La población de iguanas rosadas y su hábitat en la isla Isabela (Ecuador) se encuentran estables, sin evidencias de afectación debido a la actividad eruptiva del volcán Wolf, que se inició el pasado 25 de mayo, detalla un informe preliminar de la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG).
El estudio, elaborado el pasado 12 de junio por guardaparques y técnicos del Instituto Geofísico Nacional (IGN) de la Escuela Politécnica Nacional, tuvo como objetivo verificar el estado de salud y las condiciones físicas de las iguanas rosadas, que pudieron verse afectadas por la actividad eruptiva del coloso, informa Andes.
Jorge Carrión, director de Gestión Ambiental de la DPNG, explicó que la comisión de estudio capturó a cinco iguanas rosadas y dos amarillas, de las cuales se obtuvo muestras de sangre, peso y medidas morfométricas.
Las muestras de fluidos serán enviadas a las Universidad Tor Vergata, de Italia, con el objetivo de determinar el estado de salud de estos especímenes, indica el comunicado de la DPNG, que informó, además, que de los registros obtenidos del peso de las iguanas se muestran valores dentro de los rangos normales en comparación con anteriores monitoreos.
El análisis del terreno determina que tampoco hay rastros de ceniza ni de ningún otro material volcánico en el suelo ni en la vegetación del sector habitado por las iguanas.
Los técnicos del Instituto Geofísico indicaron que la actividad eruptiva del volcán Wolf, el más alto del archipiélago, se mantiene, por lo que continuarán vigilando este proceso, que se ha convertido en un espectáculo natural que cautiva al turismo.
El archipiélago de Galápagos, ubicado a 970 kilómetros de la costa continental ecuatoriana, posee un ecosistema único en el mundo, que lo hizo merecedor de la declaratoria de Patrimonio Natural de la Humanidad.