una celda de la que es prisionera su familia, desbordada e impotente; son carceleras, las instituciones bienintencionadas e impotentes; es presa el resto de la sociedad que no sabe, no contesta y es impotente;  y es reo él mismo Vicent, esperanzado e impotente ante el “enano cabrón” que corroe, implacable, su cerebro en una lucha; injusta y desigual, que narra con tanta emotividad como brillantez, esta espléndida, espléndida función.

«We ´re caught in a trap
I can´t  walk out
Because I love you too much baby »
Suspicious minds
Elvis Presley

  1. Luis de Luis es crítico teatral.

Ficha artística

  • Texto y dirección: Sandra Ferrús
  • Vicente: Pepe Viyuela / José Luis Alcobendas
    Sofía: Sandra Ferrús / Concha Delgado
    Vicent: Elías González
    Vicenta: Susana Hernández
    Elvis: Martxelo Rubio
  • Ayudante de dirección: Aitor Merino
  • Asistente a la dirección y coreografías: Concha Delgado

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