Que un símbolo musical de Estados Unidos como Bruce Springsteen haya cantado una canción de Víctor Jara evidencia la inmortalidad del juglar chileno, a 40 años de su asesinato, informa PL.
El «Boss», autor de temas icónicos como Born in the USA, cerró con Manifiesto, de Jara, su reciente concierto en Santiago de Chile, ratificándose como un artista con conciencia y pies en la tierra.
«Si eres un músico político, Víctor Jara sigue siendo una gran expresión. Es un honor estar aquí», aseguró Springsteen al público, tras afirmar que conoció a muchas familias de los desaparecidos.
Además del nativo de Nueva Jersey, otros grandes han mantenido el legado de Jara cantando sus canciones o dedicándole nuevas, como Silvio Rodríguez, León Gieco, Ismael Serrano o Mercedes Sosa.
La escogida por Springsteen, Manifesto, salió en un disco póstumo y fue escrita por Jara mientras Chile combatía el paro económico organizado por los enemigos del gobierno de Salvador Allende.
«Mi canto es de los andamios para alcanzar las estrellas, que el canto tiene sentido cuando palpita en las venas del que morirá cantando las verdades verdaderas, no las lisonjas fugaces ni las famas extranjeras», predica la canción.
Tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, Jara fue arrestado y llevado al Estadio de Chile, que ahora lleva su nombre, y su cadáver fue encontrado luego con 44 balazos en el cuerpo.
Testimonios de sobrevivientes revelan que sus captores jugaron a la ruleta rusa con Jara. Actualmente fue iniciado un proceso penal contra Pedro Barrientos Núñez, identificado como su asesino.
Cantor del pueblo y el movimiento social liderado por Allende, Jara compuso múltiples canciones inspiradas precisamente en causas sociales, aunque quizás la más famosa fue «Te recuerdo, Amanda».
Ahí narra del amor de Amanda y Manuel, una pareja de obreros que apenas tiene cinco minutos para verse, absorbidos por la vorágine laboral y un sistema explotador que le costó la vida al novio.
El propio Jara contó que la idea le rondaba hacía un tiempo, tras conocer a una joven pareja de proletarios.
En su libro «Como una Historia», José Manuel García precisa que Jara escribió el tema en 1968, estando en Londres invitado por el British Council por sus logros como director teatral.
Celebrando el Shakespeare Birthday en Stratford-upon-Avon, el cantor supo que su hija Amanda, entonces de tres años de edad, había sido hospitalizada.
Escribió una carta tras otra a su esposa para saber cómo estaba la niña, pero por esos días los funcionarios del servicio postal británico estaban en huelga, y fue imposible tener noticias frescas.
Para desahogarse acudió a su guitarra, y de la soledad y el desespero nació «Te recuerdo, Amanda».
Aunque Joan Turner, su viuda, no cree que la haya escrito para dedicársela a alguien en particular, piensa que la letra «contiene la sonrisa de la madre y la promesa de juventud de su hija».
El tema fue incluido en el disco «Pongo en tus manos Abiertas» (1969), junto al single en vinilo «Plegaria a un labrador / Te recuerdo, Amanda», con el grupo folclórico Quilapayún.
La dictadura censuró «Te recuerdo, Amanda» por su explícita crítica a las condiciones de vida del proletariado, y porque no daba la imagen de Chile que querían los militares.
Pero sobre todo la prohibieron porque era de Jara, y Jara era, de cierta manera, Allende y lo que Allende representaba.
Torturado y herido de muerte, a Jara le dieron las fuerzas para, moribundo y apaleado, garabatear sus estremecedores últimos versos: «Canto que mal que sales / Cuando tengo que cantar espanto / Espanto como el que vivo / Espanto como el que muero».