Guatemala: acciones inmediatas por los ataques a periodistas

Una de las características del Gobierno de Guatemala ha sido la improvisación y la precipitación de altos funcionarios al dar declaraciones cuando ocurre un hecho grave, como es el asesinato de un periodista.

Foto: Fred Rivera

 

El viceministro de Gobernación, Edy Juárez, al ser entrevistado por el asesinato del comunicador Guido Armando Giovanni Villatoro, de la empresa Servicable, en Chicacao, Suchitepéquez, minimizó el crimen y señaló que la persona a la que se le privó de la existencia no era periodista, sino cobrador de un canal de cable.

En los medios locales, por los bajos salarios y las condiciones laborales, los trabajadores tienen que hacer múltiples tareas, y en este caso se publicó el carné de prensa del comunicador asesinado. El ministro de Gobernación pidió disculpas y reconoció que las declaraciones fueron apresuradas, pues fue información que recibieron de la comisaría local.

Cuando en el 2012 propusimos un mecanismo preventivo de protección, las autoridades esperaron a que en el 2013 fueran asesinados cuatro periodistas para firmar, de manera precipitada, un documento que no tiene la formalidad necesaria, no cuenta con los datos y contextos veraces ni con las reflexiones y propuestas indispensables para construirlo.

Dejaron que la realidad se impusiera sobre las banales discusiones que durante estos meses se han dado entre funcionarios de la Secretaría de Comunicación Social, la Comisión Presidencial de Derechos Humanos, el Ministerio Público y la Unesco, bajo el liderazgo de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos. Todo esto sin participación de la Prensa ni resultados de sus reuniones.

Hoy, de nuevo el Gobierno y esa Mesa Técnica están en la mira de las entidades de Prensa nacionales e internacionales porque solo en una semana tres comunicadores murieron en forma violenta. El Observatorio de los Periodistas de Cerigua tiene documentados, del 2000 a la fecha, el asesinato de 27 periodistas y comunicadores; casi la totalidad se encuentra en la impunidad.

Solo en el caso de Jorge Mérida, corresponsal de Prensa Libre en Coatepeque, Quetzaltenango, asesinado el 10 de mayo del 2008, se dictó sentencia condenatoria contra el autor material. No se establecieron los motivos del crimen ni la autoría intelectual.

Durante este gobierno, siete miembros de la Prensa han muerto violentamente, cuatro de ellos en Suchitepéquez; tres colegas más han resultado gravemente heridos en ese mismo lugar

Cualquier informe, propuesta precipitada, acción improvisada o iniciativa para reivindicar lo que no han hecho no llenará su cometido. Hoy necesitamos, urgentemente, la aplicación de los mecanismos con los que se cuenta para prevenir con prontitud y efectividad los daños irreversibles a periodistas y comunicadores.

No más acciones improvisadas, exigimos prevención y protección efectiva a los periodistas y crear condiciones para construir el Programa con participación de la prensa departamental.

Ileana Alamilla
Fallece en enero de 2018. Abogada, notaria, periodista. Presidenta de la Comisión de Libertad de Prensa de la Asociación de Periodistas de Guatemala (APG). Analista en temas de libertad de emisión de pensamiento y de prensa. Coordinadora del Observatorio de los Periodistas y Directora de la agencia Cerigua. Consultora de Agencias del Sistema de Naciones Unidas, de entidades de investigación y de Organismos no Gubernamentales. Miembra de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Genero y onsultora en temas de género.

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