Dos vidas es la película noruega dirigida por Georg Maas basada en hechos reales acaecidos al acabar la Segunda Guerra Mundial -y como consecuencia de ésta- en uno de los países invadidos por Alemania. Dos vidas ha sido finalista en 2014 al Óscar como mejor película de habla no inglesa y también mejor ópera prima y mejor montaje en los Premios del cine alemán.
La protagonista de este drama, Katrine (Juliane Köhler), quiere borrar a toda costa su pasado, el que la liga con la Alemania del Este aunque sea como víctima. Víctima de aquel sistema que la formó para ser espía y la envió en 1980 a Noruega a fin de suplantar a la hija de una mujer que, durante la ocupación alemana, se enamoró de un soldado alemán y tuvo una hija con él. (El gobierno alemán había reclamado a todos los niños noruegos nacidos de padre alemán para reeducarlos en orfanatos y convertirlos en espías.) Es así como Katrine, haciéndose pasar por otra mujer, se instala en Noruega y, aunque basada en mentiras, se construye una vida de verdad en lo profesional y en lo familiar.
Y es ahora, en el momento en ella disfruta de una familia feliz junto a su madre, su marido, su hija y su nieta, cuando un joven abogado les pide a Katrine y a su madre que colaboren como testigos en un juicio contra el estado Noruego a favor de los niños de la guerra, lo que trastoca por completo la vida familiar y profesional de Katrine. (La vida de los niños noruegos reclamados más tarde por Noruega a Alemania tampoco había sido fácil, puesto que, ya en Noruega, el resto de la sociedad los tenía por espías y los excluía totalmente de la vida civil).
Ella, incomprensiblemente, se niega a colaborar en el juicio.
De modo gradual, empieza a salir a la luz toda una red de secretos. Secretos que ella ha de tapar con nuevas mentiras pero que inexorablemente se van descubriendo hasta que Katrine, acorralada por sus antiguos camaradas de oficio, es despojada de todo, amenazada de muerte si se niega a seguir, y finalmente sus seres queridos se ven obligados a posicionarse: ¿Qué tiene más peso, la vida que han vivido juntos o la mentira en la que está basada?
Podemos imaginar la cara de esa madre (Liv Ullmann) al saber que Katrine (su hija, a la que ama por encima de todo) no sólo se hizo pasar por su verdadera hija sino que la hizo desaparecer usando a fondo sus artes de espía. Podemos imaginar la cara del marido y de la hija (con el nieto de Katrine en brazos), al enterarse de lo que ésta ha sido capaz de hacer y de lo que aún hará.
Por eso, antes de desvelar su pasado ante ellos, Katrine viaja en secreto a Alemania, se disfraza, se reúne con antiguos camaradas, destruye pruebas hasta en el mismísimo orfanato de su reeducación. Katrine no dudará en arriesgar la vida antes de decirles una verdad que los destruirá. Nadie debe saber de ella cuando el pasado ha vuelto para sacarla de su vida. Pero Katrine tiene un límite.
Dos vidas se estrena en España el 11 de julio.