Nos esforzamos por abrirnos a un mundo lleno de sensaciones maravillosas que nos invitan a seguir como si todo tuviera algo de sentido. Hay muchos criterios y razones para vivir, para continuar, para luchar pacíficamente por nuestros objetivos.
No dejemos atrás esos elementos cruciales que nos inclinan a mejores amaneceres. No busquemos en lo complicado, al menos no siempre. Nos debemos alentar para ser dichosos sin mucho sacrificio. No nos turbemos en exceso.
Encendamos más bien las luces que nos resuelven misterios y dudas en el devenir cotidiano. No paremos por miedo. Tampoco nos debemos poner a pensar demasiado. Las estrellas que sirven de guías nos indicarán los óptimos caminos. El destino ayudará.
No reclamemos, por favor, lo que no es nuestro. Tomemos lo suficiente para andar, pero no carguemos más de la cuenta. Nos haremos más lentos y albergaremos menos seguridad y anhelos respecto del futuro. La suerte se ha de pretender en armonía.
Expliquemos nuestras cuentas con una finalidad de superación. No fijemos el tiempo en inutilidades. Podemos ser muy joviales si tenemos inspiraciones claras y aspiraciones provechosas. Somos muy capaces. Siempre es cuestión de fortaleza. Hay mucho que contar, mucho que experimentar, mucho que compartir. ¡Adelante!