Camille Lepage, 26 años, reportera gráfica, quien, según ha manifestado su madre al canal de información continua i-Télé, había comenzado a trabajar en julio de 2012 y prácticamente desde entonces viajaba a países africanos en conflicto porque quería dar testimonio de situaciones “de las que los medios no se ocupan lo bastante”, ha aparecido asesinada en la República Centroafricana.
Una patrulla de la fuerza Sangaris (nombre de la operación que el ejército francés lleva a cabo en Centroáfrica desde el 5 de diciembre de 2013) encontró el martes, 13 de mayo de 2014, el cuerpo de Camille Lepage en un automóvil en el oeste del país, en la carretera que lleva hasta Camerún y cerca de la localidad de Bouar, en el control de un convoy conducido por elementos anti-balaka.
Anti-balaka es el término utilizado para hacer referencia a las milicias de autodefensa centroafricanas, creadas por campesinos en 2009 para luchar contra las guerrillas que cortaban las carreteras. Los anti-balaka se convirtieron en grupos armados, en 2013, contra Seleka, coalición de partidos políticos y grupos rebeldes opuestos al presidente François Bozizé, en el momento de comenzar la tercera guerra civil centroafricana.
La madre de Camille Lepage ha confirmado también que, en este último viaje, se desplazaba por el país “empotrada” con los anti-balaka y que el último contacto suyo era del 6 de mayo: “Quería tranquilizarme y me dijo que se iba a hacer un reportaje, que estaría en la sabana, sin cobertura y que tardaría algunos días en volver a tener noticias suyas”.
En diciembre de 2010, mientras todavía estudiaba periodismo, fue becaria en prácticas en el digital de izquierda Rue 89, como redactora. “Entonces –escriben en la publicación- estaba matriculada en la Universidad de Southampton Solent, en Inglaterra, pero estaba pasando un año Erasmus en la Universidad Hogeschool Utrecht de Holanda. Una vez finalizadas las prácticas se marchó a Dinamarca para continuar el programa”. En la carta de motivaciones que escribió a Rue 89, solicitando la beca, había escrito: «Me oriento hacia el periodismo independiente porque, para mi, es el único digno de ese nombre”. Ya entonces le interesaban los problemas internacionales.
Una vez finalizados los estudios optó por el fotoperiodismo independiente; había publicado trabajos en los periódicos Le Monde, Sunday Times, Washington Post, Wall Street Journal… Cubrió la revolución egipcia en 2011, estuvo en Sudán del Sur en 2012 y después se marchó a la República Centrafricana, justo al comenzar la Operación Sangaris.
Según un comunicado de Reporters sans Frontiéres (RSF): “sus colegas dicen que era muy valiente, que siempre se encontraba en puestos delanteros, en contacto con antiguos miembros de Seleka en los barrios de Bangui, o cubriendo las operaciones de desarme de los rebeldes”.
Camille Lepage hace el número 18 de los periodistas muertos en el mundo, en el ejercicio de su trabajo, desde comienzos de 2014.