Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional, ha comentado que la concesión a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (Organization for the Prohibition of Chemical Weapons, OPCW) con el Premio Nobel de la Paz “es un merecido premio y una decisión que reafirma los principios internacionales contra el uso de armas químicas y otros tipos de armas que causan terrible sufrimiento.”
“Es un oportuno recordatorio a todos los gobiernos y a quienes combaten en conflictos armados de que en las guerras hay normas que deben respetarse. La prohibición de las armas químicas es un ejemplo de estas importantes normas, establecidas con objeto de proteger a los civiles», sostiene AI.
“El reciente acuerdo de Siria ha sido, por supuesto, un avance en los esfuerzos por sacar las armas químicas del campo de batalla, pero no podemos perder de vista la magnitud de la crisis de derechos humanos del país.”
“No se ha hecho rendir cuentas a nadie por los crímenes que se están cometiendo en Siria, incluidos los terribles ataques con armas químicas. Siguen utilizándose armas convencionales para cometer atrocidades masivas. El anuncio de hoy debe impulsar a la comunidad internacional a poner fin a la violaciones masivas de derechos humanos en Siria y exigir rendición de cuentas por los crímenes de guerra que cometen todas las partes en el conflicto”, concluye Amnistía Internacional.