Más del 20% de los ciudadanos de España padece de síndrome metabólico. Las comunidades del sur de España y las insulares son las que presentan una mayor prevalencia de este tipo de enfermedades, llegando incluso a doblar a la de las comunidades autónomas como el País Vasco, Navarra, La Rioja, Cantabria, Madrid o Valencia, señala la Revista Española de Cardiología.
El síndrome metabólico comprende un conjunto de factores de riesgo cardiovascular que hay que tener en cuenta porque no da síntomas aparentes pero el paciente padece una serie de patologías que probablemente no hayan sido detectadas.
La obesidad central, las anormalidades en el metabolismo de la glucosa, la hipertensión arterial estrechamente asociada a la resistencia a la insulina, junto con dislipidemias son datos a tener en cuenta si se siente mal, muy cansado o no tiene respuesta para su situación actual.
La estimación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a este respecto es que de 57 millones de muertes registradas en todo el mundo, 36 millones fueron por enfermedades no transmisibles, cáncer, enfermedades cardiovasculares y enfermedades respiratorias crónicas así como la diabetes, y cerca de 9 millones con enfermedades de causas evitables de morbilidad y discapacidad relacionada.
En este contexto enmarcamos el síndrome metabólico que comprende un conjunto de factores de riesgo que están vinculados a la mortalidad cardiovascular y a un estado que predispone a la evolución futura de la diabetes mellitus tipo 2. No es una enfermedad única sino la asociación de problemas de salud que aparecen de forma simultánea o secuencial en la misma persona cuya etiología se atribuye a la combinación de factores ambientales, genéticos, a la calidad de vida y a la resistencia a la insulina como principal componente fisiopatogénico.
Ante este impacto sobre la salud pública del síndrome metabólico se han considerado que las revisiones periódicas ante un malestar importante o ante la sospecha de un cansancio inexplicable puedan deberse a esta afección, que en principio no da la cara dado que obedece al conjunto de muchos síntomas de muchas enfermedades que van debutando en paralelo.
¿Qué síntomas tendría que notar?
Este síndrome se caracteriza por la presencia de insulinoresistencia e hiperinsulinismo compensador asociados a trastornos del metabolismo hidrocarbonato, cifras elevadas de presión arterial, alteraciones lipídicas (hipertrigliceridemia, descenso del colesterol-lipoproteína de alta densidad (cHDL), presencia del colesterol-lipoproteína de baja densidad tipo B, aumento de ácidos grasos libres y lipemia postprandial) y obesidad, con un incremento de la morbimortalidad de origen ateroesclerótico, aunque aún no se ha determinado con certeza el riesgo absoluto conferido por el síndrome metabólico en las diferentes poblaciones.
Una dieta hipercalórica, el tabaquismo, el sedentarismo, la obesidad central, la resistencia a la leptina, el hígado graso, cálculos biliares, osteoporosis, síndrome del ovario poliquístico, acantosis nigricans, leucocitosis o elevación del volumen de sedimentación globular, pueden dar pistas a su médico.
En todo caso si ha engordado notablemente, se siente cansado, tiene la tensión alta y desconoce qué le está sucediendo acuda a un endocrinólogo para que determine si padece resistencia a la insulina y su cuerpo reacciona con el llamado síndrome metabólico. Es un riesgo importante para su salud y usted debe saberlo.