El gobierno y la oposición venezolana han destacado el respeto y tolerancia mutuos para avanzar en un escabroso diálogo de paz tras dos meses de sangrientas protestas y pese a que en la mesa de discusión rapidamente se confirmaron divergencias de fondo, informa Andes.
La negativa del gobierno socialista del presidente Nicolás Maduro a la petición de una amnistía –algo que el jefe de Estado ya había anticipado varias veces estos días– fue el primer punto de desacuerdo, sobre el cual pese a todo ambas partes buscarán soluciones alternas, se informó tras el encuentro.
Las delegaciones del gobierno, liderada por el vicepresidente Jorge Arreaza, y de la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática, encabezada por su secretario ejecutivo, Ramon Guillermo Aveledo, se reunieron el martes 15 por tres horas y media en presencia de los cancilleres de Colombia, Ecuador y Brasil y del nuncio apostólico, designados «testigos de buena fe».
Durante el encuentro «ratificamos nuestro rechazo absoluto y fuera de toda duda de cualquier manifestación de violencia» así como «nuestro respeto a la Constitución», dijo Aveledo en una declaración que debe haber satisfecho al gobierno que reclamaba de los opositores precisamente esos puntos, entre otros.
Venezuela es desde febrero escenario de protestas iniciadas por estudiantes en reclamo por la inseguridad, a las que luego se sumaron sectores radicales de la oposición que impulsaron la táctica de ocupar las calles con protestas para forzar la renuncia del jefe de Estado, lo que llevó a Maduro, heredero político de Hugo Chávez, a definir la situación como un «golpe de estado en desarrollo».
Las protestas en el país con las mayores reservas petroleras del mundo degeneraron regularmente en batallas callejeras nocturnas entre manifestantes encapuchados, unidades antimotines y grupos de civiles armados que la oposición califica como oficialistas, con saldo de 41 muertos, más de 600 heridos, 175 detenidos y 120 denuncias de abusos a los derechos humanos.
Los presos, la clave del diálogo
Cuando la oposición volvió a pedir una amnistía, la negativa del gobierno salio a la luz, aunque según Aveledo, quedó abierta la posibilidad de seguir hablando.
«Hay una cantidad de venezolanos que son prisioneros por causa de sus luchas cívicas. El gobierno lo ve de modo distinto, pero hay coincidencia en que eso es un problema (…) Hemos propuesto una ley de amnistía, pero eso no ha sido aceptado. Vamos a explorar otros caminos para abordar esos temas», dijo el opositor.
«No habrá diálogo efectivo mientras no se resuelva el tema de los presos políticos», había escrito este martes temprano el analista Luis Vicente León en su cuenta en Twitter.
«El camino no es fácil. No estamos hablando de una pista tersa sin obstáculos. Este diálogo al cual nos hemos atrevido unos y otros no es sencillo para nadie, pero estamos dispuestos –y así ha quedado demostrado hoy– a encontrar ventanas y tratar de construir juntos caminos», agregó Aveledo.
«La reunión siempre se llevó a cabo en buenos términos, con respeto y con tolerancia. (…) Avanza el dialogo por la paz, avanza el dialogo por la justicia sin impunidad» informó a su turno el vicepresidente Jorge Arreaza, quien encabezó la delegacion oficial.