El sangrado uterino anormal se define como cualquier variación del ciclo menstrual normal, en cuanto a regularidad, frecuencia, cantidad y duración. En las mujeres premenopáusicas y posmenopáusicas representa la causa más común de atención ginecológica.
Durante la etapa reproductiva y la posmenopausia el sangrado uterino anormal puede tener distintas causas. Es muy importante reflejar cuando vaya al ginecólogo la historia clínica completa y el examen físico de la cavidad uterina para establecer el diagnóstico e indicar el tratamiento adecuado para detener el sangrado uterino anormal.
Una biopsia cervical se realiza generalmente después de detectar una anomalía durante una rutina de examen pélvico o frotis de Papanicolaou. Las anormalidades pueden incluir la presencia del virus del papiloma humano (VPH), o de células que son precancerosas. Ciertos tipos de VPH pueden desarrollar cáncer de cuello uterino.
Actualmente se ha determinado como parte del protocolo habitual de las mujeres mayores de 50 años, si sangran de forma anormal, la histeroscopia; una prueba mínimamente invasiva aunque incómoda, para determinar y visualizar de forma directa la cavidad uterina y el endometrio. Ante la sospecha de alguna enfermedad ginecológica puede ser que su médico le tome muestras del tejido uterino.
La histeroscopia ha demostrado una elevada precisión diagnóstica en los casos de cáncer de endometrio y moderada en algunas alteraciones endometriales pero es cierto, que se ajusta a precisa también alteraciones intracavitarias que pueden ser detectadas previamente por ecografía. Si le han pedido este estudio es para determinar y evaluar los sangrados uterinos anormales y con ello se puede precisar si tiene hallazgos histeroscópicos e histopatológicos.
Para calcular la sensibilidad y especificidad de la histeroscopia las pacientes se engloban en dos categorías: unas pueden tener el endometrio normal (mujeres sanas) y otras, estarían enmarcadas en el endometrio anormal (pacientes con pólipo endometrial, mioma submucoso, adenomiosis, hiperplasia endometrial, cáncer de endometrio, entre otras alteraciones).
El 76.3% de las causas de sangrado uterino anormal se asocia con pólipos endometriales; sin embargo, otros estudios señalan como principales factores las alteraciones uterinas benignas y la hiperplasia endometrial. Los hallazgos histeroscópicos más frecuentes en las pacientes con sangrado uterino anormal y posmenopáusico son las enfermedades benignas de la cavidad uterina, representadas en mayor porcentaje por pólipos endometriales (26%), confirmados por histopatología en 24.7% de los casos.