El presidente sirio, Bashar al Asad, ha afirmado que su país no tiene armas químicas, y sostiene que el presunto ataque de su gobierno con estas armas es un invento que sirvió de pretexto para justificar el ataque del 4 de abril que dejó al menos 9 civiles muertos, informa la Agencia de Noticias Andes.
Asaad, en una entrevista exclusiva con AFP, dijo que esas armas fueron destruidas en 2013, y afirmó que el supuesto ataque químico «para nosotros, es un invento al cien por cien».
«Nuestra impresión es que Occidente, principalmente Estados Unidos […] es cómplice de los terroristas y montó toda esta historia para que sirviera de pretexto al ataque» estadounidense, agregó.
El presunto ataque químico, cuyas imágenes de niños con convulsiones conmocionaron al mundo, causó la muerte de 87 civiles, entre ellos 31 menores, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
«Las únicas informaciones de que dispone el mundo hasta ahora son la publicadas por la rama de Al Qaeda», afirmó el mandatario sirio en referencia a la organización yihadista Fateh al Sham, que controla Jan Sheijun junto con otros grupos rebeldes.
«No sabemos si todas las fotos o imágenes de vídeo son verdaderas o están trucadas […] No sabemos si estos niños murieron en Jan Sheijun, ni siquiera sabemos si están realmente muertos», dijo Assad.
«Y si hubo un ataque, ¿quién lo lanzó?», se preguntó.
Assad negó toda implicación: «No se dio ninguna orden de lanzar un ataque y, además, no tenemos armas químicas».
«Hace varios años, en 2013, renunciamos a todo nuestro arsenal […] E incluso si tuviéramos dichas armas, nunca las habríamos usado», agregó Asad, quien afirmó varias veces haberse deshecho del arsenal.
Sin embargo después de 2013, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAC) acusó en dos ocasiones al régimen sirio de ataques contra localidades rebeldes.
Assad afirmó que aceptará una investigación sobre Jan Sheijun, “siempre que sea «imparcial».
«Vamos a trabajar [con los rusos] en pro de una investigación internacional. Pero debe ser imparcial. Solo podemos permitir una investigación si es imparcial y asegurándonos de que países imparciales participen en ella, para estar seguros de que no se use con fines políticos», dijo.
Respecto a su opinión sobre Trump, Asad dijo que antes era «muy prudente», hasta ver qué hacía, pero ahora empezaba a ver las cosas claras: «Este ataque es la primera prueba […] de que el régimen en Estados Unidos no cambia», afirmó.