La cooperación española con las comunidades originarias de América es todavía muy débil, a pesar de algunos esfuerzos puntuales y de la acción de la sociedad civil, cuestionó la economista Laura Barba, directora de la organización no gubernamental WATU en la víspera del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, informa Tito Drago (IPS) desde Madrid.
Migrantes indigenas en Mexico«Hay poca sensibilidad para considerar a los indígenas como sujetos con derechos y no como personajes exóticos», aunque la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) ha logrado avanzar algo en sus planes de ayuda en los últimos dos años, dijo la responsable de WATU («seres humanos» en lengua swahili), con sede en Madrid.
Ese avance, que por ahora se dirige específicamente a los indígenas de América Latina, se debe en particular a Carlos Aragón Gil de la Serna, directivo de Aecid y su representante en el Fondo Indígena, el organismo multilateral de cooperación especializado en la promoción al desarrollo y el reconocimiento de los derechos aborígenes creado en 1992 en el marco de Comunidad Iberoamericana.
Barba comentó a IPS que este viernes 9 es un buen día para que se impulse la defensa de los derechos fundamentales de todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología o condición económica y social.
Al respecto, la activista puso como ejemplo de la promoción de estos derechos las jornadas de mujeres indígenas organizadas en abril por la Aecid, en cuyo contexto Jeannette Paillán, periodista mapuche y directora general de la Coordinadora Latinoamericana de Cine y Comunicación de los Pueblos Indígenas sostuvo que «el objetivo de su accionar es acercar al público español la problemática de las comunidades aborígenes de América».
«Por eso queremos mostrar películas que aborden aspectos como la violación de nuestros territorios o las dificultades para mantener viva nuestra cultura y herencia», añadió entonces Paillán.
La organización Cultura Indígena Principado de Asturias juega un fuerte papel en esa línea desde su creación en 2003 a partir de un grupo de jóvenes activistas que habían compartido varias semanas en comunidades mayas de Guatemala, donde pudieron conocer a fondo la situación de extrema pobreza en la que vivían. Sus objetivos son básicamente favorecer el acceso a la educación y a la salud de esas poblaciones.
La Aecid logró también que Madrid aprobara la Estrategia de la Cooperación Española con los Pueblos Indígenas, basándose en las normas de la Unión Europea y del Segundo Decenio Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo, decidido en 2005 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y cuyo objetivo es atender los reclamos de las comunidades originarias y reconocer sus derechos.
Las demandas se sintetizan en respetar las identidades de los pueblos y sus propios procesos de desarrollo social, económico, político y cultural.
Al respecto, la Estrategia definió las prioridades de la cooperación española en la materia y estableció cómo se deben identificar, diseñar e implementar actividades de cooperación respetuosas con los derechos e identidades indígenas. En particular, ser conscientes de las vulnerabilidades de las comunidades por la marginación sufrida durante siglos, que incluye la pérdida de sus tierras ancestrales.
Para esas actividades la Aecid cuenta con el Plan Director de la Cooperación Española para 2013-2016 para América Latina, el norte de África, Medio Oriente y África subsahariana.
Para sostener esa estrategia se mantiene el Programa Indígena, que coordina y articula las acciones de cooperación española especialmente en América Latina.
La estrategia de cooperación se aprecia, por ejemplo, en el desarrollo del Programa Regional sobre Derechos de la Niñez y la Adolescencia Indígena, que desde el 2006 ejecuta el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en 17 países latinoamericanos.
También se ejecutan programas en el marco del Fondo España-Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, con acciones en Brasil para promover la seguridad alimentaria y la nutrición de niños y niñas indígenas, y en Nicaragua, Costa Rica y Ecuador, a través de la generación de políticas interculturales y de respeto a la diversidad cultural y contra las desigualdades.
Otra acciones cofinanciadas por la Aecid son el Programa Integral de Desarrollo en Comunidades Indígenas, que desarrolla en Ecuador la entidad Manos Unidas, y el convenio «Ejercicio pleno de derechos y reducción de la pobreza en las poblaciones indígenas y campesinas» en El Salvador, Guatemala y Nicaragua, con posibilidad de extenderse a otros países de la zona», a cargo de la organización no gubernamental española Iepala.
El Día Internacional de los Pueblos Indígenas fue establecido por la Asamblea General de la ONU del 23 de diciembre de 1994, cuando resolvió que se celebrase cada 9 de agosto durante el Primer Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo. Esa decisión fue reiterada en 2004 con el lema «Un decenio para la acción y la dignidad».
El tema central de la conmemoración de este viernes será «Pueblos indígenas construyendo alianzas: En honor a los tratados, acuerdos y otros arreglos constructivos», con el que se espera lograr que los estados reconozcan y apoyen los derechos de los aborígenes.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, urgió a los estados a intensificar sus esfuerzos para que se respeten los tratados que protegen a los pueblos indígenas.