Para cualquier CFO, la mayor frustración no son las comisiones ni los retrasos. Es algo peor: las zonas ciegas en los flujos de dinero.
- La cripto entra en una billetera sin historial claro.
- La conversión ocurre en otro lugar, con procesos poco documentados.
- El fiat termina en un banco que no entiende el origen.
El resultado: confusión, riesgo de bloqueos y decisiones financieras tomadas a ciegas.
El problema: Finanzas fragmentadas
Muchas empresas de sectores globales — desde IT hasta iGaming, marketing o trading — se enfrentan a lo mismo: sus finanzas están fragmentadas en varios proveedores. Cada parte del flujo se gestiona por separado, sin una visión consolidada.
- ¿De dónde vino el dinero?
- ¿Qué pasó durante la conversión?
- ¿Cuándo estará disponible para pagar nóminas o impuestos?
Un CFO sin respuestas claras pierde lo más valioso: tiempo y control.
La solución ABF: Un solo circuito financiero
En ABF integramos todos los pasos en un solo contorno:
- Origen → el cliente paga en cripto (USDT, BTC, ETH).
- Verificación → AML screening documentado, sin “cajas negras”.
- Conversión → cambio inmediato a EUR/USD con ABF Swap.
- Acreditación → fondos en la cuenta corporativa ABF Pay.
- Pago → transferencias SEPA o SWIFT a proveedores, empleados o impuestos.
Cada etapa queda registrada y accesible en un único panel. El CFO no solo controla, sino que tiene la base de datos para tomar decisiones estratégicas.
De control a estrategia
Con ABF, el seguimiento de flujos deja de ser un ejercicio de “compliance” y se convierte en una herramienta de gestión.
- Cerrar un gap de tesorería. Con la visibilidad completa, se detectan antes los vacíos de liquidez.
- Cambiar prioridades de pago. Decidir qué proveedores cobrar primero según necesidades reales.
- Fijar el tipo de cambio. Bloquear un precio antes de una conversión masiva y proteger márgenes.
Esto no es solo control. Es inteligencia financiera en tiempo real.
Transparencia que gana confianza
Los bancos y auditores cada vez exigen más pruebas de origen y destino de los fondos. Con ABF, todos los documentos — desde AML hasta reportes de conversión — están listos en un clic.
- Para el banco: operaciones claras y trazables.
- Para el auditor: documentación en orden.
- Para la empresa: confianza de que sus operaciones no serán bloqueadas.
Los CFO ya no pueden permitirse trabajar con datos fragmentados o con pagos opacos. En un mercado donde los reguladores exigen transparencia y las empresas necesitan agilidad, la visibilidad de cada flujo es la única forma de crecer sin riesgos.
Con ABF no solo ves cada movimiento, lo entiendes, lo controlas y lo utilizas para tomar mejores decisiones.
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