La alcaldía de Atlantic City va a subastar el derecho a apretar el botón que provocará la explosión del casino Trump Plaza, el primero de los edificios construido en la ciudad costera, en 1984, por el ultraconservador y xenófobo promotor inmobiliario Donald Trump, reconvertido en 2016 en presidente del gobierno más poderoso del mundo, recientemente derrotado en la última elección presidencial.
El negocio quebró y el inmueble se encuentra vacío y en cierto modo abandonado desde 2014. Según la información del Huffington Post, como consecuencia de las últimas inclemencias meteorológicas varios trozos de la fachada han caído en el paseo al borde mar, donde se encuentra el establecimiento. El acceso a la presidencia de Estados Unidos coincidió con el pase del Trump Plaza a manos del inversor Carl Icahn, uno de los principales acreedores del negocio de Trump en Atlantic City.
A mediados el pasado junio de 2020, y tras llegar a un acuerdo con Carl Icahn, el alcalde de la ciudad, Marty Small, anunció la demolición del edificio, lo más tarde en febrero de 2021, porque se había convertido en un peligro para los viandantes. Este 16 de diciembre 2020 el alcalde ha comunicado que se va a subastar el derecho a apretar el botón que lo hará explotar, y que el dinero conseguido se va a entregar a la asociación juvenil Boys & Girls Club of Atlantic City.
Atlantic City está considerada la capital del juego en la costa noreste de Estados Unidos. El multimillonario Trump ha sido propietario de cuatro de los casinos: además del que ahora se va demoler tuvo el Trump World’s Fair, cerrado en 1999, el Trump Marina, vendido a los acreedores en 2011 y el Trump Taj Mahal, cerrado en 2016.
La filial del grupo de empresas del todavía presidente del país, Trump Entertainment Resorts, gestora de sus actividades en Atlantic City, ha quebrado en tres ocasiones -2004, 2009 y 2014- a causa de las innumerables deudas contraídas.