El embajador de Israel en Madrid, Alón Bar, ha mantenido un encuentro con corresponsales extranjeros para poner de manifiesto que más allá de las pretensiones de Irán en la producción de uranio enriquecido, Teherán busca fortalecerse, asumir la hegemonía en la zona y reducir la capacidad de influencia israelí, lo que demuestra que es el ganador de la negociación, informa Carmen Chamorro.
Las declaraciones vertidas de parte del guía supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, sobre Israel y su tendencia a desaparecer de la Región dejan clara su posición sobre Israel, cuanto menos amenazantes, señala Alón Bar.
El nivel de confianza hacia la República Islámica es muy bajo; el acuerdo no les aleja de la gran amenaza iraní, dado que las estimaciones de diversos servicios de inteligencia mundiales hablan de programa nuclear militar en toda regla.
“La puesta en activo de toda la capacidad nuclear iraní, junto con las 18.000 centrifugadoras de uranio (10.000 de ellas plenamente operativas), puede alcanzar nivel de enriquecimiento militar suficiente para cuatro bombas atómicas nucleares”, anunció el representante del gobierno israelí.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, calificó de “error histórico” el acuerdo firmado para poner fin a las sanciones contra el régimen iraní, del que «ha salido perjudicada la seguridad mundial».
La disposición de Irán de negociar en los términos que manifiesta, está relacionada con el régimen de sanciones económicas y aislamiento internacional: ¿Quién está celebrando este acuerdo dentro de la Región?, se pregunta Alón Bar.
“Nuestra observación es clara: milicianos del HezBola y Siria celebra este acuerdo con banderas ,–sigue diciendo Alón Bar-, “si bien la reacción en Arabia Saudí, kuwait, y Emiratos árabes no parecen indicar que se sientan más seguros, sino preocupados de que hayan sido engañados”.
Cuando la UE estableció hace año y medio el embargo sobre el petróleo, los ciudadanos iraníes entendieron que su futuro económico iría abocado al mayor de los fracasos: “Nosotros tenemos que evaluar estas intenciones, que antaño eran imposibles de admitir por el régimen iraní”. Nuestra evaluación es muy escéptica y queremos probar que nos equivocamos en estos seis meses”.”¿Por qué ahora, sí y antes, no?”, se pregunta el plenipotenciario.
Para reanudar la confianza en la naturaleza pacífica del programa iraní, habría que parar el enriquecimiento de uranio y sacarlo en su totalidad, impidiendo la actividad en instalaciones sofisticadas y muy protegidas (a colación de esta petición israelí, el presidente iraní, Hassan Rohani, ha descartado recientemente el desmantelamiento de las instalaciones nucleares en Irán), así como concluir el trabajo en la controvertida planta nuclear de Arak, dentro de la ruta de plutonio.
Sobre el acuerdo interino alcanzado, el Gobierno de Israel, quien manifiesta su alto nivel de preocupación más que los países negociadores que no están en la Región, no persigue ni el fracaso, ni un ataque militar contra las instalaciones: “Si los países firmantes hubieran sido víctimas de las consecutivas amenazas por los regímenes iraníes, posiblemente se hubieran hecho eco del escepticismo de Israel”.
Al margen de estas demandas, el Estado de Israel no ha disminuido la capacidad de diálogo, si bien incrementa su desconfianza hacia Teherán por sus intentos de aislarla internacionalmente, y con esta intervención, el plenipotenciario ha querido dar respuesta a la amenaza iraní, que califica a Israel de “el perro rabioso de la Región, destinado a desaparecer”.
Israel, por tanto, mantiene su rechazo y gran escepticismo al reciente acuerdo interino de reducción de programa nuclear por encima del cinco por ciento, firmado recientemente entre el Grupo 5+1 e Irán en Ginebra. “El año que termina es positivo para Israel dentro del contexto del Oriente Medio y Mediterráneo por nuestra capacidad futura de alcanzar un ecosistema regional, idóneo y equilibrado. No buscamos la miseria de nuestros vecinos, porque perjudicaría gravemente a Israel”, quiso dejar claro el plenipotenciario Alón Bar.
Israel no pretende rivalidad sino expresar su honda preocupación y recelo. Las relaciones diplomáticas con los países de EEUU, Rusia, China, Gran Bretaña, Alemania y Francia no se verán alteradas en ningún caso. “Estoy obligado a lanzar una voz negativa y vamos a ver si en seis meses está cambiando la realidad de Irán en su desmantelamiento”. Irán habla de un programa pacífico cuando actúa bajo parámetros militares”, manifestó Alón Bar.
Palestina e Israel, un problema de asentamiento
El nuevo embajador Alón Bar quiso expresar igualmente que el marco de la negociación se ha reanudado con las autoridades palestinas después de cinco años, “mucho mejor y preferible a otras alternativas”, matizó. En este mismo sentido, podría, a pesar de los obstáculos, tener un nivel de éxito, si bien la incapacidad de llegar a un acuerdo está sobre la mesa. Existen las opiniones basadas en una solución de dos Estados, por lo que ambas partes tendrían que sacrificar bastante.
Todavía están en la memoria de Netanyahu, muy comprometido con la lucha antiterrorista, las familias víctimas del terrorismo, con lo que esa liberación de 100 terroristas de las cárceles israelitas no es una decisión fácil. Existen facciones del gobierno que no creen en la capacidad de avanzar en esta dirección. “El hecho de que hubieron tres meses de negociación no significa que poseemos toda la información de lo tratado. Cuanto más detalles de la negociación, menos capacidad de avanzar en ella”. Hay un elevado pesimismo, falta de atención internacional y oposición en ambas partes. Cuánto más información parcial se filtra sobre concesiones, más se anima a la oposición. Lo que está claro es que ambos líderes deberán aprovechará la oportunidad del momento, razona Alón Bar.
En torno a la construcción de nuevos asentamientos, Alón Bar mostró, durante su extensa y abierta intervención con los periodistas, destacable entendimiento hacia la parte palestina. La política, en los diferentes gobiernos, de congelación de los asentamientos, no ha contribuido a una disposición de negociación. Los datos así lo demuestran y constituyen 2 % de todo el territorio, bajo su propia opinión. No es un tema marginal, sino parte de la negociación de la frontera. “Es difícil pero posible desmantelar asentamientos para llegar a un acuerdo de paz con los palestinos”.
En este sentido, y bajo la opinión de Israel, el Gobierno español refleja una política exterior marcada por sus intereses geoestratégicos, sin obviar la existencia de ministros que tímidamente están más cómodos a favor de Israel. Las relaciones diplomáticas España-Israel no se califican de contenciosas pese a no estar de acuerdo en determinados aspectos: “Veo a España como un país amigo”.