El cineasta J. Xavier Velasco denuncia en «Cocodrilos» el riesgo de informar en México

En México, ejercer el periodismo puede convertirse en una sentencia de riesgo, especialmente cuando se investigan casos de corrupción económica o política. Esa es la premisa de «Cocodrilos», el más reciente filme del director J. Xavier Velasco, quien, a través de la ficción, retrata las amenazas, extorsiones y asesinatos que padecen los reporteros en un país considerado uno de los más peligrosos del mundo para ejercer esta profesión.

La obra busca visibilizar un problema estructural que trasciende fronteras.

El cine como espejo de la violencia contra periodistas

cocodrilos-cartel El cineasta J. Xavier Velasco denuncia en «Cocodrilos» el riesgo de informar en México

La película «Cocodrilos», presentada recientemente en festivales internacionales, pone en el centro de la trama a un grupo de periodistas que investigan casos de corrupción de alto nivel y que, en consecuencia, se enfrentan a un entorno de intimidación constante.

En declaraciones a César López Linares en Latam Journalism Review, Velasco explicó que su motivación surgió de «la necesidad de hablar de un tema que se ha normalizado en México: el asesinato y la persecución de periodistas por cumplir con su trabajo».

México ocupa desde hace más de una década los primeros lugares en los informes de organizaciones como Reporteros Sin Fronteras y la Unesco, que alertan de un escenario crítico para la libertad de prensa.

Solo en 2023, RSF documentó una veintena de asesinatos de periodistas en América Latina, con México a la cabeza. Esta situación convierte al país en una de las regiones más letales para el periodismo en tiempos de paz.

Riesgos y amenazas cotidianas

Los profesionales de la comunicación que investigan corrupción en México se ven expuestos a una cadena de riesgos: desde campañas de difamación y amenazas directas hasta secuestros y asesinatos.

El Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP) recuerda que gran parte de estos crímenes permanecen impunes, lo que alimenta un círculo de silencio e intimidación.

Según la Fundación Gabo, la autocensura se ha convertido en una estrategia de supervivencia para muchos periodistas locales, que evitan cubrir ciertos temas o recurren al anonimato para publicar sus investigaciones. En este contexto, «Cocodrilos» funciona como una denuncia cinematográfica que revela lo que ocurre tras bambalinas en las redacciones mexicanas.

El testimonio del director

Velasco insiste en que el cine puede convertirse en un espacio seguro para hablar de lo que en la vida real resulta peligroso. «El cine permite contar historias sin que los protagonistas reales corran el mismo riesgo. Pero, al mismo tiempo, refleja una verdad incómoda: en México, contar la verdad puede costar la vida», señaló en su entrevista con Latam Journalism.

La película utiliza la metáfora de los cocodrilos como símbolo de la corrupción y la violencia: depredadores silenciosos que acechan en la superficie, esperando el momento oportuno para atacar. Esta imagen, cargada de dramatismo, resume el clima en el que los reporteros se ven obligados a trabajar.

México, epicentro de la violencia contra la prensa

La gravedad de la situación ha sido confirmada por organismos internacionales. El Knight Center y el ICFJ IJNet han publicado informes que señalan que la falta de protección efectiva, unida a la connivencia entre grupos criminales y autoridades locales, mantiene a los periodistas en un estado de vulnerabilidad permanente.

La Unesco ha denunciado reiteradamente que la impunidad en los crímenes contra periodistas en México supera el noventa por ciento. Esto significa que la gran mayoría de los responsables nunca enfrentan un proceso judicial, lo que refuerza un sistema de miedo y silencio que se extiende desde las grandes ciudades hasta las comunidades rurales.

Una mirada regional

Si bien México concentra la mayor atención internacional, no es el único país latinoamericano donde el periodismo crítico sufre amenazas. En países como Honduras, Guatemala o Colombia, los periodistas que investigan corrupción y crimen organizado también enfrentan hostigamientos similares.

La película «Cocodrilos» adquiere, así, una dimensión regional que conecta con el trabajo de redes de periodistas de investigación como el CLIP, que promueve el trabajo colaborativo para reducir riesgos individuales.

Cine, memoria y resistencia

El valor de «Cocodrilos» no reside solo en su trama, sino también en su capacidad de generar debate. Al igual que documentales y proyectos periodísticos, el cine se convierte en un instrumento de memoria y resistencia.

Tal como afirma la Fundación Gabo, «narrar desde el arte también es una forma de dignificar a quienes han sido silenciados».

El filme de Velasco se suma a una tradición de obras audiovisuales que buscan visibilizar la violencia contra periodistas, recordando que cada historia de censura o asesinato es, en realidad, un ataque a la sociedad y a su derecho a estar informada.

La necesidad de una respuesta global

Organismos internacionales como la ONU y la Unesco han instado a los Estados a reforzar los mecanismos de protección a periodistas. Sin embargo, el reto sigue siendo garantizar que las medidas se implementen de forma real y efectiva.

Reporteros Sin Fronteras subraya que sin voluntad política, cualquier protocolo de seguridad resulta insuficiente.

En este sentido, «Cocodrilos» no solo denuncia, sino que también invita a la acción. Al proyectar la crudeza de la violencia en la pantalla grande, el director interpela al espectador internacional para que reconozca que la defensa del periodismo en México es también una causa global en defensa de la democracia.

La película de J. Xavier Velasco aporta una mirada indispensable sobre la vulnerabilidad de los periodistas que investigan corrupción en México. Más allá de su valor cinematográfico, «Cocodrilos» se erige como un recordatorio de que la violencia contra la prensa no es un problema aislado, sino una amenaza que mina las bases democráticas.

Frente a ello, la solidaridad internacional, el periodismo colaborativo y la memoria cultural emergen como herramientas fundamentales para resistir.

Rafael Jiménez Claudín
Periodista Editor de periodistas-es.com

1 COMENTARIO

  1. Mucho más que una década. Yo estuve en México en los años noventa y ya el periodismo era de alto riesgo con asesinatos impunes con responsabilidades gubernamentales.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.